Moverse por Jerez: un reto

El reto es sencillo, tratar de llegar de un punto a otro de la ciudad en diferentes medios de transporte. Escogemos un sitio al azar, La Serrana, a los pies de la barriada Las Torres y a unos pasos del polígono San Benito y de La Plata, dos de las zonas más populosas de Jerez. El destino, una calle céntrica, San Agustín, junto a la plaza del Arenal.

EN COCHE

El navegador en línea de Google revela la evidencia. Hay que dar un rodeo, casi abandonar Jerez. Según el punto de salida de la larga avenida de la Serrana, sale más a cuenta tomar la circunvalación por la antigua N-4 -dirección Zoobotánico y bajando por Picadueñas-, para llegar al centro de Jerez por Cuatro Caminos, o llegar hasta Hacienda y los Juzgados para bajar por plaza del Caballo y encarar el centro desde el Minotauro.

Pero no. Primero hay que probar si existe alguna posibilidad de callejear por el mismo casco histórico y acabar en la trasera del Arenal. Son las 13,20 horas. Bajamos con el coche desde La Plata hacia la calle Asta, Santiago y Ancha. Giramos en Porvera a la derecha y encaramos la plaza Rivero. Comienza la aventura en plaza de San Marcos. A la altura de la Sala Compañía una furgoneta de reparto nos pita para que aligeremos el paso.Seguimos a 10 km/h. Giramos desde Francos hacia la calle San Juan. 13,37. Una señora nos deja pasar por una calle estrecha metros antes del comedor de El Salvador. Por Juana de Dios Lacoste miramos el reloj y aquello empieza a no tener sentido.En Chapinería tenemos que bajar hacia elArroyo, y de ahí, tras la vuelta a la Ermita de Guía, de Cuatro Caminos hacia arriba. Primer intento fallido, está claro que la travesía por el centro no va a ser la correcta. 13,50. Hace casi media hora que salimos de La Serrana. Los ingenieros de Google Maps, residentes en California, ya lo aconsejaron. Que se dejen de sistematizar mapas de ciudades a miles de kilómetros y que sigan investigando para presentar un vehículo aerodeslizador como los de las películas futuristas que surcan el cielo.Será entonces cuando el centro sea zona de paso franco.

Segundo intento. Hagamos caso a Google. Decidimos rodear el centro, con todas sus consecuencias. Salimos a las dos y cuarto de la tarde de un viernes, en plena hora de recogida de chavales de las escuelas. Bajamos por la trasera del colegio Marianistas, donde montones de criaturas encaran el fin de semana rellenando coches estacionados en doble fila. Tardamos diez minutos en llegar a la plaza de las Marinas, un trayecto que a cualquier hora nos llevaría mucho menos. El semáforo se pone varias veces en rojo y en verde hasta que podemos continuar sin trabas. La avenida de la Cruz Roja es un circuito de velocidad para muchos vehículos con prisas por llegar a casa a almorzar.

Continuamos por debajo del límite y llegamos bien a la Venencia. Para avanzar al Minotauro aguantamos una hilera de coches que necesitan varios ciclos de rojo y verde para descongestionar el pequeño atasco que se forma en la zona en horas puntas. Acaso habría sido más efectivo descartar el puente y tomar el giro de la calle Arcos por María Antonia Jesús Tirado hacia Medina. No hay vuelta atrás. Llevamos concretamente 19 minutos circulando -los últimos, a tirones de atasco-. Entramos, ya sí, como la seda por la plaza de las Angustias. Buscamos aparcamiento por detrás de Esteve. No hay problemas porque gran parte de la zona azul ya ha sido abandonada por trabajadores y otras personas que fueron al centro en la mañana. Además, a la hora del almuerzo no se paga. De haber elegido otro momento, el aparcamiento gratuito habría quedado descartado y, probablemente, se habría alargado. Tiempo total: 23 minutos.

La otra alternativa de circulación, la bajada por la circunvalación hacia el Sur y Cuatro Caminos es similar, con subida por Ronda de Muleros. Completamos el recorrido en tiempo similar, 21 minutos.

