La Consejería de Medio Ambiente de la Junta ha manifestado que está trabajando a conciencia para erradicar los cebos envenenados en los campos y cotos en colaboración con la Federación Andaluza de Caza. La primera institución destaca que el uso de tóxicos es el segundo gran problema del medio rural andaluz tras los incendios forestales.

Una de las últimas iniciativas puestas en marcha por la Consejería es la creación de la Unidad Forense de Apoyo (UFOA), compuesta por un equipo humano altamente especializado en la lucha contra el veneno. El trabajo de este 'CSI' medioambiental se basa en la aplicación de métodos de investigación y forenses en materia de envenenamiento, y otros delitos siempre dentro de los cauces establecidos por el ordenamiento jurídico, "muy adaptados" a las peculiaridades del medio natural y haciendo uso de los nuevos recursos materiales y adelantos tecnológicos al alcance de la Consejería en la actualidad.

En este sentido, la delegada provincial de Medio Ambiente, Silvia López, destacó a este medio "la implicación" de la Consejería en la lucha contra los cebos envenenados, "un trabajo que tiene sus frutos con las reducción casi en un 40% de los casos de envenenamiento". López agregó que la política de la Consejería es de "tolerancia cero" tanto con el uso de estos venenos como el empleo de artes ilegales de caza, aunque ambos usos sean de larga tradición (es evidente que más peligroso para la salud pública el empleo de tóxicos) en el campo andaluz.