Terrazo actual intercalado en las losas de los años 50

En el hall de entrada del edificio el proyecto contempla la conservación de las losas antiguas, de color cazuela, colocadas por José Cádiz Salvatierra en el año 50, pero sorprendentemente se han intercalado losas más actuales de terrazo formando una especie de lápidas que ya están provocando las bromas del personal del centro. En el exterior del cerramiento al edificio, una gran cartel advierte de que "se prohibe pasar a toda persona ajena a esta obra" y, sin embargo, el instituto se encuentra ya abierto. De hecho, como puede verse en las imágenes de la página anterior, hay personas que acuden a secretaría para consultar distintos asuntos aunque hay diversas zonas acotadas con cintas de plástico y también pueden verse los carrillos de mano".

En cuanto a las dos escaleras antiguas del pabellón viejo, a día de hoy están totalmente levantadas y es imposible que por allí puedan subir estudiantes y profesores porque están sin enlosar. Esto es algo que también puede comprobarse en las fotografías. Lo único que permanece imperturbable es una escultura, reproducción de la Victoria de Samotracia, que un profesor colocó en el centro del hall de entrada hace pocos años. El salón de actos, que se encuentra en el pabellón nuevo, también ha sido totalmente levantada, y sus butacas antiguas continúan todavía apiladas en uno de los pasillos.

En los patios pueden verse por doquier montones de escombros, entre los que se intercalan objetos como viejos baffles o un tobogán infantil de plástico. Incluso la cancha de baloncesto también ha tenido que ser levantada.

En el lugar que antiguamente ocupaba el bar se están habilitando unos servicios, mientras que la actual cantina se va a instalar en un edificio situado junto al gimnasio, que seguirá ocupando el mismo lugar que ha venido albergándolo hasta ahora. Este edificio exento tendrá otra zona para vestuario de profesores y almacén de material deportivo.