El salón de actos de la consultora Abante en Madrid acogió días atrás la presentación en la capital de España de la obra del doctor en Historia Manuel Ruiz Romero: Del franquismo a la Reforma. Miguel Primo de Rivera y Urquijo: una biografía política. Un trabajo que describe la vida pública y los principales hitos de quien fuera Alcalde de Jerez (1965-1971), Procurador en Cortes, Consejero del Movimiento, Consejero del Reino y, finalmente, Senador Real en las Cortes Constituyentes.

El encuentro estuvo moderado por Santiago Satrústegui, director de la consultora, y en él participó también Andrés Contreras, amigo personal y edil del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera entre los años 1966 y 1974. La presentación contó con numerosa presencia de destacados amigos del biografiado, compañeros de vida pública y empresarial, así como sus propios hijos y familiares.

Las palabras del autor, acompañadas de valoraciones sobre sus etapas como alcalde tecnócrata, reformista monárquico y estrecho colaborador de la figura del Rey Juan Carlos I, han destacado el papel secundario pero imprescindible del biografiado, en momentos tales como la defensa en las Cortes de la Ley para la Reforma Política, la elección de Adolfo Suárez como Presidente del ejecutivo atendiendo a los deseos del monarca, su apuesta por la consolidación del proceso reformista y constituyente superando la impronta de un apellido que algunos entendían como refractario a la democratización del Estado, así como su amistad y lealtad primero con los Príncipes y más tarde Reyes de España, con quienes mantuvo siempre una estrecha amistad y cooperación.

Según el historiador Ruiz Romero, bien se puede resumir que la vida política de Miguel Primo de Rivera "fue un ejemplo de servicio a España y altura de miras en un momento histórico singular y frágil. Una figura con proyección de Estado en un periodo intenso y vital de nuestra historia reciente que las jóvenes generaciones, sobre todo, deben tener muy presente".