El Rebusco

Las bodegas de Miguel Cala Ramírez

  • Genaro Cala continúa la tradición familiar que fue pionera del comercio del vinagre

Las bodegas de Miguel  Cala Ramírez

Las bodegas de Miguel Cala Ramírez

No dejamos de sorprendernos cuando leemos la relación de empresas bodegueras que describe, a veces brevemente, Mena y Sobrino en su Reseña de bodegas de Jerez (1900).

Al igual que ocurre cuando se consultan las Guías Oficiales de la ciudad en el periodo comprendido entre el último tercio del siglo XIX y las primeras décadas del XX.

Muchas de ellas surgieron gracias a la revitalización del comercio del vino una vez superada la crisis provocada por la filoxera. Otras tantas quedaron en el camino. O bien se asociaron para amortiguar sus efectos.

Sus trayectorias, como las biografías de los dinámicos empresarios locales que las crearon, han caído en el más profundo olvido. Solo sabemos pequeños retazos, tal como las que se agrupan en el apartado de otras bodegas de la época en el libro: La imagen del vino de Jerez 82009). Entre ellas está la compañía de Miguel Cala Ramírez.

Miguel Cala Ramírez

De este empresario jerezano, nacido en 1893, no sabemos mucho. De aquí y allí hemos ido recopilando los datos más sobresalientes, y los que nos han proporcionado sus nietos, Antonio y Arantxa Cala, ésta última ejerce de redactora en este mismo Diario.

En 1918 lo vemos establecido en un casco de bodega de la calle Angostillo de Santiago, frente a la Iglesia parroquial de Santiago, cuyo actual propietario, Luis Junquera Reguera, lo tiene abierto como despacho de vino a granel.

Esta nave es descrita en 1850, en un protocolo notarial que se conserva en el Archivo Municipal (tomo nº3499). El notario José Mará Salazar lo relaciona en el testamento de Juan José Maderne.

De este edificio no hemos podido encontrar información en los dos trabajos más importante que tratan de la arquitectura bodeguera de Jerez, nos referimos al de Fernando Aroca, y la tesis doctoral de José Manuel Aladro.

Durante más de medio siglo operó como almacenista, productor de licores y exportador. Entre sus marcas se encontraban Fino Genaro (el nombre de uno de sus hijos), Jerez Quina Cala y Coñac Isabelino, la etiqueta de esta última fue impresa en la litografía jerezana de J. M. Barroso.

Café La Perla. Café La Perla.

Café La Perla.

Como propietario, o en asociación, regentó varios tabancos en la ciudad, entre los cuales cabe mencionar: La Bodeguilla, La Perla (que data de 1889, y en funcionamiento a la fecha de hoy), y La Reja (fundado en 1942 por Manuel Rodríguez Paz, también abierto al público en la actualidad). En ellos se expendían sus vinos y vinagres.

En 1944 se asoció con Francisco Espinosa de los Monteros y Córdoba (Jerez, 1895), que en 1930 se había hecho cargo de una antigua bodega en la calle Puerta del Sol.

Esta bodega había sido fundada en 1884 como Bodegas Sol y ahora son conocidas como Bodegas Blanca Reyes, regentada actualmente por María Jiménez García, viuda de Aurelio Blanca Reyes, y su hijo Telmo.

La nueva firma se conoció como Cala & Espinosa, y suministraba vino, principalmente a granel, a diversas bodegas, bares y tabancos.

Esta sociedad tuvo corta vida, se disolvió ya en 1949, y los socios siguieron sus propios caminos, y sus respectivas bodegas continuaron como antes.

Una etiqueta de vinagres Cala. Una etiqueta de vinagres Cala.

Una etiqueta de vinagres Cala.

Miguel Cala es también considerado un pionero en la comercialización del vinagre de Jerez, que llegó a envasar en recipientes de plásticos destinados a establecimientos del sector de la hostelería.

La bodega Cala, o más bien sus existencias, se vendieron finalmente a González Byass en los años ochenta.

Miguel Cala estuvo casado con María Corral López, (Lebrija, 1889), que le dio cuatro varones, Ernesto, Genaro, Antonio y Servando, y una hija, Carmen.

