Jerez

Sor Victoria Virués ya es jerezana

  • La hermana de las Hijas de la Caridad recibió ayer el título de Hija Adoptiva durante un emotivo pleno extraordinario · “Orgullosa” del reconocimiento, destacó que Jerez es una ciudad “de corazones abiertos”

Sor Victoria Virués ya es Hija Adoptiva de la ciudad. La alcaldesa, Pilar Sánchez, entregó ayer, en un pleno solemne y extraordinario, el título a la religiosa de la congregación Hijas de la Caridad, directora durante años del comedor de El Salvador, donde sigue siendo el alma mater. Victoria Virués Chaves nació en Chiclana el 22 de noviembre de 1925. Con solo 21 años ingresó en el convento de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y en 1986 llegó a Jerez ayudando en el comedor, en la cocina o haciendo los ‘mandados’.

Tras recoger su distinción, Sor Victoria se mostró  “emocionadísima y agradecida porque no hago más que lo que debo hacer. Si algo he hecho bien le doy gracias al Señor. El amor a los pobres actúa en mí y me ha traído a esta ciudad. Desde lo más profundo de mi corazón quiero expresar un agradecimiento muy grande a Dios por esta vocación con la que me siento muy feliz”. Agradeció a la alcaldesa y a la corporación “este inmerecido nombramiento del que me siento orgullosa y que de alguna manera beneficia a los más necesitados. Agradezco a todos los jerezanos el gesto solidario de acogerme como hija adoptiva. Jerez es una ciudad de puertas abiertas, de corazones abiertos que sabe dar respuesta a quienes lo necesitan”.

La instructora del expediente, la delegada de Participación, Solidaridad y Cooperación, Miriam Alconchel dijo que “con las ilusiones intactas y una personalidad arrolladora, sor Victoria sigue trabajando, en la medida que le permiten sus fuerzas, en el comedor ayudando a la decena de hermanas que forman la congregación en estos momentos”. También se refirió a la labor del comedor que “atiende, en estos momentos de crisis, a más familias y transeúntes que en sus más de 100 años de historia”.

Por su parte Pepe Castaño habló en representación de la asociación ‘Obispo Don Rafael Bellido’, de la ciudadanía en general y entidades que apoyan la labor de la congregación e hizo una semblanza de esta chiclanera con vocación jerezana.  Para ello hizo un símil metafórico de Sor Victoria con la viña y el vino, repasando momentos de su vida a través del rico vocabulario jerezano atribuido al cultivo de la vid. “Dios nunca se equivoca cuando escoge a una hija suya y la coloca en medio de los que más la necesitan. Bien sabe el dueño de la viña, donde puede injertar en sus mejores cepas, la especialidad de palomino que es la que da el mejor jerez”, declaró.

La alcaldesa comenzó su intervención repasando los momentos claves de la vida de Sor Victoria, contando algunas anécdotas e hizo una reflexión “¿cómo puede una persona amar tanto a Dios y a los demás? Se tiene que entender en la firmeza de su vocación, sencilla y pura; auténtica y sin límites”. La regidora destacó que “inmenso amor es lo que ha profesado Sor Victoria en esta ciudad, el mismo que hoy le quiere devolver Jerez en forma de reconocimiento público. Tal y como predicaba el propio San Vicente de Paúl, Sor Victoria ha demostrado que para ella y sus hermanas “los pobres son sus amos y señores”, corroborándolo con esa constante dedicación a la redención espiritual y material de los más necesitados”.

La alcaldesa subrayó las cualidades de Sor Victoria tanto en su trabajo como personalmente y que constituyen la base de este reconocimiento y recordó momentos vividos con las hermanas. “No puedo pasar por alto los buenos ratos que he compartido con ella y con las hermanas, con las que me une una relación muy especial. He compartido ratos de convivencia además de ese pucherito, las mejores croquetas y las magníficas tortillas de patatas que siempre me saben a gloria”.

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