El historiador Fernando Paz Cristóbal (52 años) dio contenido ayer a la primera conferencia del curso de la Asociación Católica de Propagandistas, que se celebró en el auditorio Juan Pablo II del Obispado de Jerez.

Fernando Paz basó su ponencia en los aspectos polémicos que rodean al Valle de los Caídos, “un lugar que pasó a primera línea de la actualidad desde que en 2004 Rodríguez Zapatero comenzara con la memoria histórica”. El historiador y escritor basó su ponencia en dos puntos claves. De un lado abordó qué es en sí el Valle de los Caídos y, de otro, entró en la polémica que actualmente rodea a este lugar.

En declaraciones a este medio fue claro al señalar que “hay quienes han propuesto la demolición y echar abajo la que es en la actualidad la mayor cruz del mundo, con 150 metros de altura de fuste. Hay quienes consideran que el verdadero objetivo es la cruz, aunque eso es opinable”, manifestó no sin antes añadir que “se trata de un símbolo cristiano con pleno sentido dentro del conjunto”. Entre los partidarios de la demolición señaló al político vasco Iñaki Anasagasti, que se expresó públicamente en este sentido.

Quienes buscaban un efecto con todo esto se han encontrado justamente con el efecto contrario”

Tras señalar este punto Fernando Paz destacó que considera que quienes han puesto el Valle de los Caídos en mitad de la polémica están viendo cómo “el tiro les ha salido por la culata, pues nadie puede negar que es de mal gusto andar removiendo a quien lleva 43 años enterrado, a 50 kilómetros de Madrid. Además, Franco jamás quiso estar enterrado allí pues fue una de las primeras decisiones que adoptó el Rey Juan Carlos I. Se habla de llevarlo a la Catedral de la Almudena en pleno centro de Madrid, con un acceso mucho más fácil, en pleno centro de Madrid. No debe olvidarse que ir al Valle de los Caídos no es fácil, pues la meteorología por allí suele ser dura, con fuertes vientos, heladas y nevadas en los meses de invierno”.

“Toda la polémica —añade Paz— es una insensatez se disfrace como se disfrace. Es un ataque a un símbolo de la reconciliación de los españoles. Soy de la opinión de que con estas cosas jamás se debe hacer política”.

Sobre la construcción del Valle de los Caídos refirió que “la población reclusa que participó en las obras era mínima en comparación con la población civil que allí desempeñó sus trabajos”. En todo momento sostuvo que quienes lo hicieron “estaban penados por delitos de sangre y en buena parte condenados a penas de 20 y hasta 30 años de prisión, e incluso hubo casos de presos a los que se les conmutó la pena de muerte”. “Ninguna de las personas que estuvo trabajando allí estuvo condenada por delitos de opinión”, apuntó a este medio.

Gran parte de la conferencia que ayer expuso ante los asistentes versó en disertar acerca de las “cuestiones mendaces” que rodean al Valle de los Caídos, además de aportar datos sobre la edificación del conjunto monumental. Sobre las cuestiones “mendaces” destacó que “quienes buscaban un efecto en este asunto se han encontrado justamente con el efecto contrario. Zapatero ataca al Valle de los Caídos porque dice que hay que resarcir injusticias. Y es público y notorio que a nadie le interesó mucho hasta 2004, cuando empezó con la memoria histórica”.