Pescado fresco a precio congelado
Los pescaderos de la plaza arremeten contra el fuerte incremento interanual reflejado por las estadísticas del Ministerio · El gremio asegura que el producto está más barato que nunca, a mitad de su cotización habitual
Pese a la huelga de autobuses, ayer había más movimiento en la plaza que la víspera. Sobre aviso tras la 'sorpresa' del martes, los asiduos del mercado de abastos buscaron la forma de llegar al centro sin tener que depender del transporte urbano. Llegaron temprano y se fueron temprano. A mediodía estaba todo el pescado vendido, pero es sólo un decir, porque los puestos seguían abarrotados de género pese a los bajos precios a los que cotizan hoy día todos los productos en el principal de los mercados tradicionales de la ciudad, incluidos los que proceden del mar. Pescado fresco a precio congelado.
Lo de ayer igual compensa el receso del martes, pero los pescaderos acumulan demasiados meses de asfixia por la caída del consumo a causa de la crisis económica, las obras en la plaza de abastos, el desbarajuste en las líneas de autobuses y los conflictos de su plantilla y el cerco al coche en el casco histórico, amén de los problemas para aparcar.
Por si fuera poco, el Observatorio de Precios de los Alimentos correspondiente al cuarto y último trimestre de 2010 -comparativa que elabora el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio entre las capitales españolas de provincia y las cuatro ciudades con mayor población que su capital, caso de Jerez- situaba a Jerez como la localidad con la quinta mayor subida en la cesta de la compra durante el último año. Y en el caso del pescado, la estadística arrojaba un incremento interanual del precio del 14,5%, el tercero más pronunciado del país, del que apuntaba como principal culpable a los mercados tradicionales.
El gremio de pescaderos sostiene que, por mucha oficialidad que revista al dato, nada está más lejos de la realidad. Pablo González Blanco y Juan Ignacio Parada Vargas, el primero carnicero y el segundo pescadero, aunque ambos responsables de la asociación de comerciantes de la plaza de abastos, lo tienen claro: la estadística está mal hecha.
"Puede ser un malentendido o puede ser que se hayan tomado los precios de referencia en fechas distintas, y las variaciones, por ejemplo cuando se acerca la Navidad, son significativas", explica Pablo González, quien sentencia que, aunque el precio lo marca la oferta y la demanda, "el mercado central siempre está por debajo de la gran superficie".
En el caso del pescado, Juan Ignacio Parada va más allá al afirmar que "la plaza de Jerez tiene los precios más bajos de la provincia, y si no que hagan la comparación con la plaza de Sanlúcar o la de Cádiz".
"No sabemos cómo han hecho las estadísticas, pero no nos cabe la menor duda de que está mal hecha porque no refleja la realidad y bastantes problemas tenemos ya con los precios por los suelos, y no sólo en el pescado", señala el presidente de la asociación, quien defiende que "el mercado está siempre por debajo de la gran superficie en precio y por encima en calidad, pues la práctica totalidad de los productos que se venden en la plaza son frescos ya que no hay infraestructuras para tener stocks".
El secretario de la asociación de comerciantes, por su parte, se remite a los precios a los que se comercializaba ayer el pescado como prueba del "error" en el dato oficial. "La pescadilla está a 3,50 euros frente a los 5 euros habituales; el boquerón, a un euro y suele estar a tres o cuatro; la gamba fresca de Sanlúcar a cuatro o cinco, y no a 10 euros; las huevas a seis, cuando han llegado a estar entre 12 y 14 euros; las pijotas a siete y no a 12; el cazón a 4,50 cuando se vendía a ocho; el gallo a 12 y no a 24; las sardinas han bajado de cuatro a dos; y el mejillón de cuatro a tres euros".
En esta relación de precios, aunque no se corresponda exactamente el precio de referencia con el que marcaban ayer las tabletas en los puestos con el dato interanual, la caída media es del 50%. Pero lo relevante, según Parada Vargas, es que los precios actuales "están tirados", y alude a modo de ejemplo al boquerón -un euro el kilo-, "que está más barato que en tiempos del hambre".
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