"No es una cuestión de ser cristiano o no, sino de ayudar al que lo necesita"

La misionera María de los Ángeles García visita Jerez como testigo directo de la labor que desarrolla Manos Unidas en lugares como Mali

Manos Unidas: cómo cambiar el mundo desde Jerez

La misionera María de los Ángeles García, en el Obispado de Jerez.
La misionera María de los Ángeles García, en el Obispado de Jerez.
A. C.

11 de febrero 2024 - 05:20

Jerez/"Llevo 26 años en Mali y no tengo palabras para agradecer a Dios todo lo que me ha dado". María de los Ángeles García es testigo vivo de que las cosas se están haciendo bien. Nacida en Sueros de Cepeda (León) en 1959, su familia se marchó a Bilbao siendo ella una niña. Allí desarrolló sus estudios de Medicina.

Una vocación que le llevó a otra. "Fue mientras estudiaba la carrera, en una residencia de las religiosas de María Inmaculada. Me llamaba mucho la atención lo que hacían las hermanas, el trabajo que tenían, así como sus misiones fuera. Poco a poco me fui interrogando qué iba a hacer con mi vida. Así que cuando acabé de estudiar, estuve trabajando, hice algunos cursos de voluntariado y tras unos ejercicios espirituales me decidí a entrar. Si este es mi camino, que Dios me ayude. Estoy encantada de estar en la vida religiosa", cuenta.

La misionera da testimonio de la labor que se desarrolla en lugares beneficiarios de las ayudas de Manos Unidas y del resultado del esfuerzo de estas iniciativas. Mali es un ejemplo de ello. "Hay dos cosas que quiero destacar de Manos Unidas: es una ONG de desarrollo, es decir, que te enseña a pescar, aunque también te da el pescado en grandes catástrofes. Y, es una ONG de voluntarios, algo que valoro mucho porque el 90% del dinero que dan las personas que nos ayudan llega directamente, no se pierde por el camino en otras cosas", asegura.

¿Por qué Mali? García recuerda que siempre tuvo un gran deseo de hacer misiones. En su día, pidió a la congregación ir a la India, pero como en Mali iban a abrir una escuela de enfermeras, la destinaron allí, tras hacer los votos perpetuos. Hoy es la directora de dicho centro, que en su momento empezó con 40 alumnas. "Gracias a Manos Unidas, que siempre ha estado a nuestro lado y es nuestra familia, ahora tenemos 950. Tenemos alfabetización, escuela Primaria, Secundaria, Corte y Confección, Técnicos de Salud y licencia en Ciencias de Salud. Además, ofrecemos una residencia a las jóvenes que vienen de los poblados a estudiar. La situación de la mujer en el Malí no es fácil. Ella es la que lleva el peso de la casa, la que va a por agua, a por leña, hace la comida... Trabaja desde por la mañana hasta la noche. Antes, la mujer tenía muy pocas posibilidades. A través de los proyectos en los que Manos Unidas nos ha ayudado, por ejemplo, en Corte y Confección, las chicas pueden tener una máquina de coser. Pueden así instalarse en su poblado y ganarse la vida. Asimismo, las enfermeras que tenemos, la gran mayoría está trabajando. Lo que yo como médico no pude hacer lo están haciendo ellas. Eso es algo fabuloso. A través de los otros podemos hacer muchas cosas".

Feliz en Mali, de donde no quiere moverse, a pesar de la situación, allí se siente realizada. "La vida en Mali no es fácil. Mucha pobreza, problemas sanitarios, infecciones, malaria, tuberculosis... Viene mucha gente a pedirnos ayuda. La mortalidad en el parto es muy elevada, niños que se quedan huérfanos... No es fácil, no". "Sin embargo -añade- es mucho lo que recibimos. Cuando ayudas a los demás siempre te sientes muchísimo mejor. Hablo siempre del Salmo 49, que dice que el hombre en la opulencia no comprende. Y eso es lo que nos pasa. Tenemos todo cubierto, más o menos, aunque haya muchas necesidades, pero siempre hay más sitios donde poder acudir. Hay otras realidades que son muy diferentes, con necesidades mayores que las nuestras. Merece la pena ayudar. No es una cuestión de creencias, de ser cristiano o no, es una cuestión de ayudar al que lo necesita".

Otra misión muy importante

Manos Unidas participa en una gran parte de los proyectos que desarrolla esta escuela de Mali. Ha construido el centro, con más de 19 aulas; ha instalado energía solar, ha facilitado el acceso a agua potable para todo el barrio, ha donado un molino... "Es impresionante el trabajo que a través de Manos Unidas podemos hacer", destaca la misionera.

María de los Ángeles está 'de gira' por la provincia respaldando con su testimonio el lanzamiento de la campaña de Manos Unidas 2024, 'El efecto ser humano. La única especie capaz de cambiar el planeta', que pone su foco en la crisis climática y su efecto sobre la población más vulnerable. Desde la Diócesis de Asidonia-Jerez, la ONG ha elegido cuatro proyectos para llevar a cabo durante este año.

Este domingo, 11 de febrero, María de los Ángeles estará, a las 11,30 horas, en la eucaristía del colegio de El Pilar (Marianistas); 13 h: eucaristía en la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves; y 19,30: eucaristía en la Parroquia de San Juan de Ávila. Y el lunes 12 de febrero, 9,30 h: visita al Instituto Fernando Savater y 12 h: visita al Colegio de las Salesianas.

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