"¡Traedme una escopeta que me pego un tiro!"

Miembros del 15-M consiguen prorrogar hasta mañana el desahucio de una vivienda en Caulina, cuyo propietario acaba en el hospital tras sufrir una crisis

"¡Traedme una escopeta que me pego un tiro!"
"¡Traedme una escopeta que me pego un tiro!"
Pilar Nieto / Jerez

29 de septiembre 2011 - 01:00

"¡... O si no que me traigan una escopeta y me pego un tiro!" A tal grado llegó ayer la desesperación de José Gutiérrez cuando una pareja de la comisión judicial llegó a hacer efectivo el desahucio de su casa en la carretera de Caulina donde, hasta ahora, ha vivido con su mujer, tres hijos "y un nieto que siempre está aquí". Pero José y su familia no se encontraban solos. A su lado y dispuestos a parar el desahucio por considerarlo producto de una "estafa", se encontraba un grupo de miembros del 15-M, muy poco más numeroso que el de policías nacionales que acudieron al lugar avisados por la comisión judicial: una docena. Para completar el panorama, una ambulancia pedida por la propia familia ya que José tenía el azúcar por las nubes: en 345. Finalmente el desahucio, tras varias conversaciones entre la comisión judicial y los afectados, seguidas por una llamada de los primeros al juzgado, pudo ser prorrogado pero sólo hasta mañana a las diez de la mañana. Tomaron en consideración que todavía tenían en el interior bastantes enseres, aunque ayer ya había bastantes acumulados junto a la casa listos para el peor de los casos. La vivienda la heredó José de su padre, pero tuvo que pedir un préstamo para su legalización y ahora va a perderla si nadie lo remedia por una deuda que asciende a 84.000 euros, cuando la casa está tasada en más de 245.000.

Su mujer, Antonia Alhama, explicó que "nosotros teníamos un préstamo con Caja Granada porque como al legalizar la casa había que pagar escrituras, alcantarillado y todo lo demás...".

José Trabajaba como autónomo con dos excavadoras que aún se encontraban allí junto a una nave, "pero no nos han dado opción a vender ni la nave ni las máquinas. Lo que ocurrió fue que mi marido cayó enfermo y no podía trabajar y esperando la invalidez absoluta, vino el director del banco amenazándonos".

Antonia aseguró que "en el 2005 esta casa tenía un valor de 245.000 euros y en 2009 nos la han valorado en 48.000 y la han vendido por 24.000 euros pero sin juicio ni subasta ni nada".

Ante la situación que se planteaba, fueron a buscar un abogado de oficio "que tenía cinco días para recurrir y no recurrió. No ha hecho nada. Viendo que esto salía en junio, en noviembre fuimos a pedirle los papeles para buscar otro abogado y en julio teníamos el primer desahucio, que se ha parado por tres veces, pero nos dicen que ya no más".

Una de las circunstancias por las que se pudo paralizar el primer desahucio fue precisamente la hospitalización de José "y ahora -dijo su mujer- hemos puesto una querella criminal por estafa contra el banco y contra la que se ha quedado con esto porque no nos han dado ni un papel y yo no he visto ni fotos ni nada de la tasación. Hay un papel que tiene el juez firmado por nosotros como que esto está tasado, pero aquí no ha venido nadie a tasar". Concretamente, reconoció que la deuda de la familia asciende a "los 24.000 euros más 60.000 que me han endilgado a mí de mi marido, cuando esto no son bienes gananciales, porque era del padre de José. Fui a hablar con la jueza y no me dio la cara y el procurador ni me miró". También aseguró que "la persona que ha comprado esto nos ha ofrecido 3.000 euros para que nos vayamos". Ahora mismo José cuenta sólo con setecientos euros de paga por su invalidez y se preguntaba "¿donde nos vamos a ir?"

Por su parte, un miembro de la plataforma del 15-M, Pablo González, tenía claro que "esto ha sido una estafa porque está basado en un crédito que ni siquiera es la hipoteca y como aval estaba puesta la hipoteca. Se ha sacado una casa valorada en 300.000 euros por un crédito de 24.000 y en primera instancia. Tendrán que darnos alguna explicación y lo que queremos es que se revise el caso, porque creemos que ha habido una falta muy grave tanto del juez como del abogado de oficio".

Entre los presentes también comentaron que "ha habido presiones entre los vecinos de la zona para que vendan. Aquí hay un pastel".

El desahucio estaba previsto para las diez de la mañana y a mediodía se marchó la comisión judicial tras conseguir la prórroga... hasta mañana. Ya por la tarde, José tuvo que ser hospitalizado de nuevo al agravarse su ya delicado estado de salud "después de todo lo que hemos pasado".



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