Jerez, tiempos pasadosHistorias, curiosidades, recuerdos y anécdotas

Pérez Solero, el castellano que se enamoró de nuestra Semana Santa y de la saeta

  • El publicista, dibujante y poeta Pérez Solero creó el ya clásico y tradicional pregón que hoy día seguimos celebrando, cada Cuaresma, como anuncio de vísperas de la Semana Mayor Don Luis Pérez Solero, jefe de publicidad de González Byass, junto a 'La Faraona', Lola Flores (archivo González Byass)

Don Luis Pérez Solero, burgalés de nacimiento y muy esclarecido Hijo Adoptivo de Jerez, además de ser el mejor publicitario que jamás conocieran los vinos jerezanos, del que la firma González Byass siempre se sintió orgullosa de tenerlo, como jefe de publicidad - de propaganda, se decía entonces - de sus marcas, tuvo la original idea de vestir, con los más apropiados ropajes, todos los vinos más emblemáticos de su empresa, desde el Imperial Toledo, al Néctar y Solera, pasando por el brandy Soberano y el Tío Pepe, cuya acertada vestimenta ha prevalecido en el tiempo, con su chupa, su sombrero de ala ancha y su guitarra, por ser el de más universal y andaluza figura.

Este acierto, lo declaraba así el propio Tío Pepe, en versos de su vestidor Pérez Solero, publicados en el "Ayer", un 6 de marzo de 1941, diciendo "Veréis con qué sencillez me dieron forma en Jerez: / Embotellaron el sol / de Andalucía, primero; / me pusieron una chupa, / la guitarra y un sombrero; / y así nació el Tío Pepe, / lleno de gracia y salero! /¡¡Ya veis con qué sencillez, / se viste un vino en Jerez!!".

Pérez Solero, al que todavía no se le ha hecho justicia en su tierra adoptiva, rotulando una calle con su nombre, fue sobre todo un poeta; un hombre que, de vez en cuando, en la prensa de su época, gustaba de publicar poemas y artículos, siempre en elogio de esta bendita tierra que, a instancias del Sindicato de la Vid y de la Junta Oficial de la Fiesta de la Vendimia, que presidía el inolvidable Dr. Don Luis Romero Palomo, lo llegara a distinguir, el 9 de septiembre de 1949, con el merecido y justo nombramiento de Hijo Adoptivo de Jerez, tomado por unanimidad; siendo a la sazón alcalde de la ciudad, el también inolvidable Antonio Mateos Mancilla, fundador del Club Nazaret.

Pérez Solero, publicista, dibujante y poeta, había nacido en Burgos, el 20 de diciembre de 1892, falleciendo en Madrid, una vez jubilado en su empresa, el 6 de abril de 1968, a los 75 años de edad; dejando atrás una vida fecunda de trabajo, a favor de los vinos de Jerez.

Pero hoy, más que de su trayectoria publicitaria, queremos recordarle como el poeta que amó tanto nuestra Semana Santa que llegó a crear para ella, en el Teatro Villamarta, el acto anunciador del pregón, el cual constituyó tal acierto que ha prevalecido hasta el momento presente, con un desfile impresionante de buenos pregoneros.

De la producción poética de don Luis, al que llegué a conocer y a tratar bastante, en mis años jóvenes de reportero, recordamos un soneto suyo, publicado en el diario "Ayer" del 30 de marzo de 1944, en el que, después de cantar a Jerez, como universal fuente de vida, que presta alegría al mundo entero, clamaba porque superara su fama de ciudad del vino y, para ello, decía: "Yo quiero aquí, en Jerez, algo divino: / ¡que tenga la mejor Semana Santa / y a eso mis pasos encamino!".

Y, naturalmente, como poeta enamorado de la Semana Santa jerezana, no podía dejar de quedar maravillado ante el milagro musical de nuestra saeta; hasta el punto de llegar a exclamar admirado, en otro soneto, publicado en los mismos días que el anterior: "¿Quién te creó, saeta emocionante? / ¿Dónde has nacido, clamor del corazón? / ¿Quién fue el primero que al grito hizo canción / con notas mil, de giro impresionante?"

Y define a la saeta como "sollozo injerto en cante; cante con alas, que va directo a Dios, que oye el lamento del saetero; y jamás ha de negar lo que la saeta implora, cuando torna su angustia en oración".

Preciosos versos de un poeta burgalés, trasplantado a Jerez. Hombre muy sensible, al que yo ví en cierta ocasión, estando acompañando en la Bodega de los Reyes la visita de la cantante y cantaora - entonces muy de moda - Antoñita Moreno, saltársele las lágrimas de emoción, al escuchar una grandiosa saeta de dicha artista, cantada en la intimidad del silencio bodeguero; y llegando a tal extremo su estado emocional que lanzó contra el suelo, rompiéndola en mil pedazos, la copa de vino que sostenía en su mano derecha.

Este era, así era, este gran enamorado de la Semana Santa de su tierra adoptiva y de la saeta flamenca; que, para engrandecer aún más los desfiles procesionales, creó el ya clásico y tradicional pregón que hoy día seguimos celebrando, cada Cuaresma, como anuncio de vísperas de nuestra Semana Mayor.

Pérez Solero sería, allá por el año 1944, cuando trajo al Villamarta a los famosos "Coros Donosti" de San Sebastián, recibiéndolos con un soneto que terminaba así: "Coros Donosti, cuyo cantar encanta: / ¡Sed bien venidos al sin igual Jerez! / ¡Bello pregón de su Semana Santa!". Porque aquél primer pregón y los que le siguieron serían mitad literarios, mitad musicales. Y aquél 21 de marzo de 1944, Viernes de Dolores, a las diez y media de la noche, después de poder escuchar el concierto de música sacra, interpretado por los Coros Donosti; la Banda Municipal, dirigida por nuestro querido don Germán; la Orquesta de Cámara, con solistas de la Bética, de Sevilla; y los Niños Cantores del Santuario de la Merced; vendría la brillante disertación del pregón de la Semana Santa, a cargo del inolvidable catedrático del Instituto P. Luis Coloma, don José Cádiz Salvatierra.

Y antes de dejarse escuchar en el teatro la voz grave, docta y sabia del maestro Cádiz Salvatierra, la Orquesta de Cámara interpretaría el "Stabat Mater" de Álvarez Beigbeder, dirigida por su autor, y con el respaldo de los citados coros; cantando un aria el gran tenor jerezano José Caballero y un dúo emocionante, con el tenor solista Arteaga. Según don Germán declararía, su "Stabat Mater", era "una meditación serena de los Dolores de Ntra. Señora".

Al amor por Jerez, por su Semana Mayor, por la saeta, la música y la poesía de don Luis Pérez Solero, debe nuestra ciudad, en buena hora, la magnifica tradición de su gran Pregón de la Semana Santa, para que, como soñara el poeta, llegara a ser "la mejor de todas".

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