Muros del Paraíso

patrimonio

Últimos hallazgos de la muralla aportan más datos, como la confirmación de una necrópolis andalusí

Expertos alertan del mal estado de varias torres

Una vista del Alcázar y su torre octogonal.
Una vista del Alcázar y su torre octogonal. / Pascual
Arantxa Cala

Jerez, 29 de enero 2017 - 02:08

Los trabajos que allí se están realizando consisten en el control arqueológico de las obras, la investigación de los restos y el proyecto de conservación. La intervención arqueológica ha confirmado los datos que se tenían acerca de la existencia de un tramo de muralla y otro de barbacana, conservados dentro de la finca. Ha posibilitado también la localización de los restos de uno de los torreones que pertenecieron a la Puerta Real, cuya ubicación se planteaba en la Carta Arqueológica como probable. Asimismo, se han podido excavar enterramientos de época islámica, confirmándose los datos que se poseen acerca de la ubicación extramuros en esta zona de Jerez de una de la Maqbaras o necrópolis andalusí, localizada en 2004 durante los trabajos arqueológicos efectuados previamente a la construcción del actual parking subterráneo. Según el equipo de arqueólogos de la empresa 'Arqueosistema', encargada de desarrollar el proyecto arqueológico en dicho negocio, "se han excavado dos inhumaciones en fosa simple y un osario. El análisis preliminar de los restos indica que se trata al menos de un individuo de sexo femenino y otro de sexo masculino. El torreón no conserva su altura original, si bien podemos apreciar interesantes detalles constructivos del mismo, como las huellas de los agujales en las tapias -de los que se han recuperado restos de cuerdas empleados en la fabricación del conjunto amurallado-, y el empleo del ladrillo de las esquinas. El lienzo de muralla sí se conserva hasta su altura original, apreciándose, como novedad, la conservación 'in situ' de una albardilla o coronación piramidal de las almenas, con su recubrimiento de cal y enfoscado blanco, y la existencia de al menos dos fases constructivas, con un interesante recrecimiento en tapial. A su vez, un pequeño tramo de la muralla conserva aún el alisado de la cara exterior de la tapia y el enfoscado original de cal, que pudo recubrir toda o gran parte de la superficie del muro". Los datos obtenidos, una vez analizados, "posibilitarán que nos acerquemos a las fases constructivas del sistema defensivo medieval de la ciudad, a las técnicas constructivas empleadas y a su correcta datación cronológica. En la actualidad, la mayor parte del sistema defensivo de la ciudad ha sido datado, de modo amplio, entre los siglos XII-XIII, durante el período de dominación almohade", apuntan desde la empresa. Los restos del torreón y de la muralla podrán ser contemplados una vez acaben las obras de acondicionamiento del local para adaptarlo a su nuevo uso hostelero. El resto de material arqueológico, incluyendo los restos óseos recuperados, se encuentra en fase de estudio en laboratorio, antes de ser depositados en el Museo Arqueológico Municipal.

Respecto al proyecto de conservación, "aprobado por la Comisión Provincial de Patrimonio, pretende consolidar los paños vistos de la superficie de parte del torreón y muralla almohades localizados, y reforzar las zonas de esas mismas superficies que presentan serios problemas de estabilidad o deterioro, así como proteger en el futuro los restos de la barbacana y los propios restos de muralla y torreón". Hay que destacar que el director de los trabajos es el arqueólogo Ernesto J. Toboso Suárez, que cuenta con la coordinación de los arqueólogos Diego Bejarano Gueimúndez y Juan José Císcar Malia. Se ha contado con la participación del arqueólogo Adolfo Moreno Márquez, especialista en Antropología Física Forense. El proyecto de obras es de Daniel López Castro-Palomino.

Desde 'Arqueosistema' destacan que las estructuras defensivas están realizadas mediante la técnica del tapial, sistema constructivo que en la práctica no deja de ser un encofrado con tablas de madera donde se vierte una mezcla conformada por cal, tierra y material heterogéneo (como hueso, cerámicas, restos vegetales, piedras, etc.) que es apisonado hasta su endurecimiento definitivo. El nombre de tapial proviene de la palabra árabe tabiyya, que se refiere a este sistema de encofrado. Es una de las técnicas más características de las construcciones andalusíes.

Hay que recordar que la muralla de Jerez está catalogada como Bien de Interés Cultural, y protegida por el PGOU a través de la Carta Arqueológica Municipal. Para el equipo de arqueólogos "estos hallazgos, le confieren al local un gran valor añadido, y aumentan la oferta patrimonial de la ciudad. La muralla representa sin duda uno de los momentos de esplendor de la ciudad, cuando ésta se amplía hasta las 50 Ha de extensión, y se convierte en un foco cultural de gran esplendor. Momentos que pueden ser contemplados de nuevo si somos capaces de conservar este espectacular legado".