Si no hacemos el viaje a las horas más calientes del día, nos ahorraremos algunos minutos de aglomeraciones. Por contra, al tratarse nuestro destino de una zona céntrica donde abunda la zona azul, si buscamos aparcamiento sin pagar la cosa se complica, por no decir que es directamente imposible. Si se opta por el parking subterráneo del Arenal, el precio por estacionar se dispara. Si se prefiere intentar aparcar en zona azul, el precio será más asequible, pero requiere el tedio de la búsqueda, que además acaba alejando alejando al conductor de su destino. Con un poco de suerte, se puede obtener una plaza por los alrededores en menos de cinco minutos, aunque dado el caso se puede complicar hasta 20 ó 25 minutos. Para la preparación de este reportaje volvemos a realizar el desplazamiento a las doce de la mañana. Tiempo de trayecto: 14 minutos. Tiempo empleado para aparcar: 11 minutos. Total: 25 minutos y 1,15 euros menos en el bolsillo (gasolina aparte).

EN BUS URBANO

La línea 3 promete un recorrido rápido aunque dará algunos rodeos hasta llegar a la rotonda de Los Casinos. Esperamos tres minutos en La Serrana a que llegue con unos segundos de adelanto sobre el horario. Circula prácticamente vacío. Pagamos el euro con diez céntimos y nos sentamos atrás cómodamente. Sube por la avenida de la Soleá, gira en las Torres y vuelve a bajar hacia Santiago, calle Ancha, Porvera...Esto me suena. Pero en lugar de adentrarse hacia Rivero, utiliza su prerrogativa de vehículo público y para en Casinos. Tiempo: 15 minutos. Gana por goleada, pero estamos a cinco minutos a pie de San Agustín, por lo que ronda igualmente los 20 minutos, similar al trayecto en coche.

Esta línea continúa hacia Esteve por calle Sevilla y Paúl, y gira como hicimos con el coche hacia el Minotauro. Son 13 minutos más para llegar a Esteve, algo más cerca de SanAgustín, pero de largo no merece la pena continuar desde Los Casinos.

EN BICICLETA

La ínclita construcción del carril-bici da dolores de cabeza a muchos conductores pero facilitará el acceso al centro en dos ruedas. Hoy Jerez es una ciudad compleja por la que moverse en bicicleta, donde además no está permitido circular por la acera. El centro cuenta con muchas calles en un solo sentido -en nuestro trayecto, Lealas-, por lo que las opciones son bajarse de la bici y empujarla o rodear como si se tratase de un vehículo más por Asta y Santiago. En Porvera el empedrado nos obliga a plantar el pie en el suelo o volver a empujar. En algunos tramos sale a cuenta seguir intentando pedalear. Se hace eterna. La calle Larga es considerada por el Ayuntamiento zona peatonal de uso mixto, con lo cual, por sus aceras está permitida la circulación en bicicleta aun manteniendo el peatón la prioridad. Mantenemos la precaución y la distancia. La plaza delArenal mantiene este mismo régimen viario. Tiempo empleado: 19 minutos. Con carril-bici, esperemos, llegar al centro será más cómodo y rápido.

EN SENTIDO CONTRARIO

Resulta curioso constatar que hacer el camino inverso en coche, desde San Agustín hacia la Serrana, puede ser mucho más sencillo. En aquella zona no es difícil encontrar aparcamiento, por lo que no se incrementa la problemática. Salir desde San Agustín obliga a rodear Jerez por el Sur y el Oeste, repitiendo el camino que hicimos de ida. Pero si se optó por aparcar el automóvil en el aparcamiento subterráneo, cuya entrada se encuentra en San Agustín, existe la posibilidad de tomar la salida hacia la calle Corredera y bajar por Esteve y Honda a la Alameda Cristina, por calles con un solo sentido para circular. Luego, en Lealas, los astros se vuelven a alinear y nos colocan en La Plata en menos que canta un gallo. Todo es rodear el parque hasta llegar a la avenida de La Serrana. La clave está en el parking subterráneo, que conecta las dos partes casi incomunicadas del casco histórico, que tantos problemas lleva dando estos años.

Conclusiones

El carril-bici ayudará, en teoría, a descongestionar las carreteras y permitirá el acceso al centro y a otras zonas con mayor facilidad. En algunos puntos seguirá siendo complicado moverse por Jerez. Trataremos de repetir el experimento cuando acaben las obras para ver las diferencias.