Patrimonio

San Dionisio responde

  • El historiador Fernando López Vargas-Machuca desgrana el templo y su entorno en un didáctico y peculiar libro con novedades y numerosas preguntas y respuestas sobre el edificio

Fernando López Vargas-Machuca posa con su libro junto a la iglesia de San Dionisio.

Fernando López Vargas-Machuca posa con su libro junto a la iglesia de San Dionisio. / Vanesa Lobo (Jerez)

¿Había tumbas en el subsuelo de San Dionisio? ¿Es este templo el más antiguo de la ciudad? ¿Participaron artistas musulmanes en su edificación? Preguntas que muchos se han hecho, y otros no, respuestas que nadie ha dado o casi. El historiador y profesor del IES Coloma Fernando López Vargas-Machuca responde a estas dudas y otras tantas con ‘San Dionisio: una visita guiada’ (Editorial Rhode Island).

San Dionisio “es una iglesia muy especial, considerada unicum, lo que no significa que sea de mejor o peor calidad. El término en latín hace referencia a que no hay nada parecido en todo el contexto histórico-artístico”, cuenta el autor.

“Es verdad –añade– que muchos de los elementos decorativos de San Dionisio aparecen en el entorno gótico y mudéjar de Andalucía, pero la manera en la que están utilizados en San Dionisio es única y exclusiva de este edificio”. Y hace referencia, por ejemplo, a los pilares aparecidos tras la restauración de los años 60 y 70, “que no tienen parangón en el mundo y eso la convierte en un unicum”.

La de la plaza más bonita de Jerez, es una iglesia muy querida, con la que el Ayuntamiento tiene una fuerte vinculación desde la Edad Media y, aunque está en el centro de la ciudad, pues muchas veces no se conoce su valor. “La cotidianidad con la que la visitamos hace que elementos que para nosotros son normales, para historiadores del arte de otras latitudes son sorprendentes. Por eso queríamos poner en valor la singularidad de este templo y de ahí este libro”.

Y, ¿por qué pregunta y respuesta? “Estamos en la generación de Internet, de la información puntual y rápida. Es costumbre que existan los glosarios FAQ (Frequently Asked Questions o preguntas frecuentes) en la Red, en las que el lector puede encontrar rápidas respuestas a las interrogantes que le surjan. Así que hemos trasplantado ese modelo a esta guía, que está teniendo mucho éxito”, justifica el autor.

La primera parte del libro es una visita guiada, para llevar en la mano, a la par que se recorre la iglesia por dentro y por fuera, por ello se ha buscado una tipografía grande y con márgenes en los que poder anotar. “El libro no tiene aquí ilustraciones para que no distraigan la visita, sino que sólo se aportan al final. A la hora de escogerlas hemos evitado las más típicas y es que había obras que nunca se habían publicado. Es el caso de la Virgen de La Piedad, que se encontraba en el postigo de la calle Algarve, estudiada por José Manuel Moreno Arana; tampoco había publicación con imagen de las puertas de estilo manieristas de la capilla de Sagrario, que no han sido estudiadas; o del tabernáculo sacramental que ha sido recuperado por el sacerdote Luis López-Cuervo”.

La segunda parte está basada en preguntas y respuestas que permiten una lectura libre por la obra, sin un esquema rígido.

Un libro dirigido al público en general, pero sobre todo a las personas que hacen de guía por la iglesia. De hecho, la idea de este libro surgió a partir de los grupos de Patrimonio Histórico-Artístico como el del Centro de Educación Permanente (CEPER) ‘Trece Rosas’, que aprenden y enseñan a visitar iglesias, así como para la formación de formadores que han contado con la labor altruista de algunos historiadores.

“Esos formadores nos piden información actualizada pero esa información está muy dispersa en publicaciones científicas. Y aunque es cierto que se está investigando mucho en los últimos 20 años en Historia del Arte en Jerez, los resultados no llegan al público en general porque están en revistas especializadas, que es donde tienen que estar, al alcance de todo el mundo pero que no todo el mundo puede leer porque exige una preparación. El objetivo era ofrecer un material totalmente didáctico para que toda persona interesada en arte pueda comprender, con un alto grado de profundidad, lo que ahí está viendo, de tal manera que se recopile así toda la información científica sobre este edificio”.

"También se acerca al lector a polémicas historiográficas como la fecha de la conquista de Jerez o quién fue el auténtico patrón de la ciudad"

Vargas-Machuca no incluye aquí sólo sus aportaciones personales que hacen referencia al San Dionisio medieval, sino también las que hacen otros investigadores sobre otras épocas del monumento, como las de Fernando Aroca y Esperanza de los Ríos sobre el mundo del Barroco; José Manuel Moreno Arana y la imaginería y la retablística barrocas, o Manuel Romero Bejarano y José María Guerrero Vega sobre la torre de la vela y el tardogótico. En este sentido, el libro se puede considerar como una obra colectiva y en la que además se aportan numerosas novedades sobre San Dionisio.

Un título que se diferencia de cualquier otra guía en que no se hace un mero recorrido ordenado en el que se explica lo que se ve y no se profundiza por falta de espacio, sino que se contextualiza, es decir, “que si decimos que la Torre de la Atalaya tiene una decoración mudéjar con alfiz, pues se explica lo que es un alfiz; que si un retablo tiene una decoración de rocallas, pues se dice brevemente lo que es una rocalla, o si se dice que una escultura es de Ignacio López se desgranan las características que lo singularizan y permitir así al visitante que se fije y pueda reconocerlas”.

También se acerca al lector a polémicas historiográficas, a la reflexión, a debates que no están cerrados como la fecha de la conquista de Jerez o quién es el auténtico patrón de la ciudad, si San Dionisio Areopagita o San Dionisio de París. Asimismo, se ofrece aportación bibliográfica comentada y otra por orden alfabético para que el lector sepa qué se va a encontrar en cada uno de esos libros reseñados.

Arte masticado para todas las edades, desde alumnos de Bachillerato a adultos ansiosos de novedades; profesores, visitantes, paseantes... Respuestas para todos, San Dionisio como nunca.

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