Jerez

Víctimas de "una injusticia" en el viñedo jerezano

  • Un grupo de viñistas muestra su indignación con la construcción del parque eólico que transforma el paisaje del Cerro Pelado

Vista panorámica de los aerogeneradores instalados en el Cerro Pelado

Vista panorámica de los aerogeneradores instalados en el Cerro Pelado / MANUEL ARANDA

El paisaje acostumbrado de cerros y lomas de la zona denominada como Jerez superior no volverá a ser el mismo, porque sigue adelante el proyecto de la construcción de un parque eólico entre estas viñas. Concretamente en el Cerro Pelado. Y es que la situación ya se ha convertido en insostenible para los viñistas que comprueban cómo día a día sigue llevándose a cabo el levantamiento de estos aerogeneradores sin que nadie haga nada por evitarlo. 

Alberto Orte, de la Compañía de Vinos del Atlántico, tiene su bodega del Aljibe justo enfrente del parque eólico y está indignado por una situación que considera totalmente ilegal. Entiende que el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía no hacen más que "pasarse la pelota" sin aportar una solución comprensible. Y es que, según expone Orte, "el PGOU de Jerez deja claro en su artículo 12.3.23 que hay una serie de hitos paisajísticos entre los que se encuentra el Cerro Pelado donde no se permitirá la construcción de edificaciones e instalaciones a excepción de las vinculadas a las adecuaciones naturalistas y recreativas, miradores y los usos forestales y tampoco están permitidos los movimientos de tierra y otros trazados". Además, incide el PGOU en que "por abajo y por encima de la cota de quince metros no se puede construir absolutamente nada".

Por tanto, la construcción del parque eólico no debería haberse permitido ya que el PGOU protege directamente a este cerro del viñedo jerezano por sus "valores paisajísticos". Orte comprende que "esto es una zona de especial protección por su paisaje". También muestra su indignación con la Junta ya que esta "en los documentos que aprueba por el impacto ambiental dice que no afecta a una zona protegida, algo que no es verdad porque sí le afecta directamente". 

Parte de los viñistas afectados del Cerro Pelado Parte de los viñistas afectados del Cerro Pelado

Parte de los viñistas afectados del Cerro Pelado / MANUEL ARANDA

Esta situación ha hecho que el Consejo Regulador ponga cartas en el asunto y haya denunciado al Ayuntamiento de Jerez y a la Junta de Andalucía por este caso. De hecho, la Junta de Andalucía tendría que dar ahora la utilidad pública de estos terrenos pero entiende Alberto Orte que "estando este caso en la fiscalía, este concepto debería resolverse desde allí". Lamenta Orte que "esto es una zona no urbanizable y de especial protección y los mismos documentos de la Junta dicen lo contrario".

Pero Alberto Orte no es el único afectado por esta situación. José Nolé Grilo también tiene una viña en el Cerro Pelado y reconoce que "me han invadido la viña a todo lo largo del camino y han subido la carretera por lo que me han dejado la viña enterrada". Muestra su decepción porque este cambio del terreno le afecta directamente a su viñedo ya que cuando lleguen las lluvias, "porque temo que el líneo más cercano al camino se lo lleve el agua".

Además, recalca Nolé, "no me han dejado sitio para que pueda pasar la maquinaria en esa zona de la viña". Reconoce que cuando empezó este problema "puse una denuncia en la Guardia Civil en mayo, que se pasó al Seprona y esta lo pasó al fiscal de Medio Ambiente de Andalucía". 

La construcción de aerogeneradores entre viñas La construcción de aerogeneradores entre viñas

La construcción de aerogeneradores entre viñas / MANUEL ARANDA

Otra de las víctimas de esta problemática es Ignacio Mateos Atalaya, que vive con su familia en la finca El Barrosillo y asegura que "a nosotros nos afecta en primer lugar porque tenemos todos los molinos alrededor" y reconoce que "no sé hasta qué punto nos va afectar el tema del ruido, porque el paisaje te puedes llegar a acostumbrar pero del ruido es bastante difícil".

