'Zaqueo' mantiene intacta su caridad

Tras casi dos años desde su fundación, el 27 de octubre de 2011, la asociación jerezana de caridad 'Zaqueo' ha ido abriendo sus brazos a nuevos proyectos, sin apartar la atención de los antiguos, en su mantenimiento de una lucha por la erradicación de la pobreza en el ámbito jerezano. "No queremos ser tan ambiciosos como 'Zaqueo', el personaje bíblico, pero en nuestra medida queremos aportar lo que podamos con nuestros escasos recursos", asegura Diego Yesa Ruiz, fundador de la asociación.

Tras la marcha de tres miembros, encargados de una bolsa de caridad de una de las hermandades locales, surgió la idea de crear un proyecto independiente que mantuviera intactas las bases de acción que, durante catorce años, habían sido la piedra angular de la lucha de los miembros implicados. "Es importante mantener la seriedad al hacer las cosas, ser escrupulosos en las cuentas y, ante todo, ser extremadamente cautelosos con la denominación de caridad", asegura Diego Yesa respecto a los valores imprescindibles para sacar adelante una propuesta de grandes proporciones.

La asociación, que crece a un ritmo paulatino y no tiene sede, se nutre de la voluntad mensual de sus escasos miembros para llevar a cabo su labor de cooperación mediante la distribución de alimentos como leche, frutas y verduras, productos de primera necesidad y artículos de limpieza. Sus integrantes defienden que la caridad no es sólo cuestión de dinero, y que en la mayoría de los casos "lo más importante es tener claro el fin y poner a trabajar los medios que cada uno tiene a su disposición". Asimismo, recuerdan que el gran problema de la pobreza en las ciudades como Jerez es que la persona necesitada, que sufre además los achaques del abandono, "también soporta la falta de seguridad, el frío, el hambre y la triste realidad de que todo lo que le rodea está lleno riqueza, caprichos y lujos".

La asociación se apoya en eventos puntuales. El torneo solidario 3x3 de baloncesto, tras su reciente éxito, se asegura una nueva edición en el Club Nazaret. Mucho ha cambiado desde su fundación. El apoyo social ha sido la clave. "Para empezar, antes nos encargábamos de buscar benefactores, recolectar alimentos y encontrar posibles cooperantes a la causa, distribuyendo los productos luego. Incluso, los descargábamos de los camiones", aseguran ambos fundadores. Pero la realidad es que, poco a poco, han ido encontrando la forma de ceder competencias en las tareas menos importantes, ya que necesitan hasta el último minuto para encargarse de los distintos proyectos, comprometiéndose sólo si pueden hacerlo. Es así como, durante este camino, han tomado entre sus manos la labor de apoyo a cuatro de los centros de caridad con más problemas de la ciudad, a los que las ayudas y subvenciones no consiguen darles tranquilidad debido a la situación económica.

Recuerdan que la mayor dificultad con la que se han encontrado ha sido surgir de cero en un momento de inestabilidad económica para gran parte de la población. "Convencer a la gente se tornaba muchas veces en tarea imposible debido a que hay mucha necesidad por parte de quienes antes hubieran ayudado con los ojos cerrados". Ahora, toda caridad es poca para la inabarcable demanda que sacude todos estos centros. Saben que aunque no sea fácil, no hay que perder la fe porque los frutos de este trabajo son muy satisfactorios. "Se está formando un charco, del cual crece un árbol que comienza a dar sombra. Ése es nuestro mayor beneficio y motivo de felicidad", concluye Diego Yesa.