El Casino Jerezano, una entidad que se remonta a mediados del siglo XIX, pasó ayer página a un nuevo cambio en su historia una vez que los escasos socios que congregó ayer la junta votaran a favor de la venta del inmueble. Desde su último traslado de sede, el Casino ha permanecido en Tornería durante unos doce años.

La operación venía motivada por la propia situación económica de la entidad. Tras la venta del antiguo edificio a la multinacional de Amancio Ortega, Zara, en la Rotonda de los Casinos, una nueva directiva asumió el futuro de la institución desde el momento en que pusieron pie en el edificio de calle Tornería, que ocupaba entonces la Cámara de Comercio e Industria. La situación prometía, se regeneraron los cargos directivos y se elevó el número de socios de forma asombrosa hasta que, llegada la crisis, el número de asociados bajó en caída libre hasta alcanzar, prácticamente, la mitad de los cerca de seiscientos con que se contaba inicialmente. Sin más solución que la venta del edificio, el Casino Jerezano puso hace un año a la venta el inmueble al precio de 1.500.000 euros.

Hasta hace pocos días tan sólo recibió una oferta, que provenía del empresario bodeguero José Ramón Estévez Puerto, a la sazón presidente del consejo de administración del Grupo Estévez que, según se ha podido conocer ahora, presentó una oferta de un millón de euros. La propuesta no cumple con el objetivo económico de la entidad, aunque nunca era desdeñable en el seno de una sociedad que arrastra importantes pérdidas que enjugar y que no podría remontar el vuelo sin, al menos, la aportación de unos doscientos socios más.

Así las cosas, una comisión deberá encargarse ahora de estudiar la operación y el traslado de la entidad a una nueva ubicación que , por supuesto, sea céntrica y que resulte más económica.