En un bajo comercial en la calle Arquitecto José Vargas, situada en la denominada 'Puertas del Sur', existe desde hace algunos meses un espacio para el culto y, al mismo tiempo, un lugar donde se habla en cofrade y de forma muy bien atinada. En ese inusual sitio -un local comercial cedido por un devoto- tiene cobijo momentáneo el portentoso crucificado de La Sed, imagen titular de la agrupación de la parroquia de San Juan Grande, la cual no tiene ladrillos, 'vive' en la sede de Upace pero en breve recibirá heredadas las prefabricadas que han sido la parroquia de La Salle en el norte de la ciudad.

Ese oratorio fue escenario ayer por la noche de una celebración religiosa que conmemoró el segundo aniversario de la recordada bendición de esta imagen, que tuvo lugar en San Miguel con un masivo y cariñoso apoyo del Jerez cofrade, que reconoce en esta agrupación una solidez a la que le falta muy poco para que sea elevada a hermandad. Bertemati ha dado su visto bueno y sólo falta ponerle fecha, seguramente a finales de octubre cuando se cumplirán seis años de su andadura.

La misa, oficiada por el alma mater de la entidad, el sacerdote y párroco Enrique Soler, sirvió para a continuación dar a conocer la túnica que ha acogido como suya para cuando se produzca la elevación a hermandad y, si es posible, estrenarla en 2013. El hábito es un claro y explícito homenaje a Teresa de Calcuta. Como signo, más evidente la túnica es blanca con las vueltas en lo mismos tonos y rayado azul que el hábito de la orden fundada por la beata. El cíngulo y la botonadura serían de color azul. Sobre el pecho se sitúa el corazón alado, insignia que simboliza el Amparo de María y sobre el hombro izquierdo, el escudo.

Ese vínculo espiritual es más intenso si cabe porque la inspiración sobre la advocación del crucificado, la quinta palabra de Cristo sobre el Gólgota, fue también para Teresa de Calcuta la que le produjo la catarsis vocacional que reorientó su vida y su misión, palabras que le vino en la voz de un mendigo por las calles de Calcuta.

El sacerdote es sincero al reconocer que "no sabemos si la economía de los hermanos permitirá que podamos estrenarla en el 2013, ya nos gustaría". "Es impresionante ver lo acogedor y cariñoso que ha sido el mundo cofrade con este proyecto del Cristo de la Sed, no sólo en nuestra ciudad, sino incluso fuera de ella", confirmando Soler lo que hoy por hoy inspira la ya casi hermandad.