El acceso sur de la autopista y la N-IV, puntos aún más negros en verano

Retenciones casi constantes durante las horas punta y los fines de semana en la red principal de carreteras del término de Jerez · Las vías secundarias necesitan un repaso urgente

Vehículos hacen cola en el acceso sur de la autopista durante un fin de semana de este verano.
Vehículos hacen cola en el acceso sur de la autopista durante un fin de semana de este verano.
J.padilla/M.moure/ Jerez

13 de agosto 2008 - 01:00

No cabe duda que la puesta en marcha de infraestructuras como la Ronda Oeste (A-4), dependiente del Ministerio de Fomento, y de las autovías de Arcos, Sanlúcar y Los Barrios, en este caso de la Junta, han logrado terminar con aquellas imágenes de largas colas y tortuosos desplazamientos a las playas todos los veranos, cuyos atascos se vivían en el mismo Jerez. En 2006 fue la última vez que se habilitaron carriles adicionales, señalizados con conos, en la N-IV.

Pero la red viaria principal de Jerez, y qué decir de la secundaria (especialmente las carreteras de Jerez rural), sigue conservando 'puntos negros' durante el verano, no por su siniestralidad, pues se han reducido los accidentes con daños personales graves, como en el resto del país, sino por los constantes atascos y retenciones en las horas punta, provocados la mayoría por los desplazamientos a las playas desde el interior de Andalucía (Sevilla especialmente) y de Extremadura.

La DGT mantiene en su página web oficial www.dgt.es todos los domingos de este verano como punto negro la N-IV a la altura de El Cuervo, tanto de los kilómetros que están todavía dentro del término municipal de Jerez y la propia travesía de la localidad sevillana. El único dato positivo es que sólo se ha registrado un accidente mortal en ese tramo de la N-IV durante este año, ha indicado la Guardia Civil de Tráfico, cuando antes de su reasfaltado y de la mayor presencia de los agentes de Tráfico, era uno de los tramos peligrosos. Para los jerezanos es evidente que no es un tramo que tenga especial importancia en verano, pero sí para miles de turistas y el transporte de mercancías.

Otro 'punto negro', y ese sí tiene clara repercusión para miles de jerezanos, es el acceso sur de la AP-4 a la altura de La Cartuja. Los atascos ocurren a diario en las horas punta no únicamente estas fechas, pero se agudizan los viernes cuando centenares de personas, atraídas por la liberación del peaje, usan la autopista, como bien saben los conductores con más kilómetros de la zona.

Otra de las claves que ha provocado una densa circulación y atascos en esa zona son los masivos desplazamientos de los trabajadores magrebíes y sus familias que usan la A-381, Jerez-Los Barrios, como la principal vía para acceder hasta Algeciras o Tarifa en defecto. El nudo de La Cartuja es clave ya que permite enlazar con la citada A-381, a la misma ciudad a través de Los Albarizones, una travesía peligrosa, y dos carreteras secundarias de importante tránsito de vehículos pesados, como son de la de El Portal y la de La Ina.

Otra de las dificultades que presenta este nudo es su abundante señalización, que llega a confundir a los menos expertos, y la presencia de una peligrosa raqueta para girar.

En cuanto a la carretera de El Portal, una de las que se usa para enlazar a través de ese nudo, ha mejorado su seguridad vial con la construcción de las glorietas de Los Albarizones y de la depuradora, más la supresión del peligroso paso ferroviario de El Portal, aunque conserva un tramo peligroso a la altura de las antiguas instalaciones militares.

La red dependiente de la Junta ha mejorado muchísimo con las autovías de Arcos, Los Barrios, Sanlúcar y la transformación de la carretera de Trebujena en algo digno de ese nombre. La página oficial de la DGT apenas recoge incidencias en estas carreteras durante todo el año (incluyendo verano), salvo algunas obras de conservación, y su siniestralidad se ha reducido también, especialmente en la A-382.

Las dos citas vías problemáticas de la red principal sí presentan un buen estado de conservación del firme, como se dice, el asfalto de la N-IV fue renovado a finales de 2007, y señalización. Los estudios de diferentes asociaciones de automovilistas reconocen el buen nivel que obtiene la red principal estatal: el Real Automóvil Club de España (Race), colaborador del informe EuroRap, que mide los riesgos en un gran número de carreteras, señala que la autopista presenta un riesgo bajo.

Harina de otro costal es el deficiente estado que presenta la red secundaria, donde no suelen producirse atascos, pero sí accidentes con o sin daños personales. La carretera de La Barca es la más peligrosa de todas y está pendiente la adjudicación de las obras para renovarla. Depende de la Junta.

En estas apreciaciones sobre atascos y seguridad vial coincide el secretario provincial de la asociación de transportistas, Antonio Gutiérrez, que ha señalado recientemente que, a pesar de las nuevas infraestructuras, quedan varios puntos negros, en especial en las carreteras secundarias: "La mayoría de ellas dependientes de la Diputación, que no salen en los medios sino porque ocurre alguna tragedia humana. Pero cada dos por tres se suceden pequeños accidentes en la carretera de Jerez-La Barca o de San José del Valle a Paterna", explica.

Este portavoz del sector agregó que en la primera carretera se han colocado unos quitamiedos que, si bien sirven de protección para otro tipo de vehículos, han reducido los carriles para que los camiones puedan circular sin comprometer la seguridad de los chóferes. Por lo que respecta a la Diputación, titular de gran parte las vías secundarias de la provincia, un buen número de éstas dentro del término municipal de Jerez, se verán mejoradas en dos años con cerca de 40 obras, que acondicionarán 102 de los 807 kilómetros. La Diputación Provincial tiene previsto invertir más de ocho millones de euros en estas mejoras que se incluyen dentro de los planes de mejora de accesos y carreteras de 2007 y 2008, y que supondrán mejoras en el 13% de las vías con refuerzos de su firme o ampliaciones de la calzada, una de las demandas de los transportistas. Se trata de obras pequeñas que pretenden mantener conservadas la red provincial, aunque algunas vías necesitan algo más que una mera conservación. Los aproximadamente 60 kilómetros que se acondicionan cada anualidad suponen que cada carretera sea sometida a trabajos para su mantenimiento sólo una vez cada 14 años, informa Alicia Ruiz. No acumulan grandes cifras de siniestralidad, pero este año sí se ha registrado un accidente con un fallecido en una de las carreteras del entorno de La Barca, y, como dice Gutiérrez, la mayoría de los accidentes acaban en chapa y pintura. En este tipo de vías la Guardia Civil suele realizar numerosos controles, en especial de alcoholemia, lo que ha ayudado a reducir el número de víctimas.

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