Vecinos de La Alegría salen a la calle por la rehabilitación de las viviendas

Los vecinos ya están cansados de esperar la rehabilitación de las viviendas. La sede de la federación Solidaridad acogió ayer una singular protesta de los presidentes vecinales de varias barriadas que pusieron sobre la mesa la desesperación de las familias y los importantes problemas que sufren en sus barrios. La Plata, La Vid, San Juan de Dios, La Alegría y La Granja son algunos de los 'puntos negros' en los que la Administración andaluza "está dejando" de actuar a pesar de los acuerdos alcanzados con los vecinos.

Juan Flores, presidente de La Alegría, anunció que su asociación ha aprobado la convocatoria de una manifestación con la intención de cortar el tráfico. A la espera de pedir los permisos, los vecinos denunciaron que "la situación de los bloques no puede continuar así. Yo digo que lo que ocurre en el Ayuntamiento es el 'silencio de los corderos', porque ya ni responden a las denuncias vecinales". El presidente criticó que muchos propietarios, la mayoría pensionistas, han tenido que ingresar una importante cantidad de dinero para la licencia de obra, "pero el problema es que después no se firma el proyecto, caducan las licencias y no puede empezar la rehabilitación", comentó Flores, quien añadió que en el Ayuntamiento "nos han dicho que no hay problemas, ¡claro! Si el dinero están en sus cuentas ellos no tienen ningún problema, lo tenemos nosotros".

En La Plata la situación es similar. "Estamos en esta guerra desde 2003 y aún queda la mitad de los bloques por rehabilitar", explicó el presidente, Antonio Ramos. El representante indicó que en la barriada hay 17 bloques a la espera de la firma del convenio; 4 pendientes de la recepción del proyecto; 2 que esperan el inicio de obra; "y 67 casas pequeñas que no pueden acogerse a ningún tipo de ayuda. Además, gran parte de los puentes de la barriada de propiedad municipal están en muy mal estado y si ocurre algo, la junta directiva de la asociación se presentará como acusación particular", apuntó.

En La Granja, el presidente vecinal resaltó que hay dos importantes problemas: la rehabilitación y las familias atrapadas ante la falta de ascensores. "Han cambiado el nombre de la oficina de rehabilitación y nos piden de nuevo los documentos porque dicen que se han perdido. Al final lo que consiguen es más tiempo y los vecinos seguimos esperando esas promesas en nuestro barrio", señaló José Saborido. Uno de sus compañeros, Antonio Palomino, resaltó que "hay cinco bloques con la firma del convenio hace nueve meses y no se ha hecho nada".

El presidente vecinal de San Juan de Dios, Ángel Loreto, apuntó que en su barriada además del problema de la construcción de la segunda fase de viviendas que lleva retraso, hay importantes deficiencias en infraestructura. "Hay unos socavones impresionantes, por parte del Ayuntamiento hay una dejadez total con el barrio", remarcó el representante, quien añadió que la delegación de Medio Ambiente tampoco actúa "porque hay ratas, hierbas que llegan a la cintura, basura por todos lados... A ver si después de esto hacen algo".

La presidenta de un bloque afectado en La Vid, María García, denunció la insostenible situación de sus vecinos. Llevan cuatro años padeciendo problemas en el edificio y resaltó el caso de una familia que tiene una habitación totalmente apuntalada. "Nos hemos reunido con técnicos de la Junta y nos han repetido en varias ocasiones que los problemas se iban a solucionar, pero todo es mentira, no han hecho nada por arreglar el bloque. De hecho, la última vez nos dijeron que las obras estarían terminadas para finales de 2010, pero podéis ver que sigue igual", declaró García, quien puntualizó que "los vecinos no pueden vivir así, es insoportable". La vecina más afectada es María Reyes, quien también asistió al acto en Solidaridad para demostrar la inseguridad de su vivienda. Apareció con un golpe en la cara tras una caída hace dos días en su casa por el mal estado en la que se encuentra por los escombros y los puntales que inundan la habitación. "Desde 2007 estamos así. ¿Crees que así se puede vivir? ¡Tenemos la casa apuntalada por cada rincón!", declaró indignada.

Por último, Agustín de la Flor, de la junta de Solidaridad, hizo un llamamiento a la Administración para que actúe cuanto antes en los bloques afectados. "Hace un tiempo tuve que visitar en el hospital a un matrimonio de La Constancia que había quedado enterrado por el techo de su habitación. Me quedé sin sangre cuando los vi y no quiero vivir más ese momento con otros vecinos. Ése es nuestro gran temor", reconoció de la Flor.

La lucha vecinal por la rehabilitación no ha hecho más que empezar. El primer paso lo ha dado La Alegría, pero se espera que más asociaciones se unan a la manifestación.