Casi un mes después de su reapertura, el Museo del Belén ha cerrado el periodo navideño con un éxito total de visitas. Desde que se inaugurara oficialmente la segunda fase del proyecto el pasado día 17 de diciembre, más de ocho mil personas han pasado por las instalaciones de la calle Circo, una cifra que pone de manifiesto el interés que ha despertado en nuestra ciudad, sin duda un referente en estas fechas tan significativas.

Las novedades que se presentaron el pasado mes de diciembre afectaban a la parte alta del edificio, donde ha brillado con luz propia el Belén Napolitano, cedido por Juan Pedro Aladro, con un frente de doce metros lineales y que algunos han calificado como "una auténtica joya". Asimismo, dentro de los 589 metros cuádrados que conforman esta zona también han despertado especial interés los veinte dioramas realizados para la ocasión y que daban colorido a la denominada 'Plazoleta de los dioramas', así como los cuatro belenes de grandes dimensiones de gran valor etnográfico.

No obstante, al igual que el pasado año, el Nacimiento Monumental, situado en la planta baja, también ha mantenido su enorme aceptación entre los visitantes, que han podido disfrutar de su vistosidad, y del montaje audiovisual que recorre durante veinticinco minutos las diferentes escenas navideñas como la anunciación o la huída a Egipto.

La procedencia de los visitantes ha sido mayoritariamente jerezana, aunque según explica el presidente de la Asociación de Belenistas, Manuel Alcocer, "hemos tenido gente de varias zonas de España, incluso uno de los días han estado aquí cámaras de Telemadrid para grabar un reportaje. Todos han tenido palabras de halago para la instalación y eso es algo que nos ayuda a seguir trabajando para crecer en el futuro , hace que todas las horas que hemos dedicado merezcan la pena".

"En muchos casos la gente ha repetido hasta dos y tres veces", asegura el belenista jerezano.

Alcocer asegura que el balance global "ha sido excelente porque se han superado las ocho mil visitas y hay que tener en cuenta que ha habido muchos días festivos como el día 25, el día 1 o el día 6 que no se ha abierto".

"Además,-prosigue- en los primeros días hemos tenido numerosas visitas de diversos colegios de la ciudad que no se han cuantificado. Hasta cinco o seis clases de cada colegio han pasado por el Museo y eso es algo para estar satisfechos", afirma.

Después de casi un mes de árduo trabajo, Alcocer también tiene palabras de elogio "para toda esa gente que ha estado trabajando para el Museo, porque en muchas ocasiones han echado más horas de la cuenta. Aunque el horario oficial era las nueve de la noche, muchas veces se quedaban hasta las diez para atender a las personas que todavía quedaban dentro ", afirma orgulloso.

A partir de ahora, la Asociación de Belenistas comenzará a trabajar "con la comisión promuseo, que nos reunimos cada semana, para seguir dando puntadas. Queda mucho trabajo por hacer, sobre todo en la parte de arriba, donde queremos ir renovando los dioramas en los próximos meses para que no siempre estén expuestos los mismos".

Del mismo modo, "vamos a comenzar los contactos con agencias de viaje y touroperadores para que el Museo del Belén tenga vida durante todo el año y se convierta en un aliciente cultural más para la ciudad", concluye Alcocer.