Maroto ofrece hoy un pregón "religioso y preñado de fe"

Ismael Maroto Carabaño es el absoluto protagonista del día. Es Domingo de Pasión y por tanto desde el mediodía defenderá su anuncio de la Semana Santa desde el escenario del Teatro Villamarta. Será el tercer mercedario que es designado pregonero. Antes lo fueron el recordado Jesús Fernández de la Puebla y Felipe Ortuno Marchante, quienes pese a no ser nativos de Jerez, consiguieron embelesar y emocionar al cofrade jerezano cada uno con su propia impronta. En este 2013 le toca a Ismael, sacerdote, comendador de la Merced en Jerez y todo con 37 años. Es natural de Toledo y lleva seis años en la casa de la orden en la ciudad. Ese tiempo ha sido suficiente para sumergirse en las entrañas de un mundo cofrade, que adora y admira. Es director espiritual de Las Angustias y costalero de la Patrona, Las Angustias, Lágrimas y Soledad.

Hoy, junto a él, estarán sus padres y su único hermano, que llegan desde tierras toledanas. Vestirá el hábito mercedario, como hicieron sus hermanos de orden, y sonarán tres marchas elegidas por él: Callejuela de la O, Caridad del Guadalquivir y Costalero. Cierta controversia ha despertado esta selección por no ser de los más ortodoxa, pero para el pregonero todas tienen un significado más allá de su origen, dedicación o calidad. No obstante, ha dicho dijo que habrá alguna sorpresa. En el escenario estará la cruz de guía de la hermandad del Desconsuelo, por expreso deseo de Ismael, que la ha elegido por ser hermano y como guiño a los 300 años que cumple la cofradía y la Dolorosa.

Maroto confiesa gustarle la vivencia del tu a tu y en más de una ocasión no ha ocultado el respeto e incluso temor que le supone el reto del pregón: "Mi principal preocupación ha sido poder plasmar todas las vivencias que he ido acumulando y transmitir la fe que es el gran valor de la Semana Santa", sin dejar de lado "la experiencia social dramática que vivimos. Todo pregón tiene una carga social. No se pueden separar la condición de pregonero y ciudadano. Hay 37.000 situaciones concretas en la ciudad que son 37.000 cruces cada una de ellas".

Su oratoria tiene la gran virtud de ofrecer frases concluyentes, tales como que los cofrades "estamos llamados y obligados a transmitir esperanza. Si nuestra Semana Santa es capaz son de llevar esa esperanza sería maravilloso". El pregonero ha disfrutado y vivido intensamente todo el tiempo desde que le fue comunicada la decisión. También ha venido adelantando que desea contar como ve e hizo suya la Semana Santa.

No deben caber dudas que lo que oiremos hoy en el Villamarta será un pregón, como él mismo dijo, "religioso y preñado de fe", en la que los costaleros tendrán un hueco importante en su declamación: "la fe se puede vivir siendo cofrade y costalero". "Me encantaría que los de afuera tengan envidia de como celebramos la Pasión", confesando que su sí al pregón se sustentó en sus padres.