Antonio Malena ha vivido dos de los peores días de su vida. No duda un instante en decir que “pasamos miedo, mucho miedo”, después de que las protestas de los independentistas tomaran el aeropuerto de El Prat. “Veníamos muy contentos, felices, desde Milán porque hicimos un espectáculo maravilloso. Fue llegar a Barcelona y de repente empezaron a cancelarse vuelos”.

Eran las cuatro de la tarde del lunes. “Nos dejaron tirados en la terminal. A partir de entonces hubo cosas que vi que me dejaron muerto”, relata el cantaor jerezano al recordar”la de niños y personas mayores que estaban tiradas por los suelos, todo el mundo buscando un rincón en el que cobijarse”.

El ambiente en el exterior era terrorífico “porque lo único que se escuchaban eran los disparos de la Policía con las pelotas de goma y el escándalo de la multitud de personas que estaban fuera”.

“Querían entrar en la terminal para destrozarlo todo”. Lo primero que pensaron fue coger un hotel en el exterior “pero nos quitaron la idea de la cabeza por lo peligroso que era”. Lo que se vino entonces fue una noche larga “durmiendo en el suelo, dando unas pocas cabezadas y con el cuerpo destrozado. No nos dejaron salir ni para comer”, destaca Malena que la noche de este martes tan sólo tenía una idea en mente: “Hartarme de dormir en condiciones, que falta me hace”.