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8M: día internacional de la mujer

La mujer en el sector bodeguero

  • Un recorrido por la historia y la actualidad del lado más femenino del sherry

Algunas de las mujeres bodegueras de la actualidad.

Algunas de las mujeres bodegueras de la actualidad.

La presencia de la mujer dentro del sector vitivinícola del Marco ha sido, desde hace al menos dos siglos, fundamental en el desarrollo y expansión de la industria bodeguera. Nombres como Teresa Rizo y Velasco, Gertrudis Viñalet, Aurora Böhl de Faber en el siglo XIX y posteriormente, ya en el siglo XX, Pilar Plá o Pilar Aranda han servido para sentar las bases del futuro que hoy conocemos y en el que las nuevas generaciones incorporadas a la cultura del vino conforman la realidad de muchas empresas.

Tampoco hay que olvidarnos de aquellas mujeres anónimas a las que las bodegas, en caso de viudedad, permitían mantener el trabajo de sus fallecidos esposos (principalmente durante el siglo pasado), sobre todo en labores como el etiquetado, la vendimia e incluso en tareas administrativas.

Hoy, por contra, las encontramos dentro de puestos importantes del organigrama empresarial de muchas bodegas, desarrollando labores de enólogas, bodegueras, directoras de exportación, de marketing y comunicación, responsables del área de enoturismo, propietarias de viñedos, venenciadoras, capataces, etc.

Por ello, con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el próximo 8 de marzo, el Consejo Regulador de Vinos y Vinagre de Jerez quiere rendir un homenaje a todas las profesionales que, gracias a su esfuerzo y dedicación, han contribuido, en sus diferentes áreas, a que los Vinos de Jerez sean hoy uno de los de mayor reconocimiento internacional.

En el área de enoturismo, donde la mayor parte de los cargos de responsabilidad están ocupados por mujeres, éstas han sido clave en convertir a la Ruta del Vino y Brandy del Marco de Jerez en la más visitada de España. Entre las profesionales de esta área se encuentran, entre otras muchas:

  • Beatriz Vergara, directora de Enoturismo de Bodegas González Byass, ha logrado convertir a esta bodega en la más visitada no solo de nuestro país sino de toda Europa.
  • - María Eugenia Herrera, directora de marketing y enoturismo de Bodegas Fundador, donde lleva más de 24 años dando a conocer sus vinos y brandies a miles de visitantes.
  • - Rocío Osborne, directora de Relaciones Públicas y Comunicación Internacional de Bodegas Osborne y sexta generación de la familia fundadora. Representa el negocio familiar en todo el mundo destacando la calidad de sus vinos.
  • - Brita Hektoen, noruega enamorada del paisaje de la viña y defensora del enoturismo rural, es propietaria de un viñedo con alojamiento.

Con respecto al área técnica, el incremento del número de mujeres enólogas con una gran trayectoria ha contribuido a la consolidación de estos vinos, que están entre los más galardonados del mundo, reconocidos en certámenes tan importantes como los International Wine Challenge, los Decanter World Wine Awards, los International Wine Challenge Merchant Awards, Bacchus, entre muchos otros. Mujeres como:

  • - Victoria Frutos, enóloga y adjunta a la dirección técnica del Grupo Bodeguero José Estévez, donde lleva trabajando desde 2005. Considera un lujo poder ejercer su profesión con unos vinos tan singulares y con tanta historia como los Vinos de Jerez.
  • - Paola Medina, enóloga de las Bodegas Williams & Humbert desde 2010. Asegura que pocos vinos despiertan tanto pasión como los Vinos de Jerez, tanto por su variedad como por su particular proceso de elaboración.
  • - Montserrat Molina, enóloga de Bodegas Barbadillo, donde ya lleva más de 20 años de trayectoria. Llegó a Sanlúcar de Barrameda proveniente de Cataluña y enseguida quedó enamorada por la singularidad de la Manzanilla.

Aunque hace años el negocio tenía un marcado perfil masculino, en la actualidad un buen número de bodegueras forman parte de la Denominación de Origen y juegan un papel fundamental en el éxito y reconocimiento de sus productos a nivel nacional e internacional. Algunas de ellas son:

  • - María del Carmen Borrego, propietaria de Bodegas Maestro Sierra e hija de Pilar Pla, perteneciente a una familia de varias generaciones de bodegueros, ha compaginado su labor docente e investigadora con su labor profesional como bodeguera.
  • - Rocío Ruiz, directora y propietaria de Bodegas Urium: apasionada de los Vinos de Jerez, está al frente de esta pequeña bodega artesana y familiar.
  • - Helena Rivero, presidenta de Bodegas Tradición, donde elaboran vinos de más de 20 y 30 años de crianza, y cuyo origen se remonta a una saga bodeguera fundada en el siglo XVII.
  • - Esperanza Páez, copropietaria y gerente de Bodegas Páez Morilla, pionera en la comercialización de vinagres de calidad.
  • Alejandra Páez, responsable de ventas en el extranjero de las Bodegas Dios Baco desde hace más de 20 años. Es hija de José Páez Morilla, de ahí que excelso conocimiento de la profesión.

