El Ayuntamiento, a través de su delegación de educación, informó ayer sobre el procedimiento a seguir en el edificio en las próximas semanas. Inicialmente, durante la jornada de hoy está previsto que se desplacen hasta Nueva Jarilla técnicos de Urbanismo para llevar a cabo diversas catas en el forjado del aulario "al objeto de comprobar si se encuentra afectado por el mismo grado de deterioro". Una vez realizado el mismo se efectuará un informe en el que se compruebe el estado real de las instalaciones y a partir de ahí proceder o no de una manera u otra.

Aunque desde el Consistorio no se atreven a dar el tiempo que puede durar este proceso, todo apunta a que sean varias semanas, un periodo al que habrá que añadir, si finalmente es menester, todo el trámite burocrático.

Lo que sí es una realidad, tal y como se apreciaba ayer tras la caída del falso techo, es que parte del forjado se encuentra en muy mal estado, muy deteriorado, algo que podría repetirse en otras zonas de la techumbre.

En un principio, si los desperfectos son solamente relacionados con el mantenimiento será el Ayuntamiento quien deba acometer las obras. Sin embargo, si los problemas atañen a la estructura del aulario sería la Junta quien tendría que hacerse cargo de su arreglo. De cualquier forma, desde Educación mostraba ayer su tranquilidad respecto al asunto, toda vez que las relaciones con la delegación territorial a día de hoy son fluidas y por tanto, en caso de necesidad, "se buscaría una solución entre ambas administraciones", insistían desde el Consistorio.

Mientras, Laura Álvarez, a la espera de que los informes arrojen algo de luz, señalaba que "desde el Área de Educación se atenderán lo mejor posible las necesidades que pueda plantear este centro a consecuencia de lo ocurrido".