La condesa Zamoyska afianza los lazos del Cristo con la Casa Real

El nombramiento de los padrinos de la coronación por parte de la hermandad del Cristo tiene para la actual junta de gobierno el doble sentido de agradecer, por una parte, el apoyo fundamental del Cabildo Catedral para la causa de la coronación y, de otra parte, tal vez la que más extraña por la persona designada, la de la condesa Zamoyska como madrina. Para la cofradía, este último nombramiento está más que justificado ya que con ello se afianza la relación de la hermandad con la Casa Real a través de esta aristócrata.

El Cristo obtuvo el título de Real en 1925 cuando el comandante militar, Francisco Merry, se dirigió al Duque de Miranda, mayordomo mayor de Palacio, "haciéndole llegar la petición de la hermandad para que Sus Majestades los Reyes y el Príncipe de Asturias se dignaran aceptar la condición de hermanos presidentes honorarios de la misma, y en virtud de esta, su presencia en la cofradía pudiera titularse Real. Solicitud esta que fue aceptada en carta dirigida a la hermandad por el Duque de Miranda en nombre de tan Augustas Personas", según se recoge en los archivos históricos de la cofradía, la cual recalca que "esta relación se vuelve a reafirmar al aceptar la Condesa Zamoyska el madrinazgo de la Coronación Canónica de Nuestra Madre y Señora del Valle".

Para más datos, la relación de los Condes Zamoyski con la Casa Real se inicia con su abuela, la Princesa de Asturias, María de las Mercedes de Borbón, hija del Rey Alfonso XII hasta que en 1973 se casan en Almonte, delante de la Virgen del Rocío, José Zamoyski de Borbón y Borbón con Maria Antonia Navarro González, actual condesa. El conde comparte generación con el Rey Don Juan Carlos. Asimismo, tienen el mismo abuelo materno, el Infante Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Dos Sicilias Los Condes Zamoyski mantienen su vinculación con Andalucia, al pasar sus veranos en Sanlúcar de Barrameda y poseer casa en Sevilla. Siguiendo la tradición de la familia, la devoción por la Virgen del Rocío forma parte de la vida de la condesa.