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DESDE LA CASTELLANA

Pilar no va a dejar ni la sombra de Pacheco

PRIMERO fueron unos despidos de la GMU, con la apariencia de que eran puestos de trabajo sin contenido. No sé cómo, pero aquello se arregló. Y leo ahora que doña Pilar va a liquidar de forma inmediata la Gerencia Municipal de Deportes, el Instituto de Promoción de la ciudad, el Instituto de Cultura y la Gerencia Municipal de Urbanismo. No está mal para acabar el año. La palabra liquidar a lo mejor es un poco dura para interpretar las intenciones de la alcaldesa, que señala "disolución y posterior absorción", con respeto absoluto a los puestos de trabajo y a los convenios firmados. Al menos, por ahora.

Dice la alcaldesa, y yo le creo, que estas medidas ya estaban en su programa electoral y que provocarán un avance hacia la modernización, la eficacia, la calidad y la excelencia. El PSOE municipal, o dicho de otra manera, doña Pilar, don Casto Sánchez, Lebrero y Bermúdez (porque desconozco en qué momento están las relaciones con González Cabaña) están convencidos de que esta unificación de funciones dentro de la Alcaldía conlleva la optimización y racionalización de los recursos y, se deduce, que supondrá ahorro de costes. Aunque bueno sería que el Ayuntamiento pagase ya las importantes deudas que tiene con empresas locales. Y señalan que con esta medida se van a solucionar muchos problemas y se va dotar de mayor transparencia a la gestión presupuestaria y a la gestión de contratación de personal. Aunque los ciudadanos estamos acostumbrados a dudar de la palabra de los políticos, la verdad es que a mí todas estas medidas me suenan bien, me suenan a buenas intenciones.

Pero este desmantelamiento de los "reinos de Taifas" en que estaba convertido nuestro Ayuntamiento, debe conllevar también algunos problemas. Por ejemplo, el de la duplicidad de funciones y de determinados puestos de trabajo. Difícil será que se encuentren sillones para todos los jefes y jefecillos que ahora se ocuparán de similares misiones. Y si se gana en agilidad y optimización, malo será que no se gane también en duplicidad de cargos o en el manejo de la lenta burocracia. Si yo estuviera en algunos de esos cargos, me pondría a tocar madera y a revisar el mercado laboral. Sobre todo por esa advertencia de que la movilidad ya se hace posible dentro de la Casa. Movilidad, por otra parte, tan necesaria ya de ser incluida en convenios y acuerdos.

Y sobre todo, tengo la sensación de que si he sido históricamente un directivo o jefe que provengo de la designación o nombramiento del dedo de don Pedro Pacheco, mis días deben estar contados. Ya no es que le dediquemos una estatua o una plaza con el nombre del especial alcalde que hemos tenido durante más de veinticinco años, es que tengo la impresión que, al menos en esta legislatura municipal, no va a quedar ni la sombra de algunas realizaciones de Pacheco. Cosas asombrosas que tiene la vida.

Porque la Gerencia Municipal de Urbanismo, que fuera creada hace más de veinticinco años, sirvió de modelo de gestión a otras muchas ciudades españolas que copiaron este sistema. Así nos lo recordaba González Fustegueras, que acabó saliendo por su propio pie, debo suponer que huyendo de ciertas pretensiones de Pacheco. Y mientras a Fustegueras le ha ido muy bien en la vida profesional, la GMU de Jerez acabó siendo un barco demasiado grande en el que cabían más de trescientas personas, muchas más de los que hay en las Gerencias de Urbanismo de cualquier capital española. Y es que el patrón hacía y deshacía como en su propio reino de Taifas, según decía antes.

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