Menores desamparados buscan familias de acogida

Asociación Andaluza de Centros Católicos de Ayuda al Menor -ACCAM-, arropada por el Grupo Romero Caballero, presentó días atrás en la Escuela de Hostelería el nuevo programa de acogimiento familiar 'Acógeles'. Se trata de un programa de mediación para el acogimiento familiar de menores en situación de desamparo y que se encuentran en centros de protección de menores. El acto estuvo presidido por el delegado de Bienestar Social y el Mayor, José Manuel Jiménez, que estuvo acompañado por Purificación Díaz Triviño, presidenta de ACCAM; Agustín López, jefe de servicio de Centros de Protección, y Juan Vizuete, coordinador del programa.

Según los responsables de la entidad, "tras casi diez años de trabajo conjunto, observamos que los menores son derivados a nuestros centros con una cada vez más complicada situación afectiva, emocional y psicológica, probablemente motivada por la 'multiproblemática' situación de sus familias de origen y el proceso vivido desde su ingreso en el sistema de protección". ACCAM es una asociación sin ánimo de lucro, "formada por entidades con centros de protección de menores acogidos en nuestros centros, para así garantizarles una vida más feliz. También somos conscientes del enorme beneficio que el acogimiento familiar reporta al desarrollo evolutivo del menor".

El Programa Acógeles tiene por objeto la búsqueda de familias interesadas en acoger y educar menores que están en centros. Estas familias son entrevistadas por un equipo técnico compuesto por trabajadores sociales, educadores y abogados. Tras una sesión informativa del contenido del programa, la solicitud de acogida se hace llegar al Servicio de Protección de Menores.

La asociación nace en 1999 con el deseo de aunar criterios de actuación en los centros de protección de menores de Andalucía, regentados entonces en su mayoría por distintos institutos, asociaciones o congregaciones religiosas. Este programa irá dirigido a menores y a las familias acogedoras, es decir, las personas solicitantes, deberán pasar por el proceso de valoración de idoneidad. El estudio consiste en conocer las habilidades que poseen para fomentar el crecimiento y desarrollo evolutivo de los menores que puedan estar bajo su guarda. Al principio, los interesados presentan la solicitud en la delegación provincial de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social. Desde dicha delegación hacen la petición de formación y valoración de idoneidad y, en ese momento, comienza el estudio.

En principio hay tres tipos de acogimiento. El primero de ellos es el familiar simple, es decir, la permanencia de un niño en una familia de una forma transitoria hasta que se produzca la reunificación familiar, su acogimiento en familia extensa o el paso a una medida más estable. El acogimiento de urgencia es una modalidad del acogimiento simple, que se aplica a menores sobre los que hay que intervenir de forma inmediata, a fin de evitar la institucionalización temprana y las secuelas que de la misma se puedan derivar permitiendo que los menores gocen de un ambiente y atención familiar durante el tiempo necesario para realizar el estudio sobre la situación del menor y poder proponer la vuelta con su familia de origen o la medida de protección más adecuada.

El acogimiento permanente se promoverá cuando, no existiendo previsión de reinserción adecuada del menor en su familia biológica, las características y deseos personales del propio menor o las específicas circunstancias de su situación aconsejen su integración estable y duradera en otra familia, sin creación de vínculos de filiación entre ellos.