Jerez, tiempos pasadosHistorias, curiosidades, recuerdos y anécdotas

La Loca y el Loco Mateo

  • Cantaores jerezanos de leyendaDos célebres cantaores jerezanos, prácticamente desconocidos de los modernos aficionados. Cantaban casi siempre juntos, en el mismo cuadro flamenco, por lo que muchos creyeron que se trataba de un matrimonio, en vez de una pareja de hermanos.

En la extensa nómina de grandes cantaores jerezanos, han destacado siempre dos antiguos y célebres cantaores gitanos, cuyos nombres aún se siguen repitiendo, pero de los que poco o muy poco se sabe; siendo, en si, dos legendarios artistas, a los que el erudito maestro Fernando el de Triana no quiso dejar en el olvido, consiguiendo para la posteridad la única fotografía que de ambos se conoce, dada a conocer en su libro 'Arte y Artistas Flamencos' y que nos sirve, hoy, para ilustrar este recuerdo, en el que, al mismo tiempo, trataremos de arrojar, si ello fuera posible, alguna luz a la nebulosa que envuelve a dichos hermanos, tan geniales intérpretes del cante jondo que se hacía en Jerez, en el siglo XIX.

Esa leyenda, en cuanto a Mateo de la Hera - Lahera, o Lacera, según quien lo escribiese -, alias 'El Loco Mateo', la aumentaría mucho más, su primer biógrafo, Núñez de Prado, que resaltó su locura, culpando de la misma a una mujer, a la que Mateo cantara esta soleá, tan terrible como todas las suyas: "Aunque en capilla te vea, / no he de darte una limosna; / por lo que has hecho conmigo / anda y que un perro te coma".

En mi libro 'Flamencos de Jerez', publicado en 1961, afirmaba yo a mis lectores, según los datos que poseía, que "este famoso artista, conocido también por 'Mateo el Jerezano' ha sido el mejor cantaor de soleares de todas las épocas". Aunque, a decir verdad, parece que Mateo era un cantaor que también cultivaba con mucho desgarro la seguiriya y otros cantes, que defendió en enconada lucha con las máximas figuras de su tiempo, como nos dice en su libro Fernando el de Triana:

"Gloriosa época aquella en que se reveló este notabilísimo cantaor, lleno de estímulo y de afición sin límites. Cuando se propuso ocupar el sitio reservado a las grandes lumbreras del arte le salieron al paso (artísticamente hablando) nada menos que Manuel Molina, el Viejo de la Isla, Enrique el Mellizo, Curro Dulce, Juan Junquera, Salvaorillo el de Jerez, Enrique Ortega, Paquirri, Paco el de la Luz, Tomás el Nitri y Juanelo, que fue el que mejor ha cantado hasta hoy por tonás y livianas.

"Esto - decía el de Triana - desde Jerez hasta Cádiz; luego en Sevilla, tuvo que luchar el Loco Mateo con Silverio Franconetti, Paco el Sevillano, Tío Antonio Cagancho, Manuel Cagancho, Diego el Lebrijano, José García y otros cantaores de gran relieve.

"A pesar de todo esto, el Loco triunfó y se colocó en primera fila, dejando al morir dos discípulos que supieron honrar a su maestro: estos fueron el Chato de Jerez y Carito"; de los que recientemente nos hemos ocupado en esta misma sección, al hablar del maestro bolero Carito, sobrino del cantaor del mismo nombre.

A renglón seguido el mismo autor nos dice que la Loca Mateo, hermana del Loco, "como estaba dotada de una voz a apropósito para los cantes de éste, los ejecutaba de manera maravillosa", soliendo actuar juntos en muchas ocasiones. Y esta afirmación del cantaor trianero nos hace pensar que al cantar juntos los dos hermanos, en Madrid pensaran que era su marido, como veremos más adelante en las gacetillas de la prensa madrileña.

Mateo moriría antes que su hermana, de la que poco más se sabe. Aunque últimas investigaciones nuestras nos la sitúan actuando en Madrid, en el año 1879, en el llamado Teatro de la Bolsa, que estaba en la calle Barquillo, núm. 7; según informaciones registradas en los periódicos 'La Iberia' y 'La Discusión', en los meses de septiembre y octubre, respectivamente, de dicho año.

En las distintas gacetillas que se insertan, anunciando el programa de dichas funciones, se nos habla de que lo haría junto a su marido, del que no se da el nombre ni se nos dice si era cantaor, guitarrista o bailaor, por lo que nos hace pensar que más bien se trataría, como ya digo, de su hermano Mateo el Jerezano. Sí se nos confirma que la Loca, que aparece con su nombre verdadero de María de la Hera seguido del apodo de 'La Loca de Mateos' - con ese al final -, cantaría "por soleás y seguidillas gitanas".Dos cantes de los entonces llamados 'machunos', porque eran más propios de hombre que de mujer, debido a su enorme dureza.

Aunque ambos hermanos fueran tachados de 'locos' en su época, y así han pasado a la posteridad, no existe testimonio de que efectivamente estuvieran locos de verdad y que más bien, según parece, se les apodaría así, por tratarse de personas bastante raras e introvertidas; ya que, según la fotografía que poseemos, no debieran de estar muy locos, a juzgar por su aspecto físico y su bien cuidado atuendo.

Los dos hermanos, Mateo y María, eran gitanos de Jerez y pasaron a la historia del cante flamenco, como dos grandes figuras de su época; aunque hay que reconocer que el apodo de 'los locos' no les hizo alcanzar de la afición el fabuloso reconocimiento que por su cante se merecieron. Y aún así, María quedó bastante eclipsada por la maestría de su hermano que parece se llevó toda la gloria para él.

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