Lo que en un principio iba a ser una mejora para el barrio se ha convertido en una pesadilla para los vecinos de San Juan de Dios. La construcción de nuevas viviendas ha convertido a la barriada en un 'cementerio' de pisos vacíos. "Los edificios que han quedado libres tras el traslado de los vecinos son nuestro mayor problema porque, de un tiempo hasta ahora, hemos visto que hay personas que se han instalado en ellos sin permiso", denuncia Ángel Loreto, presidente de la asociación de vecinos. La imagen de barriada "empeora con el aspecto de estos pisos porque, no podemos negar, que aquí hay 'trapicheos' de droga. Desde que se abrió Área Sur hay más afluencia de tráfico y la gente se lleva muy mala impresión del barrio", recalca Loreto, quien apunta que "no sabemos nada de las obras de rehabilitación, pero lleva un retraso importante teniendo en cuenta el plazo que nos dieron en un principio". Los vecinos ya no pueden más con esta situación, "la gente ya está pensando en manifestarse", apunta Juani Gutiérrez, integrante de la asociación. "Es normal que los vecinos se cansen. Entrar en los nuevos pisos es como si te trasladases a otro mundo", reconoce Loreto, quien reclama "de forma inmediata el derrumbe de los pisos desalojados para, por lo menos, quitar el foco de infección y de peligro que hay aquí".

Los 360 vecinos que conforman la barriada reclaman "una vivienda digna. Los que aún vivimos en las casas antiguas estamos sufriendo mucho. Esto es una vergüenza, ya estamos quemados", señala el presidente. Joaquín Carrera, vecino de la zona, pide a las autoridades que "no se olviden de los que viven en San Juan de Dios, que todos somos socialistas. Somos iguales que el resto de los jerezanos y hay que tener en cuenta que aquí viven personas".

Los pisos que han quedado desalojados con el traslado de los vecinos a las nuevas viviendas se han convertido en el refugio para el 'trapicheo' de drogas en la zona. Ángel Loreto, presidente de la asociación, señala que por las noches "hay personas que tiran las puertas para entrar en las casas. Esto deberían tirarlo de forma inmediata". Juan Gutiérrez, integrante de la asociación, denuncia que "la policía nunca viene cuando la necesitamos. No hay patrullas para San Juan de Dios".