Las Zarzanas, el viernes 4 de agosto en las cenas musicales de Casa Palacio María Luisa

Jerez/El dúo jerezano Las Zarzanas será el viernes 4 de agosto protagonista de las cenas musicales que durante este verano se vienen celebrando en los jardines de Casa Palacio María Luisa, el 5 estrellas Gran Lujo de la capital jerezana. Se trata de un evento imprescindible del verano para los amantes de la buena música, selecta y elegante, con un programa de conciertos protagonizado por algunas de las voces más singulares del panorama musical actual y todo ello aderezado por una propuesta gastronómica muy especial en el marco de los jardines exteriores de este exclusivo hotel.

En esta ocasión, los asistentes podrán disfrutar de un concierto protagonizado por las singulares voces aflamencadas de Sandra y Fania, componentes del dúo Las Zarzanas, una pareja de cantaoras inconfundible que cuenta ya con una vasta y reputada carrera profesional. No en vano, Fania Zarzana comenzó su carrera a los 13 años con el grupo Soniquete, acompañando a bailaores como Joaquín Cortés, Antonio el Pipa y participando en la grabación del último álbum de Niña Pastori.

La cita será a las 21:00 horas y la música formará un perfecto maridaje con la propuesta gastronómica elaborada por el chef del restaurante T22, Rogelio Albusac, para los asistentes a este concierto tan especial. Con una copa de bienvenida previa, los asistentes disfrutarán de un selecto menú que incluye una selección de platos exclusivos que sólo podrán degustarse durante estas cenas musicales bajo la Jacaranda de los Deseos de los jardines del exclusivo hotel. En definitiva, una propuesta que no dejará indiferentes a los asistentes que tengan el privilegio de disfrutar estas noches tan especiales.

Para aquellos que deseen asistir, las entradas ya están disponibles en la web del hotel, llamando al teléfono 956 926263 o en la dirección reservas@casapalaciomarialuisa.com de correo electrónico. El aforo es limitado según orden de reserva así que desde la organización recomiendan no demorarse cuando lo que se busca es vivir una experiencia difícilmente repetible.