El manifiesto del flamenco que Jerez celebra desde 2011 cumplió su décima edición con la intervención del investigador y presidente del Círculo Flamenco de Madrid, Carlos Martín Ballester que, como era de esperar, diseccionó de manera precisa y concreta los males del arte jondo actual detallando muchos de sus grandes males pero también ofreciendo alternativas concretas para augurar un futuro mejor.

Fue sin duda un discurso especialmente ilustrativo, acercándose en muchos momentos a tonos de conferencia, pues además de opinión y reflexión aportó datos históricos y fechas, ejemplos claros de su amplio conocimiento.

Martín Ballester prestó especial importancia al cante “porque como dice mi amigo Faustino Núñez, se toca el cante y se baila el cante, por lo tanto,el cante es la piedra angular del flamenco”; y a través de él fue enumerando algunos de los problemas reales, desde el tiempo de interpretación a la vocalización, siempre sin olvidarse de los artistas.

En su particular decálogo de soluciones abogó por la puesta en marcha de “un plan coherente con las necesidades” actuales, como “la creación de un tejido profesional que hiciera uso delas subvenciones, pero que no dependierade ellas”; “la inclusión definitiva del flamenco en conservatorios, universidades y escuelas”, la regeneración de las peñas flamencas introduciendo savia joven; o “ayudas a los tablaos para que su dependencia del turismo extranjero vaya paulatinamente decreciendo gracias a la incorporación de público nacional”.

Defendió también a la “maltratada” guitarra flamenca, que debería “tener el protagonismo que se merece”, el apoyo a la investigación y pidió más respaldo al Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, “garantizándole la financiación necesaria tanto para el aumento de su plantilla como para la adquisición de fondos”. Por último, solicitó “un plan estratégico del flamenco” con artistas, programadores, medios de comunicación y administraciones”.

Ezequiel Benítez, recogiendo emocionado el reconocimiento a su padre.