Otras fuentes expertas advierten del mal estado de algunas zonas de la muralla de la ciudad. Tal es el caso de torreón de la calle Muro, que tiene un acebuche plantado en lo alto, asimismo, su lienzo de muralla está cubierto de vegetación, que no permiten ver el monumento. "La muralla hay que estar manteniéndola de manera constante, no se puede permitir que crezca la vegetación porque tenemos una muro de tapial, de tierra, y lo que hace continuamente es erosionar. O se monta un plan de mantenimiento y conservación de la muralla, o se nos caerá a trozos. Y aquí parece que lo se que se quiere es que se caiga para poder reconstruir". Estas mismas fuentes aseguran que desde el Ayuntamiento "tienen constancia del peligro de derrumbe de algunos tramos, "y no se hace nada".

Para el historiador Manuel Romero Bejarano, otro punto delicado de la muralla es el "torreón que se encuentra en el número 3 de la calle Ancha, que no se encuentra en muy buen estado y es una pena porque tiene parte del Camino de Ronda". Sobre el estado general de nuestro sistema defensivo, apunta que "más o menos habrá que ver lo que hay en el interior de las casas por las que pasa, pero lo bueno es que los propietarios parece que tienen conciencia y cuidan el muro, aunque no se ha intervenido en todas las viviendas". Además, reconoce la labor de la iniciativa privada, de negocios como 'El Chicharrón' en este caso (que se suma a todos los que ya han incorporado estas piedras a sus locales), a los que la ley no les obliga a dejar el muro a la vista, solo a que se haga una excavación arqueológica del espacio".

La directora del Museo Arqueológico, Rosalía González, se muestra satisfecha por estos hallazgos, "que son normales porque están en zona de muralla. Ya sabíamos que ahí se encontraba un torreón, metro más o menos, pero una hipótesis que se ha cumplido". Una Puerta Real que González cree que no se planificó "de una sola vez, como la Puerta de Sevilla o la de Santiago. Pienso que por ahí está la unión de la muralla previa de la ciudad desde mediados del siglo X, hasta que en época almohade se hace la actual. Un tiempo en el que se introduce la barbacana, con lo que aprovechan la muralla anterior, que es difícil de ver".

Del plano aportado por González, que se reproduce en las imágenes de este reportaje, el 'trazado comprobado' "implica que o bien la muralla está en pie o bien se ha comprobado arqueológicamente y está a nivel de cimientos. 'Hipotético' es que hay que seguir con excavaciones para comprobarlo", pero los estudios apuntan que seguramente sea tal como hipotéticamente se refleja en el mapa. Y así ha sido con la torre de 'El Chicharrón', que pertenece a la Puerta Real. Y en el centro de dicho mapa, la plaza Belén, "el corazón de la ciudad", hecho solar, por el que pasaba una de las calles principales en época almohade. "Si gran parte de la muralla se ha podido mantener es porque se incorporaron las casas y los muros se quedaron como medianera. A partir del siglo XVI se permite la edificación de viviendas pegadas a la muralla, pero en muchos casos son casas de entidad que también forman parte del patrimonio. El muro no se ve, pero se está conservando", añade la directora del Museo. Algunos vecinos deciden dejar vista la muralla y los que no deseen convivir con ella, se les obliga por ley a que construyan una cámara para proteger el lienzo.

Una muralla que recorre el callejero jerezano. Muros con los que reconstruir cómo ha sido nuestra historia.

Como si fuera la ciudad del Paraíso, Jerez fue pensada como tal. Los almohades, "gozando de paz, la reedificaron con tan suntuosidad, labrando un muro de argamasones moriscos... Sharis fue entonces una gran urbe andalusí...", cuenta un interesante audiovisual en el espectacular Museo Arqueológico. Aquella muralla sigue viva en muchas zonas de la ciudad, ya sea en pie, oculta o en cimientos, pero viva. Y a veces, para recordarnos sus orígenes, da la cara. Así ha ocurrido semanas atrás, en las obras de un nuevo negocio hostelero de la plaza del Arenal, que han dejado al descubierto parte de nuestro sistema defensivo, así como una serie de enterramientos. El edificio en el que se ubicará 'El Chicharrón', está catalogado en la Carta Arqueológica como de 'Nivel II', que obliga a una actividad arqueológica previa o durante el desarrollo del proyecto de obras. La a finca donde se enmarcan los restos arqueológicos está clasificada como casa burguesa, con una cronología predominante del siglo XIX. Consta como construida en 1890 y reformada en 1984.

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