El PSOE pide a Pelayo que cambie las multas del botellón por trabajos sociales

El concejal José Manuel Jiménez critica que, "con el fin de hacer caja, la alcaldesa desprecie la educación cívica de los jóvenes"

José Manuel Jiménez.
José Manuel Jiménez.
R.d. Jerez

03 de agosto 2014 - 01:00

El concejal de Grupo Municipal Socialista José Manuel Jiménez ha vuelto a pedir a la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, que los jóvenes sancionados por hacer botellón puedan cambiar las multas económicas por trabajos sociales. Las declaraciones fueron efectuadas después de que la regidora "se congratulara de que en el presente año se hayan multado a 90 jóvenes", según señalaron los socialistas en una nota de prensa. "¿Cuál es el objetivo? ¿Hacer caja o educar, dar una formación a nuestros jóvenes, a nuestros hijos, concienciarlos de que están haciendo algo no lícito? Obviamente, Pelayo quiere sacar dinero a los jerezanos como sea, vale solo recordar la subida del agua desde su privatización o el desproporcionado incremento de la zona azul que llega ahora. También a los jóvenes o, mejor dicho, a los padres de los jóvenes, porque este tipo de sanciones las suelen pagar los progenitores", ha comentado el concejal socialista.

Jiménez ya denunció hace semanas "la lamentable y peligrosa situación en que se encontraba el 'botellódromo', con falta de luz, nulo control para el acceso de vehículos, escasa vigilancia policial, presencia de jóvenes menores de edad, etcétera". "Ha habido alguna mejora, como la colocación de más bancos (un asunto que no era prioritario, por supuesto), pero el recinto sigue presentando un importante riesgo para los jóvenes. Como siempre, Pelayo se mueve a partir de que algún colectivo, en este caso el Grupo Municipal Socialista, alerte de alguna situación conflictiva. En este caso, lamentablemente, no es que haya hecho mucho", ha subrayado Jiménez.

El edil socialista felicitó a la Policía Local y a todos los miembros de los cuerpos de seguridad que velan por la seguridad de los jóvenes. "Cumplen magníficamente su labor, controlando, por ejemplo, los excesos de alcohol en los jóvenes que conducen una motocicleta o un coche. El problema que denunciamos es que cuando el joven recibe la multa y la abona su progenitor, no es consciente de que socialmente ha sido reprobado por su comportamiento. Unas horas de trabajos sociales en beneficio de la comunidad e incluso un breve curso formativo en el que se le explique los riesgos del consumo de alcohol es una excelente fórmula para que se dé cuenta de que su forma de proceder no es la correcta", ha insistido Jiménez.

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