XX años en escena

Un paseo por la historia del coliseo desde sus inicios en los años 20

'La Novena Sinfonía' celebra hoy su etapa reciente

XX años en escena
XX años en escena
A. Cala Jerez

13 de noviembre 2016 - 02:05

A principios de los años 20, Francisco Jordi contaba sólo con una década de vida. Mientras el niño iba creciendo, el entonces monarca reinante, Alfonso XIII, le sugiere al aristócrata jerezano Álvaro Dávila y Agreda, marqués de Villamarta, la construcción de un teatro que cubriera la demanda del creciente número de jerezanos que así lo requerían. Elige el marqués unos terrenos de su propiedad en la plaza Romero Martínez, de los más céntricos y accesibles de la ciudad, en donde se ubicaba el hospital de la Vera-Cruz, e involucra al Ayuntamiento en el proyecto, que se entusiasma y colabora con la aportación de trescientas mil pesetas para su construcción. Se le encarga el proyecto al arquitecto vasco Teodoro Anasagasti (1880-1938), conocido ya en la ciudad por haber diseñado el anteproyecto de reforma del Alcázar (1927).

El 10 de enero de 1927 el jerezano, entonces jefe del Gobierno de la Nación, Miguel Primo de Rivera, coloca la primera piedra. Un día en el que el niño Jordi ya es un jovencito. Pronto montará un taller de pintura y colaborará para periódicos de la época. El coste total de la obra ascendería a 1.158.443 pesetas con 15 céntimos y fue acabada trece meses después. El teatro contaría con un aforo de unas 2.000 butacas.

El 11 de febrero de 1928, y presidido por Miguel Primo de Rivera en representación del Rey, es inaugurado el teatro Villamarta. Asistieron también al palco de honor Álvaro Dávila, marqués de Villamarta, Teodoro Anasagasti, el alcalde de Jerez, vizconde de Ysasi-Dávila, el gobernador de Sevilla y Torcuato Luca de Tena, director de ABC y autor del libreto de una de las zarzuelas que constituirían la inauguración, 'La viejecita' y 'El huésped del sevillano', bajo la dirección musical del maestro Jacinto Guerrero. A las pocas semanas de su inauguración ya se empieza a proyectar cine, por supuesto mudo. La primera película sonora llegaría a finales de los 30.

A partir de 1940 se restablece la 'normalidad' de las costumbres y vuelve el apogeo al edificio teatral tras la etapa de la guerra civil. Los domingos se establecen sesiones vespertinas cinematográficas para el público más joven, proyectándose películas de la factoría Disney, así como otras del abundante cine cómico de la época. Sesiones a las que asistía feliz el matrimonio Jordi, antes de la llegada del retoño Cándido, el 2 de septiembre de 1942. Nació muy cerquita del Teatro, en su casa de la calle de los Morenos, 13. Con tan sólo seis años sufre la pérdida de su padre por una enfermedad. Una pena que se hacía más llevadera cuando tocaba ir a ensayar al coro de Santo Domingo, del que los pequeños se iban muchas veces con pastas hechas por las dominicas en sus inquietos estómagos.

En los años 60 y 70 también tienen cabida en el teatro abundantes actos sociales y culturales de la vida jerezana, como los pregones de Semana Santa y las elecciones de las damas y reina de las Fiestas de la Vendimia, entre otros, sin olvidar las galas flamencas y las celebraciones de la Navidad jerezana. Un tiempo en el que Cándido Jordi comienza a 'hablarle' a Ángeles Oliva. Casan en 1970. El 2 de junio de 1973 viene al mundo Ismael o lo que es lo mismo, el tenor Ismael Jordi Oliva. Tiene dos hermanos más, Hugo y Bruno. La música suena a menudo en casa.

A mediados de los 80 llega el principio del fin. Mientras, Ismael le daba patadas al balón y entra en el instituto Caballero Bonald, ajeno a esta situación cultural. El público le da la espalda al Villamarta al coincidir con la crisis general de este tipo de edificios una deficiente gestión del teatro. La programación exclusiva de cine de la época de deficiente calidad provoca una bajísima asistencia. En junio de 1986, después de algunos conflictos laborales, se cierra definitivamente el Teatro Villamarta. En 1988 el Ayuntamiento de Jerez lo compra.

Es 1991 Jordi tiene 18 años. Está en la pompa de la juventud. A la par, se firma el acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento para la inclusión del Villamarta en el programa de rehabilitación de teatros de la Comunidad Autónoma. Tras la rehabilitación, se reduce el aforo a 1.200 butacas aproximadamente, se divide en dos el anfiteatro y se eliminan los palcos. Además, e intentando conservar su identidad primitiva, se mantienen las plateas, los escudos nobiliarios, los lienzos costumbristas y el techo y el arco de la embocadura, debidamente restaurados.

Unas semanas antes de la reinauguración del Teatro, Ismael hace cola en taquilla para adquirir entradas del acto de reapertura del coliseo, que sería el 21 de noviembre de 1996, con un concierto del famoso tenor canario Alfredo Kraus. Pues bien, mientras espera su turno, se le acerca su amigo y compañero de balón Pablo Espejo, que anima a Ismael a apuntarse a las pruebas para el Coro del Villamarta. Sabía de su buena voz por las veces que le había escuchado cantar en las duchas del vestuario tras jugar al fútbol.