Durante muchos años residió en un caserón, que ya no se conserva, sito en el número 79 de la calle Larga, junto a la sede del banco BBVA y el bar La Moderna. Allí vivía cuando falleció el 28 de febrero de 1982.

Sus hijos, Genaro y Antonio, intentaron mantener la sociedad, uno a cargo de la bodega, el otro del tabanco, pero al final fue disuelta unos años después de la muerte del padre.

Genaro Cala. Genaro Cala.

Genaro Cala.

Lazos de familia

Cuando el empresario jerezano, Genaro Cala, hijo de Genaro Cala y, por tanto, nieto de Miguel Cala Ramírez, marchó a Londres en el 2005, se dedicó a la venta de vinos generosos y la gestión de varios restaurantes.

A su vuelta adquiriría una pequeña bodega de calle Jardinillo, donde elaborará sus productos a base vermut de acuerdo a un antiguo recetario encontrado en la bodega familiar.

Una iniciativa pionera en el negocio de este tipo de bebidas en la zona, donde fueron muy populares en su tiempo.

En el 2016 lanzaría al mercado su primer vermut embotellado con la marca Francisco de Cala.

El mismo Genaro data el origen de las bodegas de Francisco de Cala, su pariente, en 1829; aunque es posible que se refiera a la fecha de sus soleras originarias sobre las que se fundaría la compañía.

Aquí se nos plantean algunas cuestiones que aún no hemos podido documentar con rigurosidad. ¿Quién es este Francisco de Cala y qué vínculos familiares tiene con Miguel Cala?.

Hemos averiguado que Francisco de Cala Gamboa fue un bodeguero jerezano nacido en 1875.

En su cartera de productos estaba el anís jerezano, un ponche a base de coñac viejo, un moscatel y un jerez-quina. En su etiquetado, en cambio, se indicaba el año de 1875.

Su marca puntera era el amontillado fino Polo, que tuvo una amplia promoción publicitaria en revistas locales y nacionales en las primeras décadas del siglo XX.

En esta búsqueda surge el nombre de otro empresario bodeguero, Manuel Gamboa Ramírez (Jerez, 23 de febrero de 1856). ¿Cabría suponer una relación entre todos ellos?. Aquí quedan planteada las cuestiones.

El vinagre de Jerez

En el 2020 el Consejo celebró el 25 aniversario de la creación de la DOP vinagre de Jerez. Un acontecimiento que no pudo tener la repercusión que merecía debido a los efectos de la pandemia que aún padecemos.

En este aspecto habría que destacar el nombre de Miguel Cala, cuyos vinagres fueron muy populares en Jerez, tanto es así que su nombre se asocia inmediatamente a este producto. Un reconocimiento que habría que considerar por el Consejo Regulador.

Otro tanto ocurre con el empresario jerezano José Luis García Aquino y su vinagre Bocarambo.

Se le considera otro pionero, ya que fue uno de los primeros que lo elaboró con la finalidad de su comercialización, a principios de los `50.

El hijo de José Luis, Manuel García Tubio, tiene en Jerez un restaurante con ese nombre. Este vinagre provenía de las bodegas de O´Neale.

Nota

En El rebusco, publicado el pasado 9 de agosto, relacionaba algunos nombres de mujeres vinculados con el sector de la industria de los vinos en el periodo comprendido entre finales del XIX y principios del XX.

Rebuscando en la Guías oficiales de aquel periodo hemos encontrado algunas otras que merecen ser mencionadas, y a las que habrá que dedicar más atención en un artículo monográfico.

Adelantemos, al menos, este primer listado: viuda de Manuel Sánchez Romate, viuda de Orbaneja, viuda de J. Máximo, viuda de Romero Leal, viuda de Coloma (Carmen Pérez), viuda de Romero Zarco. viuda de Serdio (Petra García), viuda de Lara, viuda de Víctor Carvajal, viuda de Blanca Reyes (María Jiménez García), viuda de Aurelio Blanca Reyes (María Jiménez García), etc.

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