Pacheco y Grimaldi cierran hoy las declaraciones por la Casa del Rocío

La primera semana del 'caso Casa del Rocío' concluirá hoy con la declaración de los dos últimos acusados que restan por prestar declaración ante el tribunal: el constructor José Grimaldi y el ex alcalde de Jerez Pedro Pacheco.

Son testimonios especialmente importantes, ya que Grimaldi fue quien destapó las presuntas irregularidades que rodearon la renovación de la casa que la Real Hermandad del Rocío de Jerez tiene en la aldea almonteña. Pacheco, por su parte, deberá defenderse de numerosos testimonios que le han señalado como el hombre que urdió todo el asunto. No será ni mucho menos un día fácil. Como se recordará, a los acusados se les señala como partes de una trama municipal que tenía por objetivo pagar las obras de la referida casa de hermandad mediante facturas de obras menores (por debajo de 30.000 euros) que jamás fueron realizadas pero que, por el contrario, sí se intentaron cobrar. Algo, por cierto, que nunca se consiguió.

En la sesión de ayer declararon ante el tribunal que preside la magistrada y presidente de la Sección Octava, Lourdes Marín, cuatro personas relacionadas directamente con la gestión de las obras. Se trató del concejal encargado de la gestión de los denominados planes especiales, Antonio Sánchez, así como los responsables de los mismos y el trabajador municipal encargado de las contrataciones que llevaba a cabo la Gerencia Municipal de Urbanismo.

Tal y como sucedió en la primera sesión, ayer cada cual negó la comisión de irregularidades y se ciñó a un estricto guión en el que, de forma resumida, el argumento se basa en responsabilizar a terceras personas.

Los directores de los Planes Norte y Sur, Rosa y Bellido, declararon ante el tribunal que firmaron los documentos que señalaban que las obras se habían hecho, eso sí, reconociendo que no tuvieron las facturas delante. Ellos vinieron a decir que creían que estaban hechas ya que los documentos les llegaban directamente del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Jerez en un sobre portado por un ordenanza.

Un hecho especialmente destacado es que algunas obras realizadas tuvieron por importe 29.000 euros, como fue el caso de las plazas Plutón o Júpiter del polígono de San Benito. La razón, así al menos lo sostiene la acusación pública, no es baladí, ya que si el importe de una obra es de 30.000 euros o más es obligatorio afrontar lo que se llama un proceso negociado, es decir, no se puede dar a quien se considere oportuno sino que hay que escuchar ofertas con la consiguiente publicidad de las obras que se ofertan.

Como se recordará, el adjudicatario de dichas obras fue José Grimaldi, quien como está señalado declarará hoy ante el tribunal.

Un hecho especialmente destacable es que Antonio Sánchez declaró ante el tribunal que él jamás dio órdenes a sus directores de planes especiales para que firmaran las referidas facturas. Es más, dijo que si las firmaron fue porque ellos quisieron, si bien la Fiscalía hizo especial hincapié en el hecho de que en los documentos se podía leer la frase "siguiendo ordenes de Antonio Sánchez Román". El que fuera concejal reconoció ante el tribunal que la relación que mantenía con los dos directores de los Planes Especiales era normal.

De otro lado, Sánchez apuntó algo importante, como es que las obras las encargaba la delegación de Urbanismo. Según se comentó, la famosa Brigada de Acción Rápida se eliminó lo que provocó que las demandas vecinales solicitando reparaciones en las calles se dispararan. Fue la empresa Jerecom, de Grimaldi, la que se hace cargo porque así, al parecer, recibe la orden desde la delegación de Urbanismo.

Otro técnico municipal en declarar fue José Agüera, que manifestó que sólo estuvo tres meses como gerente, entre el 26 de febrero y el 1 de junio de 2007. Vino a señalar al tribunal que él era, básicamente, "un firmante" así como que le nombraron sin ni siquiera consultarle. Lo hizo Pacheco: "Tú eres el nuevo gerente", le dijo.