Plaza del Arenal: coto privado
Hosteleros y comerciantes de la zona se quejan del 'blindaje' de este espacio a causa de las carpas y palcos desde hace meses, "que no traen negocio, sólo quitan sol, guiris y disfrute de los jerezanos"
Dicen que el Arenal "ya no es la plaza Mayor del pueblo", y que alguno se bajaría de su caballo espantado de lo que ve. Hosteleros y comerciantes se sienten descontentos con el resultado estético de este espacio, antes con las obras del parking y ahora, con la llegada de las carpas y palcos de Semana Santa.
"El Ayuntamiento o la Unión de Hermandades, ¿paga por ocupación de la vía pública con los palcos? Porque yo cada vez que aparco tengo que pagar 1,20 euros la hora. Pago por circular y por aparcar", dice un comerciante, que añade que la plaza del Arenal "no la ve libre desde antes de Navidad con tanta carpa. Ya no es un espacio público de disfrute y uso de los jerezanos. Sólo a ratos". "Cuando quitaron la pista de patinaje, con los chinos sin restaurar, ya estaban poniendo los palcos, otro armatoste o porquería, porque no sé cómo llamarlo, para el uso y disfrute de unos pocos que son los que tienen capacidad para poder alquilar un palco. ¿Quién se beneficia de todo esto?, porque creo que el pueblo no", apunta.
Una ciudadana denuncia la cera sobre la tarima de los palcos, "que está resbaladiza y el otro día casi me caigo. Creo que hay personas mayores que corren peligro". "Otro tema -comenta- es el de los niños, que no pueden disfrutar de la plaza entera. Pasa ahora con los palcos, y antes con las carpas, que ya se podrían haber puesto en el González Hontoria, que hay aparcamientos gratis. Me parece excesiva la explotación que se está haciendo de la plaza del Arenal en base a un reducido colectivo. Hay que primar a los niños y a las personas mayores".
"Sí veo que este espacio público no puede estar permanentemente ocupado por infraestructuras porque estas carpas son antiestéticas. Si vienes paseando de la calle Larga o Lancería y lo primero que ves es un carpa, obvias entrar en la plaza. Sí lo hemos notado", dice José Manuel González, de Musara y El Callejón. González apunta sin embargo que los palcos "no nos afectan tanto, que sí parece que están más diseñados estéticamente. A nosotros en estas fechas también nos exigen más cosas, como tener las terrazas recogidas, pero algún sacrificio debemos hacer porque hay más clientes en la calle. Creo que en Semana Santa no nos debemos quejar. Somos los grandes beneficiados. "A mí me perjudicó -asegura- mucho más la Navidad, con la pista de patinaje. Creo que hay espacios más idóneos para ello. No todo es tan malo ni tan bueno. Pero se le puede sacar más partido a esta plaza sin romper su imagen".
En la Ibense Bornay se las ingenian para colocar las mesas: unas pegadas a la pared y otras al rojo de las 'tribunas'. Una empleada dice que las carpas "no nos han molestado demasiado, incluso nos beneficiaban, pero los palcos sí porque tenemos que cambiar las mesas de sitio. En Semana Santa se cruza mucha gente, hay choques y se caen hasta las bebidas. Que ya ha pasado alguna vez. Estamos intentando que no se pongan todos los palcos hasta que no sea realmente necesario. Dicen que la semana que viene los tendrán que poner. Menos mal que la gente nos ve gracias a las sombrillas".
"Los clientes que quieren llegar al bar tienen que dar una vuelta enorme a causa de los palcos, como cuando estaba la obra del parking. Esto lo que hace es quitar visibilidad y cortar Jerez por la mitad. ¿Siempre hay algo en la plaza?, cuando es la carpa de esto es la degustación de aquello..", se queja Manuel Álvarez, del bar Río Viejo. "Esta es una plaza muy emblemática por la que pasa medio Jerez. No es normal que los palcos estén desde enero. Ni la pista de hielo, ni los palcos, esto no deja nada. Sí es cierto que en Semana Santa se nota el negocio..., pero a río revuelto ganancia de pescadores. En una semana no se arregla un año", asegura .
La Concha tiene todo tipo de reclamos para atraer a la clientela. Hasta una tele de plasma en la terraza. Y ni por esas, asegura su propietario, José Martín. "A mí me gusta el fútbol, y en Canal+ hay partidos muy interesantes. La Semana Santa la han puesto como el pay per view (PPV), hay que pagar por verla. Para eso que la pongan en el González Hontoria y el que quiera que vaya". Y la plaza del Arenal "ha estado blindada porque siempre ha estado ocupada por una cosa o por otra. Y no vemos tantos beneficios en Semana Santa porque la gente que se sienta en los palcos no consume en los bares". Así, Martín apunta que antes pagaba 7 euros por veladores y ahora "25 ó 28". "Queremos que la plaza sea como antes y que la gente de a pie pueda ver la Semana Santa, que los niños jueguen con los palomos, en este espacio tan amplio, que es lo que gusta de verdad", demanda.
