Protestas en la residencia de La Granja por la falta de personal
Denuncian que las bajas tardan meses en cubrirse y que la carga de trabajo les afecta ya a la salud.
A los trabajadores de la residencia de mayores de La Granja se les está acabando la paciencia tras demasiados meses sufriendo las consecuencias de la "falta de personal." Por ello, durante toda esta semana están realizando concentraciones en la puerta de las instalaciones con pancartas en las que exigen que no se recorte más un ámbito tan sensible como es la dependencia y los mayores. A pesar de que, por el momento, no han recibido respuesta por parte de la delegación provincial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales ni tampoco el apoyo de ningún partido político (algo poco habitual en época de elecciones...), ayer los conductores que circulaban por la zona tocaban el claxon a su paso mostrando el apoyo a estos trabajadores.
En un escrito, el colectivo de auxiliares de enfermería y auxiliares sanitarios de la residencia de mayores de La Granja, dependiente de la Junta de Andalucía, señalan que iniciaron el pasado lunes 16 de marzo una serie de protestas que "nos llevan a concentrarnos estos días por espacio de una hora, entre las diez y las once de la mañana, hasta este viernes 20 ante la puerta de dicho centro. El motivo que nos lleva a hacer esto es expresar nuestro descontento con la delegación provincial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales y con la propia dirección del centro por la lentitud del procedimiento para cubrir bajas por enfermedad, las plazas vacantes y las liberaciones sindicales del personal". De hecho, recalcan que es tanto el tiempo que tardan en realizar las sustituciones "que en la práctica se traduce en una reducción de la plantilla", por lo que lógicamente "la carga de trabajo recae sobre nosotros los trabajadores".
En concreto, la plantilla de auxiliares de enfermería debe contar con 30 auxiliares, sin embargo, "realmente somos 27, para realizar los tres turnos de trabajo porque hay dos vacantes sin cubrir y una compañera que está liberada por un sindicato". El principal problema, según denuncian los afectados, es que las bajas no se cubren cuando se producen "sino que tardan mucho tiempo, a veces varios meses, y cuando cubren la titular de la baja, en un par de días se da de alta".
Tal como explican estos trabajadores, "llevamos esperando desde mayo de 2014 que cubran a la liberada sindical y desde noviembre de 2014, una plaza vacante de otra compañera que promocionó a otro centro". Igualmente, este mes de marzo, "le han dado la incapacidad a otra compañera, que estaba sustituida por una eventual y han cesado hace unos días. Además de todas las bajas por enfermedad, tanto de auxiliares de enfermería como de auxiliares sanitarios, que hemos tenido desde el año pasado sin cubrir".
Ante este panorama, la plantilla hace hincapié en que "creemos que ha pasado bastante tiempo como para cubrir esas plazas y con el agravante de que hemos tenido un brote de escabiosis (sarna) entre los meses de octubre y diciembre, teniendo que aislar a una veintena de residentes a otra planta y con el mismo personal". Por si esto fuera poco, la situación se agravó más debido a que "varios compañeros tuvieron que darse de baja al haberse contagiado", precisamente por estar al cuidado de estos ancianos enfermos. "Con este personal hemos tenido que soportar una carga mayor de trabajo tanto física como psicológica. Se intenta prestar el servicio al residente lo mejor que se puede, pero todo eso es a costa de nosotros", añaden. Del mismo modo, denuncian que "la atención que pueden prestar cuatro personas no es la misma que pueden prestar dos y luego llegan las quejas de los familiares, que en vez de denunciar al centro, denuncian a los trabajadores". Por ello no es de extrañar que más de la mitad del personal esté "tratado farmacológicamente por los problemas de salud que está generando este sobreesfuerzo durante tanto tiempo, y a veces no tenemos más remedio que recurrir a darnos de baja". Los empleados de la residencia de mayores de La Granja aclaran también que "atendemos en la unidad de asistidos a unos 65 pacientes aproximadamente de los cuales son todos dependientes, unos con más grado que otros de dependencia, grandes dependientes, discapacitados y otros con trastornos graves de salud mental".
De momento, hoy viernes tendrán el último día de movilizaciones a la espera de que la Junta dé alguna solución. De no hacerlo, la plantilla podría plantear nuevas movilizaciones aunque señalan que, lo primero, "es la atención a los abuelos. Eso sí, una cosa es trabajo y otra esclavitud, así no podemos seguir".
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