Un buen susto fue lo que se llevaron ayer los vecinos de residencial Los Cedros al declararse un incendio en una cocina de uno de los pisos de los bloques de la urbanización, que congregó en la calle Buenos Aires pasadas las dos y media de la tarde a diez efectivos de bomberos y a cuatro vehículos.

Fue precisamente a esa hora cuando comenzó el fuego en la cocina de una séptima planta, la última del bloque 1, según informa el consorcio provincial de Bomberos. Cuando los efectivos entran en la vivienda ven afectada la campana y parte del mobiliario, si bien, el humo había invadido por completo todas las dependencias del piso, de ahí que tuvieran que proveerse de equipos de respiración autónoma (mascarillas de oxígeno) para poder intervenir y sofocar las llamas antes de que se siguieran propagando por el interior del mismo.

Para sofocarlo hicieron falta quinientos litros de agua y mangueras de 25 milímetros. La intervención se dio por cerrada en menos de una hora, ya que al filo de las tres y media de la tarde los bomberos ya estaban de vuelta en el parque de la avenida Martín Ferrador.

Ni siquiera hizo falta que se desalojaran el resto de viviendas de este bloque, según señala el consorcio, ya que al ser la última planta donde se declaró el fuego no les perjudicaba. Eso sí, se recomendó a los inquilinos que permanecieran en sus casas para evitar intoxicaciones por humo. Hasta allí se acercó también una unidad de la Policía Local que sirvió de apoyo.

El residencial Los Cedros ha sido escenario de otro incendio hace unos cuatro meses, allá por finales de septiembre, pero esa vez con mayores consecuencias. Ochenta vecinos de dos de sus bloques tuvieron que ser desalojados en plena madrugada que se propagó de forma muy rápida. Por suerte, no hubo que lamentar desgracias personales, aunque la verdad es que faltó muy poco.