Jerez

Neveras, sillas y sombrillas vuelven a lucir en Piscinas Jerez

  • La polémica suscitada no ha evitado que la instalación bata récords de asistencia en los últimos días

La polémica suscitada en los últimos días en torno a Piscinas Jerez parece haber amainado. Y lo ha hecho de la única manera posible, mirando para otro lado con el criticado asunto de las neveras y comidas. Así, de la prohibición expresa puesta en marcha durante el pasado fin de semana, algo que levantó una auténtica polvareda entre muchos usuarios, acostumbrados a ‘desembarcar’ en las instalaciones con todo tipo de enseres, se ha pasado a una prohibición mucho más light, hasta el punto de que en la jornada de ayer sólo se rechazaba la inclusión en el recinto de botellas de vidrio y latas. Lo demás, es decir, neveras, sillas, mesas de playa y botellas de plástico, están permitidas, al menos de momento, según confesaba ayer el relaciones institucionales de la empresa concesionaria.   

 

Sin embargo, toda esta polémica ha provocado un completo desconcierto entre muchos ciudadanos, que ayer se presentaban en la piscina asaltados por las dudas. “¿Pero se puede entrar con nevera o no? ¿Y con sillas?”, preguntaba una familia al controlador de acceso de la puerta principal. 

 

Esta circunstancia hizo que muchos tuvieran que alquilar, al precio módico de un euro, la sombrilla en el día de ayer, un día en el que era prácticamente imposible permanecer demasiado tiempo al sol.

 

La decisión de la empresa concesionaria por los próximos seis años, Lasermanía SL, ha sido acogida con alegría por parte de los usuarios. “No entiendo por qué este año querían quitar las neveras, las sillas y las sombrillas, porque llevo veinte años viniendo aquí y siempre ha sido así”, explicaba Antonio, todo un clásico del verano en Piscina Jerez. “Siempre hemos venido y no era normal que hubiese que comer obligatoriamente en el bar porque por muy barato que esté hay familias que vienen con tres o cuatro niños y eso no se lo pueden permitir”. 

 

“Esta piscina ha sido del pueblo y debe seguir siéndolo”, contestaba otra usuaria.   

 

Pese a todo este maremagnum, la asistencia a la instalación sigue siendo positiva y ayer batía, en palabras de Jerónimo Campoy, responsable de la empresa, “una vez más el récord de taquilla de los últimos años”. 

 

“Queremos que la gente se sienta cómoda y que pueda disfrutar. Hemos bajado los precios y la idea es que se cumplan las normas. Se puede venir con neveras o con sombrillas pero no con una nevera con ruedas que hemos llegado a ver, o una sombrilla gigantesca. Esto no es un camping y esto lo están agradeciendo la mayoría de usuarios. Muchos de ellos habían dejado de venir por el mal ambiente que encontraban aquí, pero ahora están contentísimos”, continuaba.  

 

Lógicamente, el cambio en la normativa ha sido aceptada de manera desigual por parte de los usuarios, que en la mayoría de los casos acogen sin ningún tipo de problemas el hecho de acudir sin vidrio ni latas. No obstante, como en todo, muchos optaban ayer por cambiar de escenario al comprobar que ya no pueden seguir manteniendo la dinámica de los últimos años. Fue el caso de un grupo de jóvenes que ayer, tras la negativa a acceder con latas, cogieron nevera y bártulos y se fueron “a la piscina de El Torno”, advirtieron al controlador.

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