Solidaridad desde Los Albarizones

En estos momentos de crisis la congregación religiosa Sagrados Corazones, de la mano del padre Adolfo Sastre, ha conseguido poner su granito de arena organizando proyectos solidarios en países como El Congo y Mozambique, donde su población vive en la más absoluta pobreza. El padre Adolfo, párroco en Los Albarizones, abandera estos proyectos con la ayuda de los voluntarios que colaboran con la congregación. Desde aquí, el padre Adolfo Sastre coordina una campaña de sensibilización que recorre todos los colegios de la provincia dando a conocer a los niños la realidad de estos países que se encuentran sumidos en la pobreza. El párroco asegura que "la mayoría de los niños no son conscientes de que en otros países haya personas que no tengan agua, luz o una educación".

Por otro lado, están los proyectos que se realizan en El Congo y Mozambique. En 2010 se han centrado en la construcción de pozos en los colegios, ya que éstos se sitúan en el centro de los barrios y de este modo evitan que las mujeres caminen largas horas para ir a conseguir agua.

La ampliación de dos internados para mujeres menores de 18 años, es otra de las iniciativas que apadrina esta congregación religiosa. "Queremos trasmitir valores y cultura a las mujeres de estos países para que sean capaces de crear una familia diferente a las que ellas han tenido", declara el padre Adolfo. También cuentan con un internado para huérfanos con Sida, aunque las infraestructuras están aún sin acabar.

Uno de los proyectos permanentes de Sagrados Corazones es el dar de desayunar a los niños desnutridos. El párroco explica que "muchos niños de África se llevan días sin llevarse ningún tipo de alimento a la boca, por este motivo, pretendemos ofrecerles un buen desayuno, ya que es probable que sea la única comida que hagan en todo el día".

Otra manera de ayudar a las personas que viven en la pobreza en África, es enseñarles a valerse por sí mismas. Sagrados Corazones ha creado una cooperativa agraria para conseguir el desarrollo de la agricultura en el país. "Los voluntarios de la congregación les enseñan a cultivar diferentes tipos de productos para que después puedan vender los productos y consigan sacar beneficios, asegura el padre Adolfo. Dentro de esta larga lista de iniciativas también se encuentra la construcción de casas dignas para personas mayores. Según declara el párroco "Nosotros les proporcionamos el cemento y les enseñamos a construir los ladrillos para que construyan las casas".

El padre Adolfo, sostiene que "cada uno de estos proyectos que se realizan en El Congo y Mozambique es simplemente un granito de arena, pero entre todos podemos conseguir que estas personas consigan tener una vida más digna. Y por pequeña que sea la ayuda siempre podemos decir que ha merecido la pena".