La primera vez que Manuel Lozano logró el trofeo de 'Mejor Enólogo de Vinos Generosos del Mundo' en la International Wine Challengue, el capataz general de Lustau presumía de conocer una a una las más de 22.000 botas que tenía a su cargo en la bodega jerezana del Grupo Caballero y que mima a diario como si fueran sus hijos. Cinco años después, Lozano sigue sin encontrar rival en el prestigioso certamen británico, que lo ha consagrado como mejor enólogo por quinto año consecutivo, logro jamás alcanzado antes en la larga historia del concurso londinense.

La gesta se confirmó el pasado jueves y el secreto de su éxito reside en el elevado número de medallas obtenidas por los vinos de Lustau en trigésima edición de la IWC, nada menos que 35 metales repartidos en una docena de oros, 14 platas y 9 bronces, informa la bodega jerezana en un comunicado.

El éxito de los vinos de Lustau en el prestigioso certamen avalan su calidad y el papel fundamental que desempeña el enólogo para la conservación de cada una de las soleras bajo su cuidado, explica la nota, en la que se recalca la excepcional calidad y el peso internacional de los vinos de la firma jerezana.

Con la humildad que lo caracteriza, Lozano asegura en la nota que "no me lo esperaba porque el nivel es cada año más alto. Para mi supone una satisfacción personal y profesional enorme. Es algo único y que tengo que agradezco, sin duda, a Grupo Caballero y a mi equipo de trabajo".

Detrás de cada uno de los jereces y manzanillas de Lustau se esconde la mano de Manuel Lozano, enólogo de la bodega desde 1999. Lozano controla todo el proceso productivo, desde el cuidado de viñas hasta la crianza de los vinos, que en el caso del vino de Jerez cobra una especial trascendencia. No en vano, el sistema de soleras y criaderas es la piedra angular que ha convertido a los vinos generosos de Lustau en un auténtico icono a nivel mundial, concluye la nota informativa.