Lo que sí que entiende Ignacio Mateos es que "los molinos destrozan todo el paisaje del viñedo de Jerez".

Por su parte, el viñista Carlos Rivero Domecq de la finca El Dulce Nombre se ve afectado "por el paisaje porque tengo un molino a 500 metros". Además entiende Rivero que esto afecta directamente al enoturismo ya que "no es lo mismo un camino a caballo entre viñedos por el paisaje que estábamos acostumbrados que ahora entre molinos eólicos, que además al tener uno de ellos tan cerca parece que está metido en mi casa". 

José Manuel Chaves Camargo es propietario de la viña El Almendral, también del Cerro Pelado y entiende que le afecta "desde todos los puntos de vista". "Me ha cambiado todos los puntos de vista que tenía en mi casa y además pretenden pasar unos cables por encima de mi casa y la viña. Han puesto unas torres de apoyo delante y detrás y el tendido va por encima de mi viña. Y a mi no me ha preguntado nadie. Ni a mi, ni al resto de compañeros".

La queja generalizada, más allá de las irregularidades cometidas en el PGOU de Jerez y las leyes que regulan esta zona protegida, es que ninguno de los propietarios de las viñas afectadas ha recibido comunicación alguna ni por parte de las instituciones ni por la empresa para hacer uso de sus tierras. En este aspecto, Chaves lamenta que "ellos por su cuenta y riesgo hacen las cosas, meten las máquinas, se meten en la viña de los demás y hacen lo que creen que tengan que hacer". Asiente con disgusto explicando que "llegué a un punto en el que tuve que ponerles tractores para evitar que siguieran adelante". 

Las víctimas de la situación en la viña de la Finca El Aljibe Las víctimas de la situación en la viña de la Finca El Aljibe

Las víctimas de la situación en la viña de la Finca El Aljibe / MANUEL ARANDA

Los viñistas aseguran que ha habido discusiones con lindes y con catastros, rompiendo la buena sintonía que hay entre los vecinos de las viñas afectadas. Chaves asegura que en lo alto del cerro es "como si llegaras a Marte y fuera a despegar una nave espacial, porque lo han asfaltado todo" perdiendo completamente el panorama habitual del Cerro Pelado. Entienden que "no comprendemos cómo se ha dado licencia para la utilización de unos terrenos sin contar con la autorización de las personas propietarias de los mismos". 

El enólogo Joaquín Gómez Beser quiso en 2019 levantar una bodega en esta ubicación pero se lo denegaron. Los motivos expuestos fueron "que tenía que respetar las líneas de altura porque es una zona de claro impacto visual. Mi intención era un proyecto empresarial para poner en valor el enoturismo pero comprendí que las leyes están para cumplirlas, por eso no entiendo todo lo que ha venido después con la instalación del parque eólico", confiesa Gómez Beser. 

El bodeguero Mauricio Lorente compró una finca en Cerro Pelado en julio de 2021 y se siente indignado porque "nadie te contacta. No comprendo como a esto se le ha dado permiso". Explica que el vuelo de uno de los aerogeneradores pasa directamente por encima de mi viña, estando situado el mismo a apenas 25 metros de la misma. Manifiesta que "no voy a permitir que el vuelo del molino pase por mi finca". Aunque se muestra esperanzado en que "el Consejo Regulador consiga lo expuesto en su denuncia y lo deshagan, porque es algo completamente ilegal". 

Es la alternativa que les queda a estos viñistas y a la ciudad de Jerez en general, ya que las viñas que rodean la ciudad son parte de nuestro patrimonio paisajístico. Un entorno, el del Marco de Jerez, único en el mundo y que marca claramente la historia y la forma de vida de una ciudad vinculada desde sus orígenes al vino. Habrá que ver cómo termina la historia. Pero lo que sí es seguro es que este no debiera ser tan solo un problema que afecta a los propietarios de las fincas del Cerro Pelado. Es una situación que afecta todo el Marco y especialmente a la ciudad y a sus ciudadanos que deben sentir como suyo esta injusticia que se está cometiendo en una de sus joyas de la corona, las emblemáticas e históricas viñas de Jerez.

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