El Sur, Existe

Tras ellos tienen el particular grafiti del código postal del barrio. El número 11408 en pintura negra y bien grande da la bienvenida a la zona Sur. Un distrito que para sus vecinos sigue estando "abandonado" y "marginado" para el resto del mundo. Así que para ponerle voz y cara a sus barrios, miembros de la coordinadora Existe realizaron ayer su tercera ruta por la zona. Un recorrido por la reivindicación.

El punto de partida de este particular paseo fue la biblioteca de San Telmo. Aquí, Antonio Rivera comenzó la exposición remarcando que cuando los vecinos se unen, consiguen respuestas. "El Ayuntamiento decidió de forma unilateral el cierre de algunos recursos públicos, pero cuando la gente se moviliza, los agentes sociales se organizan y la comunidad educativa y la social trabajan juntas, el efecto fue inmediato: un día después, la biblioteca estaba abierta", declara Rivera.

De la biblioteca para los jóvenes (y no tan jóvenes) al centro de mayores. Manuel Jiménez, miembro de la coordinadora, denunció que los recortes en el personal municipal ha afectado a la plantilla de este centro, "obligando a la directora a realizar, de vez en cuando, las tareas del ordenanza". "Nos encontramos sin material, con una huelga en la limpieza y cuando empiece a llover, delante del centro se forma una laguna por la que es imposible pasar", señaló Jiménez. Muros rotos, infraviviendas en El Pandero y Torresoto, acerado destrozado, falta de limpieza en las calles, importantes barreras arquitectónicas, mobiliario urbano antiguo -dicen que los bancos de los parques son "cajas de muertos"-... son algunas de las muchas "deficiencias" del distrito.

"Se han dignificado todas las entradas a Jerez, pero para la de Cádiz, en lugar de revitalizar la zona, nos han puesto un parapeto para ocultarla. Este distrito no queda bien para el turista, pero ahí estamos. Tapados y sin dignidad", lamentó Juan Andrés Ortega, párroco de Torresoto. Recordó además que sobre la mesa del gobierno local aún está, y sin trabajar, un dossier de reivindicaciones y propuestas que la coordinadora entregó a la alcaldesa tras su nombramiento como regidora. Ahí quedó desgranado el proyecto del bulevar, un paseo de recreo que los vecinos siguen esperando como agua de mayo para dar vida a la zona.

El último golpe que denunciaron haber recibido ha sido el de los precios "excesivos" de la recién inaugurada piscina municipal Manuel Mestre, instalación gestionada a través de una concesión. "Sé la respuesta del Ayuntamiento. Van a decir que la concesión y explotación de la piscina la dejó cerrada el PSOE. Pero el dinero de la concesión debería revertir en la ciudadanía con precios más asequibles y no los que hay ahora, porque sólo podrán disfrutar de este servicio las familias con poder económico", declaró Rivera.

Dicen que la zona Sur no vive una crisis, sino una 'recrisis' y que antes de la política del 'ladrillo', el distrito necesita la inversión social. Por lo pronto, lo que está claro es que sus vecinos comienzan a moverse y como dijo Rivera, cuando la comunidad se une, la respuesta es inmediata.