Estudiar el grado de Medicina es, sin lugar a dudas, todo un reto para muchos estudiantes recién salidos del Bachillerato. Obtener una nota media superior a 13 es actualmente la exigencia mínima pues la demanda para esta carrera es enorme en todo el territorio nacional.

Sin embargo, las diferentes políticas de cada comunidad autónoma convierte a la posibilidad de estudiar en otra provincia en toda una odisea para muchos de estos jóvenes que se ven obligados a solicitar plaza en todas y cada una de la oferta pública existente en el país.

Es el caso de un estudiante jerezano que acaba de finalizar sus estudios con una nota media de 13,016 y que ve imposible la opción de estudiar en una universidad próxima. De hecho, en Cádiz para las 150 plazas que se ofertan de cara al próximo año, como viene siendo habitual con una demanda superior a la oferta, la nota más baja para obtener dicha plaza es actualmente 13,3.

Hasta ahí todo bien. El problema se lo encuentran estos estudiantes al salir de Andalucía, donde las facilidades para los de otra región ya no son equiparables a las que se ofrecen en esta Comunidad Autónoma, en la que gracias al Distrito Único existe uniformidad en todos y cada uno de los procesos de acceso a las universidades.

¿Pero y qué pasa fuera? Padres de estos estudiantes denuncian la discriminación a la que se ven sometidos sus hijos cuando quieren acceder a cualquier plaza de Medicina en otras regiones. Así lo denuncia Manuel, uno de los afectados. Este padre asegura que “solicitamos plaza en el País Vasco y nos dicen que si tenemos B2 de Euskera, que si no lo tenemos, no podemos aspirar a ninguna plaza”, lamenta indignado.

En dicha comunidad, la Universidad del País Vasco reserva un 40% de las plazas de Medicina a estudiantes vascos, algo que según explican, responde a la necesidad de contar con más profesionales bilingües y que mejorará el servicio.

“En Cataluña nos ha pasado lo mismo, que te excluyen sin darte ninguna explicación, ni en qué puesto ni la nota de corte ni nada. Pero lo peor ocurre en Murcia, donde nos han dicho que si queremos seguir aspirando a una plaza, tenemos que presentarnos allí en unos días, como si estuviera aquí al lado. En caso de no presentarse, perdería la opción. Es incomprensible que en la situación que estamos y en 2021 haya que acudir personalmente a un sitio”, denuncia este padre.

En Galicia, concretamente en Santiago de Compostela, idem de lo mismo, “nos han llamado hoy para decirnos que los 400 primeros que se presenten en persona, consiguen la plaza, pero sin saber qué nota de corte tienen ni nada por estilo”, reconoce.

“Al final, los únicos tontos somos los andaluces, donde puede venir cualquiera a matricularse sin ningún problema, algo lógico pero que no se repite, por desgracia, en otros puntos del país”.