Osborne ha habilitado un nuevo espacio en la bodega de Mora, convertido en una gran sacristía para sus vinos de más de treinta años de vejez, hasta 26 soleras de finos, olorosos, amontillados, palos cortados y Pedro Ximénez que constituyen la mayor colección de vinos viejos del Marco.

La firma portuense inauguró el jueves el nuevo espacio dedicado en exclusiva a estas joyas enológicas que reúne bajo un mismo techo los vinos históricos de la casa del toro junto a algunos de los VORS -Very Old Rare Sherry- más emblemáticos del Marco, antiguas marcas de Bobadilla, Domecq y Agustín Blázquez adquiridas por Osborne en los últimos años y cuyas soleras seguían en gran parte alojadas en sus bodegas de origen.

La nueva bodega de los vinos viejos, un espacio tranquilo y alejado del bullicio, se presenta como un museo vivo donde reposan los tesoros más preciados de la Bodega de Mora que abre sus puertas al público para disfrutar de una visita única.

El precio de la visita, que se ofrece en castellano, inglés y alemán, es de 8 euros e incluye un recorrido guiado por personal experto y degustación de cuatro vinos de Jerez, un brandy Solera Reserva y aperitivos típicos de bodega como acompañamiento a la degustación.