Antonio Páez Lobato tuvo en vida la inmensa fortuna de recibir numerosos reconocimientos a su figura. No en vano obtuvo el reconocimiento de toda la ciudad el año pasado cuando recibió el galardón a la Excelencia de los Premios Ciudad de Jerez por su dedicación de toda una vida a un sector netamente jerezano. Igualmente, el jueves 7 de mayo de 2015 el Ayuntamiento de Jerez le dedicó una rotonda en la antigua carretera Nacional IV. Otra distinción recibida en vida fue su nombramiento como rey mago en las cabalgatas de la ilusión, tanto en Jerez como en Arcos. Este hecho le llevaba a decir con especial gracia que él tenía "la triple corona: la del Rey del Vinagre y la de los Reyes Magos de Jerez y de Arcos". Tampoco se debe olvidar el reconocimiento que le brindó en 2001 la emisora Radio Jerez cuando fue nombrado 'Jerezanísimo'. Otra distinción recibida fue la de la Orden del Catavino de Oro.

El hecho de que su trayectoria fuera tan admirada como reconocida queda bien demostrado con que en el año 2005 recibió una mención honorífica en la Feria Nacional del Vino Fenavin. "Por toda una vida dedicada al vino", rezaba la misma.

Entre los homenajes que más recordaba se encuentra el que le dispensó su propia familia hace tres años con motivo de su noventa cumpleaños. La celebración sirvió igualmente para recordar todos los logros conseguidos por tan irrepetible jerezano a lo largo de los años en forma de etiquetas y productos que pasaron por su vida. Y es que Antonio Páez Lobato ha elaborado vinagres, vinos, potenciadores de sabor y hasta salsas balsámicas. Y es que ser inquieto era una de sus mayores señas de identidad.