En el área ejecutiva, también hay mujeres que ocupan cargos de responsabilidad sectorial y que, gracias a su labor han conseguido que los Vinos de Jerez sean reconocidos como un producto único por su calidad y versatilidad. Entre ellas, se encuentran:

  • - Carmen Aumesquet, directora de promoción del Consejo Regulador de los Vinos y Vinagres de Jerez y la Manzanilla desde el año 2005, ha logrado transmitir los valores de los Vinos de Jerez a través de campañas de marketing galardonadas internacionalmente.
  • - Patricia de la Puerta, secretaria general de la Federación de Bodegas del Marco de Jerez (Fedejerez), responsable de la coordinación de la política de promoción de vinos, brandies y Vinagres de Jerez desde 2004.

Mujeres de la historia

Este grupo de mujeres han tomado el testigo de varias generaciones de féminas que a lo largo de los últimos siglos tuvieron un papel fundamental, aunque desafortunadamente poco conocido, en el sector vinatero y bodeguero del Marco. La profesora de la UCA Lola Lozano Salado trabaja desde hace varios años en la elaboración de una investigación que tiene que ver precisamente con la presencia de la mujer dentro de este ámbito.

Fue a finales del siglo XIX cuando la presencia de varias protagonistas femeninas resultó fundamental para el futuro de varias entidades bodegueras pues sus decisiones y arrojo en un momento dado evitó su desaparición, manteniéndolas a flote durante años e incluso en algunos casos, estableciendo el germen de entidades que todavía hoy, como el caso de las Bodegas Osborne, se mantienen a flote. En dicho trabajo de investigación, la profesora ha encontrado ya hasta 50 mujeres que de alguna forma estuvieron vinculadas al vino de Jerez, si bien destaca la labor de ocho de ellas, seis pertenecientes al siglo XIX y dos al siglo XX.

En 1739 nace la primera de ella, Teresa Rizo y Velasco, una gaditana afincada en Jerez, de donde eran su padre y su marido.

Francisco Romano de Mendoza, el marido de Teresa, había creado una empresa verdaderamente importante y cuando él murió, en 1799, ella tomó el mando. “La empresa que heredó era importante pero ella consiguió hacerla aún más durante el periodo 1799-1818”, apunta Lozano.

Gertrudis Viñalet Menchaca y Gertrudis Labara de Lamadrid fueron otras dos bodegueras jerezanas coetáneas a Teresa Rizo, es decir, su labor discurrió “en las primeras décadas del ochocientos”. La primera nació “en 1772” y la segunda “en torno a 1749”.

Viñalet, natural de El Puerto y de ascendencia bodeguera, casó con un Juan Lacoste, uno de los “muchos extranjeros que llegaron a Jerez para trabajar en el sector del vino”; mientras que Labara lo hizo con Antonio Ruiz de la Rabia, uno de los muchos montañeses que se instalaron en la ciudad.

Ambas “se pusieron al frente de las bodegas tras enviudar”, destacando principalmente como “cosecheras, almacenistas y exportadoras”, explica Lola Lozano.

Otro nombre significativo fue el de Emilia Costello Fallon, de ascendencia irlandesa pero nacida en Cádiz. Se casó con el irlandés Richard Sheil, también ligado al vino, pues de hecho fue socio de Guillermo Garvey, fundador de las bodegas Garvey. Tras morir su marido en 1888 asume el mando de la empresa y tras no alcanzar un acuerdo con el hijo de Guillermo, Patricio Garvey, crea la bodega ‘Viuda de Richard Sheil’ que tuvieron especial protagonismo en décadas posteriores. “Su casa exportadora no llegó a alcanzar la fama de la firma Garvey, pero sus vi-nos fueron muy conocidos en el merca-do británico y logró mantenerse hasta 1839, fecha posiblemente de su muerte o retiro”.

Tampoco hay que olvidar los nombres de Aurora Böhl de Faber, “hija de la popular Frasquita Larrea del Cádiz de las Cortes y hermana de la escritora Fernán Caballero”.

En 1825 se casa con Thomas Osborne. “No fue bodeguera, pero sí tomó decisiones fundamentales para la empresa, pues llegado el momento optó por invertir en el negocio del vino, constituyendo en 1855 una nueva compañía vinatera con Duff Gordon, importante empresario afincado en El Puerto, y salvó así el legado de su marido”. De hecho, “las bodegas Osborne se crearon varias décadas después, tras la adquisición de sus herederos de la parte de Duff Gordon”.

La sexta protagonista del siglo XIX fue Leona Mergelina. “Sanluqueña de nacimiento y quizás la que ha gozado de un mayor reconocimiento”, destaca Lozano, “tomó las riendas del negocio en 1865 tras la muerte de su marido, el político burgués Pedro Manjón”.

“Con 43 años de edad, decidió hacerse cargo de la bodega y al frente de ella estuvo durante más de treinta años, un tiempo en el que no sólo la consolidó sino que la aupó hasta convertirla en una de las principales bodegas de Sanlúcar”.

Tanto es así que en 1879 “en un viaje de Alfonso XII a la zona, la única bodega que visita será la suya”, afirma Lozano Salado. Murió en 1900.

Resulta curioso, tal y como reconoce la investigadora, que “estas mujeres lo tuvieron más fácil que las bodegueras del siglo XX, donde existió una regresión”.

La llegada del franquismo y la dictadura de 40 años, con la imposición de ciertos roles a la mujer y un extremo conservadurismo, motivó que otros dos nombres fundamentales, caso de Pilar Pla y Pilar Aranda, “tuvieran más dificultades”. Aún así, Lola Lozano destaca de ellas “su fuerte y arrolladora personalidad”, algo que les permitió sobrevivir a tal circunstancia y destacarse como dos empresarias bodegueras importantísimas.

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