Piden 18 años por vender droga en un bar de Vallesequillo II
La mujer admite el 'trapicheo' con hachís, pero no de cocaína


Un matrimonio que al menos hasta el año pasado regentaba un bar de en la barriada de Vallesequillo II se enfrenta a dieciocho años de prisión por un delito contra la salud pública, en concreto, la venta de hachís y cocaína en el negocio que tenían. Los dos vinieron conducidos ayer de prisión para sentarse en el banquillo.
A lo largo del juicio, la mujer, M.B.O., confesó a preguntas del fiscal que sí se dedicaba a la venta de hachís, "pero de la cocaína no sabía nada, ni siquiera sabía que estaba allí". La razón que la empujó a dedicarse a esta actividad ilícita no era otra que la adicción a las drogas de su marido, J.B.S., que se gastaba todo el dinero en eso. Señaló que un joven le propuso un trato para colocar ese hachís en su bar sin tener que pagar previamente, el pago quedaría aplazado para más adelante. Trató de 'salvar' de alguna manera a su marido, diciendo que éste no vendía hachís en el bar.
"He consumido de todo y consumo de todo", dijo el acusado, que tiene severos problemas de corazón que se ven además agravados por esta adicción. Señaló que la cocaína que se encontró en el lugar por parte del Grupo de Investigación de la Policía Local era suya. La tenía escondida en una lata con la cara de Bob Marley -así de explícito fue en su declaración.
Por su parte, los efectivos de la Policía Local que intervinieron en esta operación señalaron que tenían noticias de lo que estaba pasando en ese bar de Vallesequillo II y que por eso montaron el dispositivo. Poco tiempo les hizo falta para comprobar 'in situ' el trasiego de compradores que "apenas estaban un minuto en el bar".
Dos policías se encargaban de la vigilancia del bar y de estar atentos de las posibles transacciones. Desde uno de los puntos de observación, se podía comprobar perfectamente el estado del bar. Además el imputado, que salía y entraba con frecuencia del mismo, hacía labores de vigilancia. Es más llegó a alertar a su mujer de la posible presencia de la policía. Entonces no quedó otra que intervenir. Encontraron tras la barra del bar una veintena de bellotas de hachís, cocaína y dinero.
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