Los 'abuelos de la viña' El flamenco más joven del barrio de Santiago brilla en el Parque de La Plata
El Consejo Regulador homenajea a Esteban Boutelou y a Simón de Rojas con la reedición de sus obras, su visión de la vitivinicultura hace ahora doscientos años'Compás de Jerez' y el grupo de Luis de Periquín ofrecieron otra entrega de 'Entre flamenco...'
En el año 2007 se celebró el bicentenario de la publicación por la editorial Villalpando de Madrid de dos obras de gran impacto para la vitivinicultura. Se trata de "Memoria sobre el Cultivo de la Vid en Sanlúcar de Barrameda y Xerez de la Frontera", de Esteban Boutelou y "Ensayo sobre las variedades de la Vid Común que vegetan en Andalucía", de Simón de Rojas Clemente y Rubio. Ambas obras han sido unos referentes que se han venido utilizando durante muchas décadas en el Marco de Jerez cada vez que se quería hablar de nuestras singularidades. Por ello, el Marco de Jerez y la CAP no han querido dejar pasar esta ocasión sin rendir un merecido homenaje a ambos escritores que tan bien supieron expresar por escrito aquello que constataron hace 200 años.
Ha transcurrido mucho desde aquellos tiempos de Boutelou y Rojas Clemente, y aunque aquellos vinos fueron los embriones de nuestros vinos actuales, poco se parecen a los que en estas fechas producimos. No olvidemos que casi en medio de ese periodo llegó la filoxera al Marco, que afectó de gran manera a la viticultura, al obligar al agricultor a utilizar un patrón o portainjertos en la plantación de la nueva viña y sobre él injertar las variedades más apropiadas. De alguna forma, la naturaleza nos ofreció una buena oportunidad para diseñar la nueva viticultura y las variedades más apropiadas para lo que estaban ya demandando mercados locales e internacionales. No obstante, todavía se conservan muchas prácticas tradicionales de la época en que escribieron nuestros autores, que son fundamentales para mantener el prestigio de la vitivinicultura de esta zona y que les hizo enamorarse de nuestro viñedo y de la forma de elaborar nuestros vinos.
En la obra presentada ayer se puede ver cómo se han ido entrelazando estos pilares hasta formar una potente cultura, la "Cultura del Vino de Jerez y la Manzanilla", manifestándose en esta zona desde el principio, cuando se decide plantar el viñedo en esa tierra única que es la albariza y con esas variedades de uvas tan especiales y nobles como son la Palomino (o listán), la Moscatel y la Pedro Ximénez, que han sabido adaptarse al clima y la tierra para dar la máxima calidad que precisan los jóvenes mostos, con los que después el enólogo, en su bodega de crianza, con el paso del tiempo y la ayuda del singular método de envejecimiento que supone el sistema de solera y criaderas, les dará las peculiaridades que hacen de nuestros vinos algo diferente, adaptado a los gustos de los consumidores y mercados y listos para tomar en cada ocasión y lugar, acompañado de una rica gastronomía, ya no sólo local sino internacional. Es otra de las singularidades de esa amplia variedad de tipos de vinos que tenemos en este rincón del sur.
Para conmemorar este bicentenario de la publicación de las obras antes mencionadas, se ha reunido a un gran plantel de autores de todas las disciplinas que tienen dos cosas en común entre todos ellos: saber y entender la vitivinicultura de nuestras viñas y vinos y sobre todo, quererlos.
Por ese motivo en la parte histórica tenemos a Alberto Ramos, José Marchena y Javier Maldonado, de la Universidad de Cádiz, de gran y larga trayectoria en la investigación y publicación sobre la historia y avatares del vino de Jerez y sus gentes.
Para ahondar en la faceta técnica desde el específico mundo de la viticultura se cuenta con Alberto García de Luján y Miguel Lara, del "Rancho de la Merced". En lo que a la vinicultura se refiere, hay una combinación entre la Universidad, en este caso de Cádiz, y la Estación Enológica de Jerez, ambas instituciones referentes en la enología de nuestro Marco y que están representadas por Luis Pérez y José María Mateos, componentes a su vez del prestigioso comité de cata de vinos con vejez calificada. El Consejo ha incorporado a los autores anteriores a Jesús Barquín y Álvaro Girón, autoridades en campos tan dispersos como son la Criminología y la investigación histórica pero a la vez, de los mejores conocedores del vino de Jerez y la manzanilla desde el punto de vista de aficionado y consumidor.
Ante una masiva afluencia de público, los jóvenes artistas de la tierra brillaron el pasado martes en el Parque de La Plata. Con una temperatura agradable actuaron dos interesantes grupos, el de Luis de Periquín y el de Diego Vargas. El grupo de Luis de Periquín abrió el espectáculo con una gran fiesta donde intervinieron representantes de la nueva savia flamenca de Santiago. Este grupo estuvo compuesto por 'Nonito Jero' a la guitarra, en cantes y en bailes personales estuvieron Fernando de la Morena (hijo), El Nono de Periquín, La Manuela y La Samara Amaya, junto con El Junquera, Juan Heredia, Cantarote y Juan Diego Valencia. Ese buen compás de Jerez, también se disfrutó con el maestro flamenco Diego Vargas, que presentó a La Cantarota, Victoria Prado, La Salvaora y Fernando de Bastiana que, junto con la fiel guitarra de Domingo Rubichi, remataron una gran noche flamenca.
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