De Luque inaugura su nueva 'catedral' empresarial en el PTA

A pesar de que el párroco de Santa Ana, el padre Luis, comenzó su bendición señalando que bendecir no era hacer milagros para curarse uno de malas noticias, lo cierto es que ayer se demostró que la empresa De Luque tiene muchos 'ángeles' que la cuidan. Esta firma jerezana inauguró sus nuevas instalaciones en el Parque Tecnológico Agroalimentario (PTA) arropada por un nutrido grupo en el que no faltó el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete; el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre; la alcaldesa, María José García-Pelayo; delegados municipales, empresarios, reconocidos bodegueros y muchos amigos.

"Desde lo más profundo, mil gracias por acompañarme en este día tan especial. Estoy emocionado porque llegar aquí no ha sido fácil, la verdad", dijo el director de la empresa, Julio Luque. A su espalda, el azulejo de su abuelo y fundador Adulfo de Luque parecía dar el visto bueno a cada una de sus palabras. "Hemos hecho mudanza en tiempos de tormenta, pero nunca seremos nada si no tenemos sueños. Ha sido un empeño personal, una aventura contra viento y marea", reconoció el director.

Con el recuerdo a su abuelo y a su primo Adolfo, Julio Luque cedió la palabra a la alcaldesa. Sin papeles por delante y con un tono más familiar que político, la regidora popular agradeció a la familia Luque su valentía y el haber apostado por la ciudad. "En 2003 pusimos la primera piedra de este proyecto, y no nos equivocamos, cuando se confía en el sector no se cometen errores. Mantenéis la familia viva, el legado vivo, una gran responsabilidad que redunda en la ciudad. Este proyecto tiene garantía de éxito", declaró García-Pelayo.

Todas las intervenciones fueron amenas y curiosas, pero la que arrancó las mayores sonrisas del público fue la del ministro Arias Cañete. "Hoy es un día que me da mucha alegría, y es así porque Julio es mi amigo. Hubo quien no lo entendía, pero hay que mirar al futuro. Yo le decía, Julio ¡salta y avanza! Así que me alegro de que haya sido valiente, porque de las crisis se puede salir de muchas maneras. Por un lado con reformas, y también, confiando en tu país, y eso es lo que ha hecho Julio", apuntó el ministro, quien añadió que "dedicáis vuestra actividad a distintas líneas de un sector estratégico para nuestra economía, nuestro medio ambiente y nuestra salud: el agroalimentario".

Entre todas las tarjetas que tenía preparadas en el atril, Arias Cañete desplegó su mejor sentido del humor para hacer el recorrido por los productos de De Luque. "Ciento veintitrés años, que se dice pronto, de iniciativas, modernización e innovación con productos que a muchos nos vienen a la memoria, como la aspirina Lucol, el tinte para canas Agua de Abisinia, que tiñe instantáneamente, algo que a algunos no nos habría venido mal, teniendo en cuenta que la mayoría aquí lucimos canas. Una vez que ya estamos todos 'morenos', pasamos al laxante Azúcar de Plátano, que seguro que hizo estragos, y a uno, que todavía creo que se sigue fabricando, como es el Bálsamo Oriental", dijo entre risas el ministro. Y continuó ante un público entregado. "Sin olvidar el muy popular 'Jerez Quina La Enfermera', un vino dulce especialmente indicado para abrirle el apetito a los niños antes de las comidas, una publicidad, querido Julio, que hoy día hubieras tenido muchos problemas. Y bueno, no podemos dejarnos el curioso vino para la impotencia sexual 'Longevital', claro antecedente de la viagra", declaró el popular.

Este recorrido ha sido posible gracias a que De Luque es uno de los principales fabricantes nacionales de extractos y aromas para bebidas y alimentación, así como para otros derivados de la industria. Fundada por Adulfo de Luque en 1890, los orígenes de la empresa nacieron con la idea de crear uno de los primeros laboratorios industriales de la época, y ahora, después de años de trabajo y fuerte presencia en el mercado nacional e internacional, la empresa jerezana apuesta e invierte cinco millones de euros en este nuevo enclave en el PTA. La responsable de Desarrollo y Nuevos Negocios, Ariana Luque, reconoció que a pesar de que la economía vive momentos complicados, "nuestro balance es positivo. Nos estamos moviendo por muchos mercados y poco a poco estamos abriendo otras líneas de negocio. Cada año crecemos un poquito más".

Las claves del éxito de la empresa -ahora bajo la dirección de la tercera y cuarta generación- se centran, según Luque en tres puntos claves. El primero, "en la calidad de los productos; en segundo lugar es muy importante el servicio a nuestros clientes, nuestro principal objetivo. Y por último, está en trabajar proyectos personalizados, a medida, hechos mano a mano con nuestros clientes".

Clientes que, como dijo Arias Cañete, luego se convierten en amigos. Y ayer se demostró. En las 'tripas' de la nueva fábrica, los presentes brindaron por un futuro esperanzador, con miras en el mercado asiático y estadounidense. Así que con esos objetivos tan 'internacionales' no podía faltar en la cita el que muchos dijeron que era el mejor cortador de jamón del mundo. En De Luque no se abren empresas, sino, como dijo la alcaldesa, 'catedrales' empresariales.