A esta reapertura asisten como primera autoridad, los duques de Lugo, S.A.R. la Infanta Doña Elena de Borbón y Grecia, biznieta del rey Alfonso XIII, quien impulsó la idea de la construcción del teatro, y su marido Don Jaime de Marichalar. Ambos descubren en el vestíbulo del teatro una placa de mármol que recordará tal fecha. El posterior ciclo inaugural, que duró hasta enero de 1997, cuenta con un extenso programa en el que tuvieron cabida la lírica, con programación de óperas y zarzuelas, teatro, espectáculos de danza y conciertos, y las denominadas 'músicas de hoy'. Se crearon los llamados Programas de Acción Divulgativo-Educativa, (PADE), dirigidos a los escolares de Jerez y sus pedanías. Especial mención merece la variada programación de flamenco durante la primavera, con motivo de la celebración de la primera edición del Festival de Jerez.

Jordi queda impactado por la actuación de Kraus. Tanto, que fue lo que le decidió a tomar el camino de la música, que hasta ahora se centraba en la informática, el fútbol... Ángel Hortas alucina con la voz de Ismael Jordi y le anima a entrar en el Coro.

Es la segunda temporada se mantienen los criterios de diversidad y calidad que la dirección del Teatro había confeccionado en la anterior, y que hizo que se cubriera el aforo con más de un ochenta por ciento de asistencia por término medio en cada espectáculo. Conviene resaltar, además de la segunda edición del Festival de Jerez, la programación del Otoño Lírico que nace este año. La primera producción operística en solitario del Teatro Villamarta será 'La Traviata', de Verdi, en junio de 1998.

Dicen las malas lenguas que Kraus escuchó a Jordi cuando el joven se marcó un cante cuando fue invitado al programa 'El Larguero'. No fue así. Fue cuando el tenor jerezano hizo la prueba de acceso a la Escuela Superior de Música Reina Sofía, donde concluyó sus estudios en 2004.

Desde 1999 a la actualidad se han sucedido las temporadas del coliseo y los éxitos de Ismael Jordi por el mundo. Pero también han sido tiempos difíciles para el Teatro, que ha vivido las consecuencias de la crisis y la disolución de la Fundación Teatro Villamarta. Por suerte, se ha encontrado una solución jurídica que ha permitido que las puertas de aquel sueño hecho realidad de Alfonso XIII sigan abiertas. Un proyecto artístico que tiene en el Centro Lírico del Sur y el Festival de Jerez sus dos principales señas de identidad. A este respecto, cabe destacar que las 25 producciones líricas acumulan 224 funciones repartidas en 34 teatros y festivales de 13 Comunidades Autónomas; y el Festival de Jerez se ha convertido en un referente internacional. Un escenario por el que han pasado por ahora Yehudi Menuhin, Joaquín Achúcarro, Teresa Berganza, José Carreras, Bebo Valdés, Ismael Jordi, Carlos Cano, Joan Manuel Serrat, María Dolores Pradera, Nuria Espert, Adolfo Marsillach, Nati Mistral, Juan Diego, Charo López, Juan Luis Galiardo, El Brujo, La Zaranda, Comediants, la Fura dels Baus, el Ballet de Cuba, Compañía Nacional de Danza, Cabaret, Chicago... Y las producciones de ópera 'Don Giovanni', 'La Traviata', 'Rigoletto', 'El elixir de amor' o 'Carmen', entre otras.

El 21 de noviembre de 2006 el teatro celebra su X aniversario con un concierto de Montserrat Caballé. Hoy, 10 años después, la 'Novena Sinfonía' de Beethoven conmemora la efeméride. Si el Villamarta no hubiera existido, Jordi seguramente no estaría hoy donde está, quizás tampoco la soprano jerezana Maribel Ortega -quien ganó una bolsa de estudios en la 1ª edición del Concurso Internacional de Canto Otoño Lírico Jerezano del Teatro Villamarta para ampliar sus estudios de canto, a la que se presentó animada por su profesora de canto María José Sánchez-, y los miembros del Coro del Villamarta no estaría ensayando el espectáculo que hoy ofrecen en conmemoración del XX Aniversario. Tres de los frutos más importantes de la factoría Villamarta. Y no cabe duda de que sin el Teatro, Jerez hubiera sido más pobre en cultura y, por supuesto, menos libre.

El primer director del Teatro, Francisco López, hace balance. "Intenso y positivo. Todos trabajábamos en la única dirección de dotar a Jerez de un espacio y un proyecto que la colocase en el mapa teatral nacional. Pero 20 años son pocos para que se asimilen unos hábitos culturales y más cuando los objetivos iniciales se han visto mermados por las circunstancias económicas ocurridas. Pero 20 años son muchos porque se ha ofrecido una importante oferta cultural". ¿Futuro? "Un teatro por el que una sociedad será cada vez más democrática y más libre".

Isamay Benavente, directora del coliseo desde 2008, se subió al barco del Teatro en 1996, un proyecto artístico que califica de "ilusionantes y profesional precioso", y hace un balance "positivo" de estos 20 años. "Ha sido -añade- muy emocionante participar en la vida diaria de este espacio cultural tan importante de la ciudad, por donde han pasado gente tan destacada. Un teatro que ha jugado un papel fundamental en la educación de muchos ciudadanos, a los que les ha enseñado a ser mejores personas. Y en continuar eso estamos". ¿El futuro? "Pues se presenta ilusionante y esperamos empezar una nueva etapa esperanzadora, tras la disolución de la Fundación Teatro Villamarta, a la que se ha llegado con una solución óptima para mantener el espacio y reforzar el programa cultural, sobre todo, el flamenco, con el Festival de Jerez, que ha hecho crecer a muchos artistas, así como el incentivo turístico que supone. El teatro tiene todavía mucho que ofrecer".

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