A pesar de las quejas, desde la Delegación de Vivienda e Infraestructuras han asegurado que a medida que se han ido montando, los palcos, "se ha estado consensuando con los establecimientos hosteleros con veladores el momento más idóneo para la instalación con la intención de causar las menos molestias posibles en los mismos, y dejando hasta el final los elementos de montaje que afectan a los mismos".
En la pastelería Los Reyes apoyan las carpas y los palcos, "porque traen gente a la plaza. Puede que quiten visibilidad, pero todo lo que sea traer personas, pues es bueno. A mi negocio le ha beneficiado".
A la vuelta de la esquina, en la calle San Agustín, Fernando Triano dice, desde su tienda de electrodomésticos, que la obra del parking del Arenal "se la cargó la plaza" y que ya no está "nada bonita". Aporta ideas y se le ocurre que las carpas, "que son una barbaridad y no dan beneficios", se pueden poner en la Alameda Vieja. "Lo que sí veo lógico es lo de Semana Santa, son tradiciones que siempre han estado. Tampoco me parece exagerado el palco. Total, por seis días".
"Nos quitaron el sol y los guiris con las carpas y ahora con los palcos. El Ayuntamiento nos prometió más gente y lo que hizo fue quitarnos clientela. Los palcos nos quitan mucho trabajo porque no puede pasar la gente. La gente quiere llegar y pegar y si tiene que dar muchas vueltas... La Semana Santa no cura porque la gente de los palcos no se mueve. Creo que los palcos deberían quedarse en la calle Larga, y punto. Como antes", comentan desde Arenal 5.
"Con la llegada de la pista de nieve parecía que hacía más frío en Jerez, no había ambiente. Me parece bien que pongan cosas, pero para el disfrute de los niños, no estas carpas, ni los palcos. Es una plaza para el disfrute de todos, no para que unos pocos paguen, si pueden", aseguran desde el quiosco Arriaza.
Desde Acoje han asegurado también que algunos hosteleros están descontentos con la instalación anticipada de los palcos, "porque no es necesario que estén puestos desde hace más de un mes, cuando se colocan en un par de semanas. Es una manera de que el Ayuntamiento se ahorre dinero porque así no tiene que pagar las horas de más si se montan con pocos días de antelación". En cuanto a la plaza del Arenal, "se le ha echado el cierre muy pronto. Hay que dar muchas vueltas para llegar a los negocios. Nadie está contento". Acoje ha pedido a la alcaldesa, Pilar Sánchez, que durante la Semana Santa "se coloquen más pasillos para que la gente pueda pasar con más facilidad".
Pero las opiniones van más allá del Arenal. En la zona del Gallo Azul, Javier Sánchez Mellado comenta que su bar, La Maceta, sufre la reducción de mesas por los palcos, "y no creo que sea necesaria tanta antelación para montarlos. No podemos poner terraza por las tardes en Semana Santa, tenemos que quitarlo todo, pero era algo que sabíamos cuando montamos el negocio. De todas formas, por siete días no creo que pase nada. Estamos en un sitio privilegiado".
En La Canilla se quejan de que durante la Semana Santa tienen que cambiar el mobiliario de la terraza para montar y desmontar rápido, de tijera, ya que durante las procesiones no puede haber mesas. "Pagamos impuestos pero en el momento que hay una semanita para poder compensar los días tan malos que hemos tenido, no nos dejan poner nada. Público no falta, pero ya no hay forma de cambiar esto. Las vallas no permiten además que la gente cruce desde la otra acera hasta aquí y tenga que dar una vuelta enorme. Son muchas molestias. Aquí el único que hace caja es el Ayuntamiento, no nosotros".
Al bar Rody, en la plaza de la Asunción, no tener palcos en la puerta le viene "bien, porque ofrezco una mejor calidad en el servicio a los clientes". Pero cuenta Pepe Muñoz que el cambio de recorrido de las cofradías "no me gustó, pero para mi negocio sí. Hablamos de dos cosas distintas: de lo personal y del restaurante".
En la calle Porvera, algunos hosteleros no están de acuerdo con el precio que hay que pagar por la ampliación de veladores en Semana Santa, que en ciertos casos es la mitad de lo que se abona en un solo año. Comentan desde La Tertulia que ya el pasado año "nos intentaron meter un impuesto especial y protestamos. Y este año han tenido la delicadeza de dejarnos pagar la terraza después de estas fiestas. Y para seguir con malos ejemplo, lo de esta calle, que se está cayendo a trozos por el paso de los autobuses".
Dicen también que se está creando un 'comité antipalcos' por parte de hosteleros y comercios. Un lobby contra "las formas de hacer las cosas en esta ciudad, a las que ya estamos todos muy acostumbrados".
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