Patrimonio

"Esto no se ha acabado; ha sido y está siendo un camino muy duro"

  • La rehabilitación de la iglesia de Santiago alcanza su recta final; la reapertura está cerca, muy posiblemente en enero, con un extenso programa de actos y cultos.

Santiago empieza a ver la luz, una luz que ya es absoluta protagonista en su interior donde ya se puede percibir a simple vista el gran avance en las obras que en la recta final de los trabajos dejan al descubierto columnas y bóvedas totalmente limpias, con la piedra refulgente como si acabara de ser construida. Es un síntoma de que la reapertura está cerca, pese a que aún resta algo para que de columnas hacia abajo, cuando se pisa el interior, desaparezca la gran cantidad de arena y polvo que le da un aspecto como si de una cantera se tratase. Mediado diciembre empezará a colocarse la solería; para enero se retirará el perímetro exterior de vallas y se anunciarán las actividades previas a la reapertura al culto de la iglesia, que consistirán en conciertos para obtener fondos y un programa de visitas abiertas a todos los que deseen ver y admirar el 'nuevo' Santiago.

"Se va acercando el final. Ya se le va viendo la punta a ese epílogo, se va viendo...", manifiesta el obispo diocesano, monseñor José Mazuelos, mientras observaba la claridad primigenia en naves y bóvedas. El obispo ejerce de cicerone, junto al párroco Diego Moreno, y su secretario, Luis López-Cuervo, en una visita informativa que realizamos al templo para ver los avances, despejar fechas y plazos así como evaluar todo lo recorrido desde que hace once años se decidió cerrar al culto la iglesia. Si por dentro Santiago recupera su esplendor, por fuera también será más evidente cuando en unos días se retiren las estructuras y andamiajes situados en el campanario y en la espadaña.

Poner el suelo es el trabajo más importante que resta; una vez concluido, entonces sí dejará bocas abiertas de admiración. En la fría mañana de la visita, unos operarios se dedicaban a despejar unas rejillas situadas en el suelo de todo el perímetro de la iglesia. Es una de las innovaciones técnicas implantadas ya que este sistema, a modo de respiradero, permitirá que el flujo de la humedad que sube del subsuelo no llegue a columnas y paredes a fin de no volver a provocar uno de los males que tenía Santiago.

Pero abrir el templo no solo supone concluir el enlosado; implica también volver a colocar los retablos, ahora desmontados, la instalación eléctrica e iluminación, megafonía, colocación y recuperación de la decoración que tenía, preparar todos los elementos litúrgicos, como la colocación de un nuevo altar, preparar la sacristía: "Todo esto significa que tenemos que andar despacio para poder fijar una fecha de reapertura al culto, aún quedan algunos frentes, que aunque son menores, hay que acometer", explica el prelado al tiempo que junto al párroco echaba a volar la imaginación con un Santiago a rebosar, con el púlpito ya colocado en su sitio -ahora desmontado en el presbiterio- pero ocupado por un saetero cantando al 'Prendío'; lleno de un público disfrutando de poder vivir un hecho histórico y trascendental en lo espiritual y patrimonial para la ciudad, recuperando "un pulmón de Jerez, que junto a San Miguel son los dos que tiene la ciudad en lo religioso, turístico, cultural y como dinamizadores de dos barrios", además de ser señas de identidad esenciales de esta tierra.

Son tres millones de euros, "el presupuesto de un año de la diócesis", matiza el obispo, lo que va a costar esta empresa: "Las obras en la iglesia han sido y siguen siendo un camino bastante duro porque todavía no la hemos acabado, que será cuando se pague. Ha sido duro porque fue lanzarse a la piscina y al final, gracias a Dios, la gente ha respondido y esperamos que siga respondiendo. Hemos tenido que ir a muchos sitios para buscar dinero, hemos obtenido todo el apoyo del Ayuntamiento y espero que ahora lo sigamos teniendo, que seguro que será así ya me han dicho que no me va a faltar", aventura monseñor Mazuelos, que ahondó explicando que "debemos tener en cuenta que un cambio en la administración local por unas elecciones que suceden en plena obra deja dudas e incertidumbres. Ahora parece que la cosa está más centrada con Mamen Sánchez. Pero han pasado meses en los que no sabíamos a quién dirigirnos; gracias a Dios eso está superado".

"Vamos pagando pero tenemos que seguir con la colaboración de todos. Seguro que cuando se abran las puertas, la implicación será mayor, especialmente a escala popular, sobre todo de la gente de Jerez cuando empiece a descubrir este templo. Estoy convencido de que ese momento será un éxito, de ahí que no hay que tener prisas". El prelado se muestra seguro de que con Santiago abierto "se revoluciona el barrio; vendrán los turistas, se harán actividades culturales, se recupera el culto con lo que eso implica en celebraciones", desvelando que hay "montones de gente esperando para casarse o bautizar a sus hijos. Todo eso es vida a para esta zona".

Aventurando una secuencia para la reapertura, que aún está en 'laboratorio', se iniciaría con jornadas de puertas abiertas y conciertos para recaudar fondos. Ya hay compromisos de jerezanos "de renombre y famosos" para estas actuaciones. Vendrá después la bendición del templo, que no consagración porque ya lo está; ese mismo día se consagrará el nuevo altar con toda la preciosa liturgia que conlleva el acto y, obviamente, una misa flamenca. De forma paralela se está preparando el regreso de las hermandades del Prendimiento, Buena Muerte y la Sacramental, que será "grande y esplendoroso, todo de acuerdo con las hermandades como protagonistas". Todo ocurrirá con la iglesia ya abierta, "antes del verano seguro", pero en enero se podrá visitar. Más tarde se desarrollará el resto de actividades y cultos, eso sí "sin prisas pero sin pausas".

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