La apuesta por la Universidad de Cádiz

La UCA vende su papel esencial en la economía de la provincia

  • Un estudio analiza la evolución de diez años de la Universidad y la sitúa como un referente en el desarrollo social, especialmente en tiempos de crisis, con un impacto de 339 millones de euros

La Universidad de Cádiz sigue vive y bien viva. Los efectos de la crisis económica, especialmente relevante en los últimos dos años y que por el momento ha provocado un parón en el desarrollo de diversos proyectos de equipamientos y ha afectado a programas de investigación, entre otras cuestiones, no ha pasado de largo pero, tampoco, ha incidido en el papel relevante que este organismo tiene en el conjunto de la provincia en el plano económico, social e institucional.

Esta reflexión se sustenta sobre los pilares fundamentales de un amplio y detallado informe que la UCA, previo encargo de su Consejo Social, ha elaborado sobre el impacto económico que ésta tiene en Cádiz y en la región. Dirigido por el decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Manuel Larrán, fue presentado ayer por el rector de la Universidad, Eduardo González Mazo, la presidenta del Consejo Social, Ana Alonso, y por el propio catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la UCA. El estudio abarca el periodo comprendido entre 1999 y 2009.

Una cifra vale para destacar la relevancia que tiene la UCA en provincia: 223.390.989 euros, que según los autores del informe es el impacto económico que tiene en la actividad de toda la actividad que se genera gracias a la presencia de la Universidad de Cádiz. Es la primera vez que se cuantifica esta cifra, que se incrementa aún más si tenemos en cuenta los 116 millones de euros que ingresa la administración pública por el pago de tasas, impuestos y la cotización a la Seguridad, con lo que el dato global del impacto económico se dispara hasta los 339.735.000 euros.

A esta millonaria cifra se llega analizando todos los gastos que se generan en la vida universitaria, con el consumo en bienes y servicios, inversiones, presencia de visitantes (especialmente notable este año), etcétera. Especial relevancia tiene el movimiento económico en los sectores de actividades inmobiliarias y servicios empresariales, que suponen el 36,3% del total; el comercio, con un 11,6%; la hostelería, que acumula un 8,1% o el transporte, con un 6,8%.

Tanto movimiento económico tiene una incidencia notable en el empleo. Más allá de los puestos de trabajo que la UCA genera por sí misma, con el personal de administración y servicio y del profesorado, el estudio destaca que se generan 2.629 empleos extras. Sumando al personal de la UCA y al empleo temporal la cifra global supera las 6.000 personas, una cantidad más que notable en una provincia con tanta necesidad de trabajo como es la de Cádiz. Todo ello supone algo más del 1% del empleo provincial y el 0,18% andaluz.

Pero, evidentemente, el estudio presentado ayer no se centra únicamente en los aspectos económicos que van unidos a la actividad universitaria. Todos los participantes en la presentación de este documento pusieron especial énfasis en la apuesta académica de la Universidad de Cádiz y en el puesto de referencia que, poco a poco, va logrando no solo en la región sino en el conjunto del país.

"La Universidad de Cádiz ha sabido adaptar su oferta formativa a la demanda existente, sobre todo a partir de 2003 cuando logra la mayor tasa bruta de matriculación respecto al conjunto de Andalucía. Además, tiene un destacado índice de exclusividad en titulaciones (siete)", destaca Larrán que a la vez evidencia la buena situación de la UCA en parámetros que miden la calidad educativa de la institución, como la presentación de patentes en el mercado y el número de doctorado de calidad. En el plano negativo se echa en falta una mayor presencia en publicaciones de revista de impacto. Igualmente Cádiz está en los puestos de cabeza en cuestiones como la financiación por alumno.

A los propios alumnos se les ha sondeado, con una participación de más de dos millares, y en una gran mayoría han dado una valoración media/alta del funcionamiento de la Universidad de Cádiz.

Para Manuel Larrán, los datos incluidos en este estudio, que ocupa un libro con cerca de 600 páginas, no le han sorprendido pues él mismo fue vicerrector de asuntos económicos durante varios años. Sí constata como novedoso incluso para los directivos de la UCA la cuantificación económica de la incidencia de ésta en la sociedad gaditana, considerando necesario actualizar estos datos al menos cada dos años.

Los primeros datos utilizados en este informe datan de 1999, en plena época de bonanza económica, y concluyen una década más tarde, cuando la crisis ya es más que patente, aunque también se han logrado estadísticas de 2010 e incluso de 2011, periodo en el que la crisis enseñaba su peor cara. En conversación con este diario, Manuel Larrán considera que las últimas cifras, alarmantes en cuanto al recorte en las inversiones y el incremento espectacular del desempleo, no provocarían sin embargo cambios "excesivamente diferentes" en cuanto a lo conocido en el estudio. Más aún, destaca que incluso la aportación económica de la UCA a la provincia podría ser mayor en esta última etapa, citando el mantenimiento en el número de alumnos y los ingresos en la plantilla de la institución.

En cuanto a la existencia de cuatro campus para una única universidad, Larrán declaró a este diario que este análisis no formaba parte del plan de trabajo. "Hace años nos encargaron un estudio sobre la dispersión que ya ponía de manifiesto el sobrecoste de esta modalidad. Como reflexión personal considero que es un mal menor en la provincia, pues se da un servicio al conjunto de la sociedad".

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