Pedro Sánchez defendió ayer en su paso por Jerez, su compromiso con el sector bodeguero jerezano en relación al problema con el Brexit. El presidente del Gobierno hizo un llamamiento a la tranquilidad “porque se han tomado medidas para proteger a las bodegas”, al tiempo que garantizó “el libre tránsito” de los trabajadores del Campo de Gibraltar.

El secretario general socialista compareció en las bodegas Real Tesoro en un acto concurrido y donde estuvo acompañado por Susana Díaz, el ministro del Interior y cabeza de lista de los socialistas por la provincia de Cádiz, Fernando Grande-Marlaska, la presidenta de Diputación, Irene García y la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez.

Fue precisamente la primera edil jerezana la que abrió el capítulo de intervenciones solicitando el voto generalizado. “No nos puede pasar como el 2 de diciembre, mirad las consecuencias políticas que trae la derecha”, que, centrándose en Jerez, dijo: “Ahora le quiere quitar cinco millones de euros del Centro Tecnológico del Motor”.

En la misma línea se pronunció Irene García quien previamente agradeció “el sacrificio que está haciendo Mamen en Jerez, a la que está logrando sacar del agujero”. Del mismo modo, apuntó que “no vale ganar de cualquier manera”, en otro guiño a los votantes para que acudan en masa a las urnas el 28 de abril.

Antes de dar paso a Pedro Sánchez, fue Fernando Grande-Marlaska quien reivindicó la labor del gobierno socialista durante los últimos diez meses. El ministro del Interior admitió que para él “es un lujo” liderar las listas por Cádiz”, incidiendo en que “vengo con la intención de ayudar y de tratar de solucionar los problemas que tiene esta provincia”.

Por último, Susana Díaz reseñó que la provincia de Cádiz “siempre da más de lo que recibe”, y al igual que el resto de compañeros de partido pidió la presencia masiva en las urnas “para que no pase lo del 2 de diciembre”. Díaz concluyó diciendo que “la fortaleza de la democracia es el voto y cuanto más gritan, nos insultan y nos faltan es cuanto más temen a la voluntad libre de los ciudadanos que se manifiestan en las urnas”.

Por su parte, Pedro Sánchez, que a lo largo de la tarde no ocultó su admiración “por los mítines en Cádiz porque son interactivos” (haciendo referencia a las intervenciones de manera espontánea por parte del público), apeló a la concentración del voto, calificando como “riesgo real” la unión de “las tres derechas”, PP, Ciudadanos y Vox.

En este sentido, señaló que “si con 84 diputados hemos conseguido poner rumbo hacia la justicia social, la dignidad social y la convivencia, imaginaos con más, podemos hacer que este país sea imparable”.

El secretario general del PSOE defendió el uso “del artículo 113 de la Constitución”, en alusión a la moción de censura realizada al gobierno de MarianoRajoy, dejando claro que su llegada al gobierno “no ha sido ilegítimo ni se le puede llamar golpista”.

Tuvo tiempo también para referirse a la situación de Cataluña admitiendo que “los propios catalanes no quieren la independencia, el problema es la convivencia, y eso se resuelve desde la Constitución”. Por eso mismo aseveró que tanto el independentismo catalán como la derecha “saben” que la independencia de Cataluña “no se va a producir”.

Al enumerar algunas de las prioridades de su gobierno si gana las elecciones se centró en “la justicia social, la convivencia y la lucha contra la corrupción”.

Habló de un tema de actualidad, “el derecho al buen morir”, un tema “que me da rabia”, de ahí que, refiriéndose al último caso, al de María José Carrasco prometió “una nueva ley”.

En esa lista de deseos citó también, en materia educativa, la derogación “de la Lomce que es una ley que segrega”, la inclusión de “la salud bucodental en el sistema de salud pública”, un nuevo estatuto de los trabajadores “para acabar con las precariedades”, su compromiso por “proteger a los autónomos” y su decisión de “derogar la ley mordaza”.

Para concluir, Sánchez reprochó Sánchez a PP y Ciudadanos que “estén radicalizando su discurso y abrazando los argumentos de la ultraderecha”, poniendo en cuestión la libertad sexual, el derecho a interrumpir voluntariamente un embarazo o la lucha contra la violencia de género.